viernes, 2 de noviembre de 2012

PSICOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD



A continuación un documento de la Orden Rosacruz AMORC, llamado manifiesto número 16. Y no estoy cayendo en infidencia iniciática, ya que estos manifiestos, según lo expresa la misma Institución de la cual emanó "pueden ser prestados a aquellas personas que sientan interés por la filosofía rosacruz o por las investigaciones científicas, literarias o artísticas".

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En sus comienzos, la psicología era una ciencia empírica que estaba en estrecha relación con la espiritualidad. Además es interesante señalar que en la mayoría de las obras de referencia siempre es definida como el “Conocimiento del alma humana” y se considera que forma parte de la metafísica. Sin embargo, es fácil comprobar que esta relación se ha ido perdiendo con el paso de los siglos y que esta ciencia metafísica se ha ido racionalizando. No podemos dejar de señalar que este estado de cosas es lamentable y que plantea el problema del aproximamiento que debe producirse a medio plazo entre la psicología y la espiritualidad. Este tema es el que vamos a considerar en este Manifiesto, y va a ser desarrollado en siete puntos considerando ciertas constantes o hipótesis.

1er. punto: “El callejón sin salida en el que se encuentra parte de la psicología contemporánea” 

Como todo el mundo sabe, gran parte de la psicología contemporánea está basada en los escritos de Freud, neurólogo y siquiatra austriaco nacido en l856 en Friburgo, Moravia. Freud, a su modo, fue un personaje genial creador de lo que conocemos como “psicoanálisis”. Con mucha perseverancia y una gran fuerza de carácter, quiso mostrar a los científicos de la primera mitad del Siglo XX la importancia del inconsciente. Sin embargo, la visión freudiana fue demasiado racionalista, puesto que Freud la utilizó para dar criterios racionales a sus hipótesis y teorías a fin de que resultaran más creíbles a los ojos de los sabios de la época. Tal proceder le condujo a considerar como sublimaciones muchos fenómenos de orden místico, religioso o artístico. Pero los tiempos han cambiado desde entonces, especialmente en el aspecto sociocultural, por lo que es fácil comprobar que en la actualidad la existencia del inconsciente es admitida por casi todo el mundo, incluso por aquéllos que no están familiarizados con la psicología y el psicoanálisis.

Los escritos freudianos constituyen una clave de lectura y dan respuesta a importantes cuestiones sobre la estructuración del Yo, particularmente en la infancia, en la adolescencia, en los comienzos de la vida adulta y en el desarrollo psico―afectivo del ser humano. Sin embargo, comprobamos que en la práctica de la psicoterapia cotidiana estas teorías psicológicas clásicas ya no bastan o no convienen a muchos individuos, especialmente, a aquéllos que no vislumbran en ellas ninguna respuesta a las preguntas fundamentales que se plantean o que se han planteado en el pasado. En el final del siglo XX, cargado de todo tipo de trasforma­ciones, estas teorías clásicas parecen demasiado limitadas a los ojos de muchos, probablemente porque no tienen suficientemente en cuenta —la dimensión espiritual de la naturaleza humana. Por eso, el análisis exclusivamente freudiano ya no se adapta a la sociedad actual.

2º punto: “La Crisis existencial actual experimentada a nivel colectivo ya nivel individual”.

En la actualidad, el planeta entero vive una verdadera crisis existencial. Para convencerse de ello, basta con considerar la actualidad mundial y todos los problemas a los que se enfrenta la humanidad tanto en el plano familiar, como social, económico o político. Esta crisis se experimenta por igual en el plano colectivo y en el plano individual, lo que explica que estemos asistiendo a todo tipo de tentativas y propuestas de cambio que unas veces son graduales y otras brutales. Con frecuencia este fenómeno va necesariamente acompañado de tomas de consciencia a menudo dolorosas, ya que se oponen a las costumbres o  dan una impresión de regresión. Puesto que lo colectivo y lo individual permanecen unidos, nos encontramos frente a una situación en la que se producen numerosas depresiones nerviosas. De hecho, se podría decir que nunca ha habido tantas personas depresivas como hay en el momento actual, lo que es significativo de los agitados tiempos que viven las sociedades modernas.

En numerosos casos, el estado depresivo de un ser humano es una llamada de su interior. Suele significar que la persona se encuentra insatisfecha afectiva, profesional o espiritualmente y que esta insatisfacción le produce un sentimiento de malestar. Lo que es necesario retener en este aspecto, es que en nuestra época existe mucha gente que está insatisfecha interiormente y que no consigue dar un sentido a su vida. Educados en un determinado contexto religioso, a menudo se han salido de él, pero no lo han reemplazado por otro, lo que les produce una insatisfacción y una llamada de las profundidades de su ser. Esta es la causa de que no sea raro contemplar como algunas personas comienzan un camino religioso o místico después de haber sufrido una depresión o una enfermedad orgánica que les ha obligado a reflexionar sobre temas que aparentemente habían dejado de lado. En último análisis; la principal causa de la crisis existencial que atraviesa la humanidad tanto en el plano colectivo como en el plano individual, es de naturaleza espiritual. Lo que significa que las respuestas habituales de la psicología no bastan para resolver este estado de crisis. Como atestiguan muchas encuestas serias, son muchos los individuos que sienten la necesidad de una trasformación en profundidad de su propia existencia y de la sociedad misma, debiendo integrar esta trasformación los diferentes componentes del ser. Este hecho debe inducir a un número cada vez mayor de buscadores a proponer metodologías que incluyan la psicología y la espiritualidad.

3er. punto: “El papel cada vez más importante desempeñado por teorías como la reencarnación o por facultades místicas tales como la intuición, la telepatía, etc.”. 

Es evidente que el horizonte psicológico se verá considerablemente modificado cuando sean tomadas en serio por un mayor número de científicos, teorías como la reencarnación o facultades místicas tales como la intuición; la telepatía, la proyección psíquica, la curación a distancia, la comunión con otros planos de consciencia, etc. Imagine lo que podría ser la psicoterapia cuando integre las nociones de la reencarnación, del karma y de las facultades trascendentales. A partir de ese momento ya no tendrían la misma connotación y el mismo significado los acontecimientos pasados, presentes y futuros. Françoise Dolto, conocido psicoanalista, gustaba decir a quienes no paraban de quejarse de sus padres de modo repetitivo: “Pero ¿sabe que es usted quien ha elegido a sus padres?”.   En cuanto a Víctor Frankl, otro psiquiatra célebre que sobrevivió cinco años en un campo de concentración, solía responder a quienes se lamentaban demasiado a menudo de no esperar ya nada de la vida: “¿Y qué es lo que la vida espera de usted?”   Dos tipos de respuesta similares a las particulares fórmulas utilizadas por los Maestros orientales y cuya finalidad es abrir una puerta en las  profundidades de la consciencia para orientar a los hombres hacia la búsqueda del sentido que deben dar a su existencia. Ahora bien, ¿qué es lo que podemos observar en la mayor parte de los seres humanos?

- Que no tienen en cuenta las leyes de la naturaleza.
- Que utilizan menos del 10 %.de su potencial cerebral. 
- Que todos poseen facultades psíquicas que no piden sino ser desarrolladas, pero que permanecen             abandonadas demasiado a menudo. 
- Que no conceden suficiente interés a la espiritualidad.

Sin embargo, a partir del momento en que todos estos factores sean tomados en consideración, se producirán cambios en el plano psicológico y en el plano espiritual. No se trata en ningún caso de proponer una política de superhombre a la búsqueda de poderes sino, por el contrario, de facilitar la expansión del ser hacia la perspectiva de mayor sabiduría al servicio del prójimo. Entre los elementos importantes que se mencionan con más frecuencia están las funciones respectivas del cerebro derecho y del cerebro izquierdo. Como corrientemente Se enseña, la parte derecha se ocupa de la intuición, de los sentimientos, de la creatividad, de la inspiración y de la comunicación no verbal. En cuánto a la parte izquierda, se ocupa de lo racional, de la memoria, del análisis, del lenguaje, de la síntesis. Los contactos con los planos de consciencia superiores se efectúan especialmente con la ayuda del cerebro derecho, pues es más receptivo y más intuitivo. En estado de meditación o de relajación, existe una mayor sincronización entre la parte derecha y la parte izquierda, de modo que el contacto alcanzado con la ayuda de la parte derecha puede concretarse en palabras o escritos estructurados por medio de la parte izquierda racional. Además, esta sincronización es más fácil cuando los centros psíquicos están suficientemente desarrollados. Por otra parte y, tal como piensan ciertos autores, el trabajo espiritual facilita la activación de nuevos circuitos neuronales que ayudan incluso a cambiar el modo habitual de pensamiento.

Como demuestran las explicaciones anteriores, sería muy útil que la psicología actual considerara el estudio de su aspecto místico a fin de devolver a esta ciencia toda su dimensión espiritual. Esto implicaría que los propios psicólogos y psiquiatras se volvieran hacia la espiritualidad. Hace algunos años, Carl Rogers, conocido psicoterapeuta, escribió lo siguiente: “Quizás veamos en la próxima generación psicoterapeutas llenos de esperanza, liberados de las defensas y resistencias universitarias, que se atrevan a buscar una vía lícita que ya no esté circunscrita por los cinco sentidos, una realidad en la cual el pasado, el presente y el futuro formen una unidad, en la que el espacio deje de ser una barrera y donde ya no exista el tiempo, una realidad que sólo podrá ser percibida y conocida si permanecemos pasivos en vez de buscar activamente el conocimiento. Estos son los desafíos más fabulosos para la psicología”.  ¿Palabras de un visionario? En este caso, su visión concierne a los decenios que están a punto de llegar.

4º punto: “El interés de asociar en la búsqueda psicológica y espiritual a los buscadores de disciplinas, técnicas y metodologías diferentes”.

Nos encontramos en los comienzos de la era de Acuario, en un período transitorio donde se entremezclan las influencias del final de la era de Piscis con las del comienzo de la era de Acuario. En todos los aspectos de la vida cotidiana se están produciendo cambios. A través de estos cambios vemos aparecer nuevos valores basados en la colaboración, en la participación común, en compartir, en la evolución de grupos, en la creatividad colectiva, etc. Lo que parece caracterizar los tiempos que vienen es que en la mayoría de los campos, ya se trate de investigación, pedagogía, terapéutica, arte, etc., ningún individuo aislado podrá asumir solo el objeto de su actividad. Del mismo modo, ninguna nación sola será capaz de evolucionar positivamente y de asumir eficazmente sus propios problemas. El trabajo colegiado, con el complemento de los conocimientos y el respeto mutuo de las competencias, se ha convertido en una necesidad. Ya no Se trata de una alternativa para vencer o ser el mejor, como ocurría hasta ahora con demasiada frecuencia, sino en la perspectiva de actuar conjuntamente para el mayor bienestar de la colectividad humana. Si se aplica como es debido, esta complementariedad de los conocimientos pondrá de relieve el sentido comunitario al mismo tiempo que respeta los intereses individuales. Es decir, contribuirá al desarrollo de la fraternidad entre todos los hombres y permitirá que cada uno tome consciencia de la necesidad de vivir en mutua armonía.

5º punto: “La aceptación de un nuevo paradigma médico-psicológico en el campo de las ciencias de la salud”. 

Marilyn Ferguson, autora de “Los Hijos de Acuario”  cita como puntos principales (algunos han sido un poco modificados):
- La búsqueda de las estructuras y de las causas, además del tratamiento de los síntomas.
- El enfoque integral que tenga en cuenta el conjunto del paciente.
- Acentuar los valores humanos.
- La empatía como componente de la relación de ayuda.
- La enfermedad vista como resultado de una desarmonía interior.
- La intervención mínima con una tecnología apropiada, de común acuerdo de todo un abanico de técnicas no traumatizantes (psicoterapia, fitoterapia, trabajo corporal, alimentación biológica, relajación, etc.).
- El cuerpo visto como un sistema dinámico, un campo de energía en el interior de otros campos.
-  La voluntad de alcanzar un mejor estado, un bienestar y ¿por qué no? al propio ser.
- El paciente como ser cada vez más responsable y autónomo.
- El terapeuta profesional como compañero terapéutico.
­- El continuum Soma-psique.
­- El papel del psiquismo en el proceso de la enfermedad y  de la curación.
- El interés de las informaciones cualitativas que incluyen las relaciones subjetivas del paciente y de la intuición del terapeuta.
­- La importancia de la prevención que engloba diversos aspectos de la vida: corporal, psico-afectiva, profesional, espiritual.

Hay numerosos puntos comunes entre los conceptos de Marilyn Ferguson y la filosofía rosacruz, En efecto, ambos revelan, una actitud constructiva ante la vida, actitud basada en la búsqueda de la armonía y en la utilización del pensamiento positivo, magnífico medio para preservarse de la contaminación psicológica y psíquica.

6º punto: “La elevación de la consciencia colectiva”.

Todo individuo que despierta su consciencia espiritual está aportando una contribución a la evolución de la consciencia colectiva de la humanidad. Cada vez son más las personas que se interesan por los misterios que se salen de lo corriente, que son conscientes de que existen otros planos de consciencia, otras dimensiones en el universo, que se plantean preguntas acerca de la muerte y de la vida después de la muerte, sobre las razones mismas de su existencia, etc. Más o menos conscientemente, se sienten atraídas por el misticismo y comienzan un peregrinaje interior que les conducirá progresivamente a descubrir la  Conciencia Cósmica. El gran acontecimiento del siglo XXI podría ser quizás el desarrollo de esta consciencia superior en un máximo de individuos. ¿Utopía? Entre la utopía y la realidad, la mayoría de las veces no hay más que la perseverancia de algunos hombres de fe, de conocimiento y de luz. Además, el acceso a esta supra-conciencia constituye el objetivo a alcanzar por todos los seres humanos.

En su obra “Consciencia Cósmica”, el psiquiatra canadiense Richard Bucke narra de esta manera el estado de consciencia que está más allá de la consciencia ordinaria: “Este término traduce una experiencia   en el transcurso de la cual se vive la unidad del Cosmos y en la que nos percibimos en él (y no fuera de él como muchos podrían imaginar); la experiencia va acompañada de un sentimiento de paz profunda, de plenitud  y de amor por todos los seres. Es la expresión directa del funcionamiento  de la razón de ser del universo, de la relatividad de las dimensiones del tiempo y del espacio, de la insignificancia y de la ilusión del mundo en que vivimos. Estas percepciones van frecuentemente acompañadas de una iluminación, al menos, esto es lo que describen los místicos en sus visiones. Esta experiencia es en general el resultado de una larga y lenta evolución y marca el principio de una profunda trasformación hacia los más altos valores de la humanidad”.  Aunque de forma variada, se encuentran descripciones análogas en seres tan diferentes como Jung y San Juan de la Cruz. Jung, el psiquiatra, se vuelve hacia el Ser cósmico y San Juan de la Cruz hacia las visiones espirituales llenas de amor puro: Un "psi” y un "espi” que nos lleva a evocar nuestro séptimo y último punto.

7º punto: "El encuentro entre el “psi” y el “espi” lo psicológico y lo espiritual”.

Al igual que el sueño participa del despertar del ser, lo psicológico puede ayudar al desarrollo de lo espiritual. Pero de la misma manera que el despertar del ser favorece la llegada de grandes sueños místicos o de ensueños, la espiritualidad puede favorecer la eclosión de nuevos enfoques psicológicos. En el mundo de la consciencia humana, todo permanece unido. Es posible, por lo tanto, suponer que el porvenir de la psicología actual debe pasar por la espiritualidad. Pero, como hemos indicado anteriormente, ¿ocurre lo mismo en todos los campos? ¿Y no será recurriendo a lo espiritual como se podrán resolver la mayoría de los problemas a los que están sometidas nuestras sociedades modernas? En cualquier caso, para que sea posible la unión entre el "psi" y el "espi”, hay que contemplar dicha unión desde una perspectiva de apertura en un porvenir que tendrá en cuenta las necesidades materiales y las aspiraciones espirituales del hombre del siglo XXI. Es, por tanto, para las generaciones futuras, para los verdaderos hijos de Acuario, para los que debemos trabajar y establecer las bases de un mundo más altruista y, por consiguiente, más fraternal.

Estos siete puntos:
I) El callejón sin salida en el que se encuentra parte de la psicología contemporánea,
2) La crisis existencial actual experimentada a nivel colectivo y a nivel individual,
3) El papel cada vez más importante desempeñado por teorías poco comunes y por las facultades místicas,
4) El interés de asociar en la búsqueda psicológica y espiritual a los buscadores de disciplinas, técnicas y metodologías diferentes,
5) La aceptación de un nuevo paradigma médico—psicológico en el campo de las ciencias de la salud,
6) La elevación de la consciencia colectiva,
7) El encuentro entre el “psi" y el "espi",
 pueden ayudarnos a reflexionar sobre la necesidad de un acercamiento y de una complementariedad, de una colaboración entre la psicología y la espiritualidad desde una perspectiva de apertura hacia un porvenir puesto al servicio de la Sabiduría y del Amor Universal. Es importante que la ciencia se reconcilie con el misticismo en todos los aspectos, pues esta es la condición para que la humanidad no se extravíe en la vía de su propia regeneración y pueda responder a sus propias exigencias.

LOS CUATRO ELEMENTOS: FUEGO, AIRE, AGUA Y TIERRA.



INTRODUCCIÓN.

La humanidad desde siempre ha intentado de determinar si existe una esencia en la Naturaleza; representación de la realidad tangible; y con mayor razón esta inquietud se discute hacia el interior de los Colegios Iniciáticos desde hace milenios.

Los iniciados, siempre buscando más allá de lo evidente, la causa de los efectos, quieren identificar “el Alma” de la Naturaleza. Los filósofos de la antigua Grecia, participantes de los Misterios iniciáticos, intentan descubrir esta esencia, y es así como gran parte de ellos encuentran distintas causas, pero siempre en torno a distintos elementos bien definidos.

La gran influencia sobre la ciencia (después de Cristo) y en el Medioevo, e incluso después, la establece Aristóteles, quien plantea que la materia está hecha sobre la base de cuatro elementos -Fuego, Aire, Agua y Tierra- y cuatro cualidades –eco húmedo, frío y caliente-, las cuales derivan de los elementos citados.
Pero esta idea no es propia de Aristóteles, sino que se ha venido desarrollando por centurias al interior de los Templos de los Misterios, y simplemente él se encarga de divulgarla fuera de estos bastiones de conocimiento y espiritualidad.

Durante el Renacimiento, la ciencia cuestiona o por lo menos comienza a hacerlo, gran parte del postulado aristotélico referente a la Naturaleza, y es así como se determinan sólo tres estados de la materia: gaseoso (aire), líquido (agua) y sólido (tierra). 

Al mismo tiempo la ciencia tradicional, al poco andar, comienza a adoptar una posición mecanicista y materialista respecto al papel de estos tres estados de la materia, extendiendo esta visión a la naturaleza toda. Los científicos se comienzan a escindir de la filosofía y más aún de la religión, y declaran que el universo completo obedece a Leyes naturales que están por descubrirse. Y a esto último se aboca la ciencia con gran denuedo.

No obstante, habiendo pasado ya varios siglos, la ciencia tradicional nuevamente está redescubriendo el cuarto estado: energético, radiante o plasmático, el cual corresponde al fuego. Una vez más la ciencia avala lo que se sabe desde hace milenios.
    Sólido                    Líquido                Gaseoso              Plasma

LOS CUATRO ELEMENTOS Y EL SER HUMANO.

Estos cuatro elementos como símbolos de los cuatro estados de la materia estructura la naturaleza tangible o sensible; y de acuerdo a un axioma o ley hermética: “Como es arriba es abajo”, los iniciados infieren que ellos también componen nuestro ser tangible. Es un hecho que nuestro organismo posee elementos sólidos (tierra), principalmente representado en el sistema óseo (minerales); elementos líquidos (agua), generalmente asociado al sistema circulatorio, no obstante nuestro organismo está constituido de aproximadamente un 90% de agua; elementos gaseosos (aire), asociado al sistema respiratorio, dada la relación directa con el aire que se necesita para vivir. Finalmente tenemos los elementos energéticos (fuego) que pueden relacionarse con el metabolismo y el sistema nervioso en general, ya que en la transmisión del impulso nervioso están involucrados procesos electromagnéticos, de la misma forma el sistema muscular.

LOS CUATRO ELEMENTOS Y LA SALUD.

Dado que los cuatro elementos se relacionan o están representados en nuestro organismo; la adecuada relación con cada uno de ellos puede conferirnos grandes beneficios para nuestra salud, vigor y vitalidad.
El elemento tierra guarda relación con los minerales que consumimos. Con este fin es importante tratar de consumir vegetales frescos y productos lácteos, que proporcionan vitaminas y minerales.

También es importante tener contacto con la tierra, cualquiera sea su forma o manifestación: arena, pasto, tierra propiamente tal, rocas o piedras, etc. El planeta tiene un gran imán y estas facultades magnéticas pueden ser transmitidas a nosotros especialmente a través de nuestros polos naturales, a saber: las plantas de los pies, las palmas de las manos y la cabeza. Por ello es una buena práctica caminar en las mañanas a pie desnudo sobre el césped fresco, procurando no entumecerse, para lo cual una vez terminado esta caminata (que no debe ser extensa, al menos al comienzo), rápidamente limpiarnos y secarnos los pies, y abrigarlos con calcetas y calzado adecuados. También es importante considerar en este punto evitar, hasta donde sea posible, los elementos aislantes para nuestros pies, manos y cabeza y procurar caminar en lugares naturales tanto como podamos hacerlo.

El elemento agua posee características muy notables y especiales. Es fácilmente magnetizable, y aprovechándonos de esta característica podemos impregnar positivamente un vaso de agua fresca cuando realizamos nuestros ejercicios espirituales, especialmente en la mañana al levantarnos y en la noche al acostarnos a dormir. Por lo que podemos beber de esta agua una vez finalizados dichos ejercicios, lo que traerá grandes beneficios a nuestra salud y armonía física y etérica.

Finalmente, también debemos considerar las diversas técnicas que dicen relación con el agua y la salud: hidroterapias, algunos ejemplos: abluciones, baños genitales, etc.

El elemento aire tiene connotaciones importantísimas para nuestra salud y bienestar. De hecho también es vital y por ello es muy importante saber respirar en forma adecuada. Si bien es cierto la respiración es inconsciente (el proceso está supeditado a sistemas automático a través del  sistema nervioso autónomo principalmente), conscientemente se puede alterar, y de hecho mejorar. Debemos acostumbrarnos a respirar en forma completa, comenzando por llenar de aire las zonas bajas del pulmón, y luego ir subiendo hasta que finalmente llegue el aire a la zona clavicular. Lamentablemente por razones de condicionamiento social y por el acelerado y antinatural  sistema de vida actual, especialmente en las grandes urbes, la mayoría de la gente sólo respira con la parte superior de los pulmones, reduciendo peligrosamente su capacidad pulmonar.

También es importante considerar lo que dice relación con los iones negativos en el aire. El aire se ioniza producto de la acción energética del entorno (vientos, sol, aguas, etc), y las partículas al ionizarse en determinada forma provocan un efecto directo en la salud de las personas que lo ingieren, un efecto saludable y vitalizador. De ahí la necesidad de poder respirar, aunque no pueda ser todo el tiempo, aires frescos y limpios, como aquellos de las orillas de mar, o en las montañas, lugares naturales espaciosos y abiertos, donde los vientos hacen circular constantemente aire fresco . 

  Finalmente el elemento fuego está representado por la fuente energética natural más importante que es el sol, por lo tanto las prácticas de medicina natural se relacionan con el astro rey son principalmente los baños solares, los cuales deben realizarse a las horas del día en que sus rayos no impacten con toda su potencia, la mañana especialmente. Estos baños deben hacerse progresivamente, comenzando con los pies y manos al descubierto, y luego de algunos días llegar a estar lo más desnudos posible. Nunca sobrepasar los treinta minutos de exposición. A medida que hacemos estos baños solares, imaginemos que la energía solar ingresa por nuestras palmas y plantas.

LOS CUATRO ELEMENTOS Y EL ESOTERISMO.

Iniciáticamente se sabe o se postula que las cosas no son obra de la casualidad, sino más bien de la causalidad. De la misma forma también se afirma que las cosas y seres de la naturaleza, tienen una contraparte en planos no físicos, encontrándose aquí las inteligencias que animan y dan forma a estos distintos elementos. Una idea que la ciencia tradicional, desde hace algunas centurias, no participa, expresando un modelo más bien mecanicista del mundo. No obstante, hoy en día la ciencia ortodoxa también poco a poco está compenetrando este punto de vista materialista y mecanicista del mundo con una idea de que existen niveles más sutiles de energía que interactúan con la materia; algo que el esoterismo ha planteado desde siempre.

De esta forma los cuatro elementos obedecerían a cuatro tipos de inteligencias que controlan, impulsan o inhiben el desarrollo de sus manifestaciones.

A estas  inteligencias se les ha dado en llamar “Elementales naturales”, y son cuatro grupos a saber:

LOS GNOMOS. Quienes controlan el elemento tierra, y en forma general o más bien folklóricamente, se les presenta como seres pequeños, macizos y rollizos y bastante taciturnos y tímidos o huraños,  que rigen todo proceso en donde se encuentra participando la materia sólida, especialmente los minerales.  Su rey es Gob, que según Manly P. Hall, en su obra “Fuerzas invisibles”, es un término que deriva de la palabra inglesa goblin (trasgo). Debido a las características de las fuerzas que gobiernan tienen sus moradas en el interior de la tierra o en directo contacto con ella y sus minerales. Debido a sus características psicológicas son difíciles de tratar aunque son metódicos y disciplinados. Su relación con la parte fisiológica del ser humano es con los órganos excretores y el esqueleto, lo que es totalmente congruente con los procesos que rigen. Están relacionados con el temperamento bilioso, en el cual predominan las glándulas digestivas y el hígado en forma especial, el cual es uno de los órganos fundamentales junto al riñón para la eliminación de las sustancias tóxicas y de desechos de nuestro organismo. Las personas que poseen este temperamento se caracterizan por ser del tipo serio, concentrado e irritable, y fácilmente caen en la melancolía, de allí que este temperamento sea llamado “melancólico".

 LAS ONDINAS, dirigen el elemento agua, su rey es Nicksa. Estos seres viven en toda parte en donde haya agua y gobiernan los líquidos en general, y por ende las fuerzas vitales del ser humano. Tienen fama de tener una apariencia muy bella, y al parecer este atributo les otorga poder; generalmente son amistosos y sirven al ser humano en el espíritu de amor y sinceridad. Poseen aproximadamente el mismo tamaño de los seres humanos, y generalmente se representan como doncellas vestidas con la espuma del mar o como sirenas; se interesan especialmente por las plantas y las flores. Como hemos visto dirigen especialmente todo aquellos procesos que tienen que ver con el aspecto vitalidad y por ende todo lo que provee la vida, especialmente los procesos de nutrición, y seguramente aunque no se menciona por Hall en los procesos reproductivos. Se asocia al temperamento llamado linfático o flemático, en donde la lentitud es una cualidad predominante.

LOS SILFOS, controlan el elemento aire. Vivirían en las cumbres de las montañas en contacto con la parte más enrarizada de la atmósfera (congruentemente con esta idea recordemos que Zeus y Júpiter son divinidades aéreas que viven en la cima de un gran monte: el Olimpo). El rey de estos Silfos es Paralda, y que según algunos esoteristas, vive en la cima de la montaña más alta de la tierra. Se caracterizan por ser seres muy variables, algunos se asemejan a seres humanos pero con proporciones distintas, generalmente tienen alas y son alegres, excéntricos, caprichosos e inconstantes. Espíritus de la naturaleza se asocian a las fuerzas mentales, además rigen los distintos procesos aéreos en toda la naturaleza y en el ser humano están relacionados con los procesos propios de los órganos de la respiración; promueven el temperamento nervioso o cefálico, a quienes otros llaman bilioso, y consiste en el predominio del encéfalo y sus funciones y los seres humanos influidos por este temperamento se caracterizan por su sensibilidad, emotividad y susceptibilidad.

Finalmente LAS SALAMANDRAS, espíritus elementales del fuego, y por supuesto rigen todo proceso en donde se ve involucrado la energía. El rey es Djin, el que se representa como un ser maravilloso y ardiente que inspira un reverente temor. Las Salamandras moran en donde se declare el fuego, por supuesto que en forma natural en los volcanes y los estratos ígneos de la tierra. Encontramos una correspondencia de estas inteligencias en los dioses romanos Vulcano y Plutón, y en los griegos Hefestos y Hades. Las Salamandras pueden adoptar formas humanas casi siempre como guerreros y envueltos en llamas. Son prontas a la acción, tempestuosos, emocionales y muy enérgicos. Debido a sus características en el cuerpo humano dirigen que dicen relación con la energía y su distribución: órganos circulatorios; el temperamento que determinan es el sanguíneo, en donde la principal característica es una gran vitalidad y siempre dispuestos a la acción.

Por supuesto que estos espíritus de la naturaleza tiene su existencia en planos o dimensiones distintas al físico o material, de tal manera que la apariencia que puedan asumir dependerá de la percepción del observador  y de las  estructuras que tenga en su mente, especialmente en su subconsciente.

Muchas veces estas inteligencias luden el contacto y la comunicación con los seres humanos, desde el momento que éstos últimos han abusado y explotado irracional y egoístamente los recursos naturales. Es más, esta es la razón por la cual contactan principalmente a los seres inocentes, especialmente los niños de corta edad; o bien aquellas personas que tienen la consciencia del respeto que se le debe a la naturaleza. He aquí la clave para comunicarse con ellos e incluso llegar a tener su colaboración en los procesos que controlan.

ALV