Cada
ser humano aspira a tomar sus propias decisiones y dirigir su destino. Sin
embargo en la mayoría de las personas esto no ocurre y predomina en ellas un
condicionamiento determinado, al cual se obedece automáticamente sin discernir si
es bueno o malo. Se actúa por presión del medio, porque nuestros padres nos
inculcaron alguna idea o por la identificación con algún ídolo. Lo real es que
no somos nosotros mismos los que decidimos nuestros destinos, no tenemos un
gobierno de nosotros. Con mucha comodidad nos dejamos gobernar y aún con
nuestro consentimiento; lo cual as peor.
Todo
ser humano debe gobernarse a sí mismo; para esto es necesario saber cómo
hacerlo. Existen técnicas y métodos sencillos y fáciles de poner en práctica
para lograr al dominio de sí.
En
toda la naturaleza encontramos cuatro principios fundamentales que rigen todo
el universo, la comprensión y al manejo de ellos permiten al ser humano iniciar
un dominio de sí. Estos son el principio activo, el pasivo, el neutro y al de
transición, ellos se pueden comprender de la siguiente forma; cuando Ud. se encuentre
frente a una dificultad usa los principios así:
PRINCIPIO
ACTIVO: Este tiene relación con los “pro” de las cosas, las ventajas, lo positivo,
lo bueno. Representa la tesis. Lo que es favorable.
PRINCIPIO
PASIVO: Este representa los “contra”, las desventajas, lo negativo, lo malo. Representa
la antítesis .Lo que es desfavorable.
PRINCIPIO
NEUTRO: Representa el análisis, la duda, la separación de los principios anteriores.
PRINCIPIO
DE TRANSICIÓN: Representa la síntesis, la conciliación, la unificación de
ideas, el equilibrio.
Estas
características deban tenerse siempre en cuenta cuando deseamos analizar con profundidad
algún problema; este debe ser enfocado con los cuatro principios; presentar el problema,
poner en duda, cuestionarlo; es decir actuar de neutro. Luego buscar lo positivo
del problema, lo bueno. En seguida ver lo negativo, lo malo. Para finalmente sacar
una conclusión conciliando y sintetizando. Con estos elementos podemos ir transformándonos
en gobernantes de nosotros mismos, de lo contrario alguien nos gobernará.
Los
cuatro principios se puedan observar en las etapas del desarrollo humano; en la
infancia se afirma casi todo, representa al positivo. En la adolescencia se produce una
rebeldía, se niega todo, es el negativo. La adultez representa la duda, el análisis
y tiene relación con el principio neutro. Finalmente, la madurez representa la conciliación, la síntesis
y el principio de transición.
Debemos
adquirir una nueva personalidad al conocer otros puntos de vista; al analizar mejor
las cosas. Debemos programarnos para la colaboración y no la competencia. Esta
programación fue adquirida cuando aún no teníamos poder de discernir.
La
clave del gobierno de si está en cada uno de los seres humanos, todos tenemos
que comprender el verdadero sentido de la vida, para luego orientarla en esa
dirección. Existe algo dentro da nosotros que ese trascendente y superior a la
materia, sin embargo, nos apegamos a ella y caemos en la trampa de la sociedad,
la cual nos encadena y condiciona. Somos incapaces de aprovechar les avances de
la tecnología y los descubrimientos científicos en beneficio de todos y en la mayoría
de los casos los empleamos para nuestra propia destrucción.
Todo
ser humano que toma consciencia de sí, inicia el dominio de sí. Es como nacer
de nuevo, tenemos el derecho y el deber de expresar el alma viviente que somos,
para lo cual es necesario conocer nuestro cuerpo físico y perfeccionarlo para
que sea un buen canal de expresión de lo más sutil.
Un
gran paso para el dominio de sí es conocerse. La persona no consciente de sí es
esclava de su pasado, el cual ocupa su mente en circunstancia que lo único que existe
es el presente. Todas las personas poseen un tremendo potencial; pero no lo
reconocen o no saben cómo usarlo. Sin embargo, podemos adquirir lo que nos
falta:
SOLAMENTE
TENEMOS QUE APRENDER CÓMO Y ACTUAR
Tenor
consciencia de sí no es sólo conocer el cuerpo, las emociones y la mente. Esto
es la personalidad, es le externo, la cáscara. Significa también ser consciente
que se es un alma viviente. Debemos destruir la ilusión que el cuerpo, las emociones
y la mente son la vida. Somos algo más superior que eso. Nuestra personalidad acumula
información en forma desordenada. Durante toda la vida ha sido condicionado por
los padres, abuelos, tíos, profesores, distintos representantes de autoridad.
Cuando niño nada se discrimina, no hay elementos de juicio y se aceptan
pensamientos incluso contradictorios. Todo lo que percibimos queda registrado
en el subconsciente, se recibe un conjunto de normas sin un plan armónico, cada
adulto nos dice lo que cree justo, pero sin ponerse de acuerdo entre sí. El ser
humano está hecho a pedazos y retazos. Cada condicionamiento pudiera ser
positive, esto sería válido; pero están incorporados en nuestra mente sin armonía.
Por todo esto los seres humanos no tienen dominio de sí y no pueden regir sus
propios destinos. Todos estos condicionamientos son adquiridos y por lo tanto
pueden cambiarse. Un trabajo consciente los cambia rápidamente. La ciencia y la
tecnología pueden devorar al nombre sino actúa con sabiduría.
Sugerencias
prácticas.
1.
Reflexionar sobre la idea de que no solo
somos personalidad, sino que también dentro de nosotros existe algo superior
que hay que conocer y que es nuestra esencia o individualidad.
2.
Trabajar con “slogans” para conducir nuestra
voluntad hacia lo más elevado de nuestro ser, lo que nos puede llevar al éxito
en el gobierno de sí.
3.
Evaluar permanentemente nuestros errores y
nuestros logros objetivamente.
4.
Asimilar todo lo positivo del medio y
desechar lo negativo.
ALV