sábado, 29 de agosto de 2015

VOLVER A LO SAGRADO

A continuación publicamos un extracto de una parte del libro llamado "Terapia del Alma: Particula Divina recuperada", escrito por Graciela Pérez Martínez. 

El argumento planteado es algo importante a considerar en los tiempos que estamos viviendo, antes que todos nuestros valores se vayan por el despeñadero. 

Estamos vivinedo tiempos de cambio muy significativos y es pobable que haya que reconvertir los puntos de vista imperante, antes que sea tarde y nos ahoguemos en nuestros propios errores.

Disfruten con la lectura.

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Iniciamos nuestra vida formando parte de una tribu y necesitamos una tribu que nos alimente, nos ampare en la primera etapa de evolución.
Cuando cada individuo comienza a ocuparse de sí mismo, comienza la búsqueda de algo trascendente y la religión viene a llenar el vacío de su alma que necesita un sostén de apoyo y una guía segura.
Fuimos enseñados para ser obedientes y se olvidaron de decirnos que somos “cocreadores”. Nos dijeron que el universo fue creado para nosotros y que debíamos encajar dentro del molde. Actualmente sabemos que el universo es un organismo vivo, que está cambiando permanentemente, que se ha expandido hasta componerse de millones de galaxias con cientos o miles de estrellas cada una. El universo se va forjando a sí mismo y continuará haciéndolo.
Descontaminar nuestra cultura del concepto del universo máquina que fue impuesto hace doscientos años por la física de Isaac Newton, es una imperiosa necesidad. Este concepto condujo a considerar nuestros cuerpos y nuestras mentes como máquinas también, con lo cual la teoría mecanicista se encuentra sobre la base de las ciencias que se ocupan del ser humano.
Nos hemos convertido en pasivos receptores de programas de televisión o de otros entretenimientos programados por parte de una “rutina del ocio” ¿Dónde queda lugar para la creatividad? ¿Es que acaso estamos destruyendo nuestras almas? ¿Cómo recobrar lo perdido?
Experimentando en el bien y en la profunda belleza de la vida, en la sagrada experiencia por el respeto por la vida y el asombro ante la maravilla de la naturaleza.
Recapturar lo sagrado es darse cuenta de que todas nuestras relaciones en la vida son sagradas. Nuestras relaciones son ondas de luz, por las cuales viaja la experiencia mística diaria. Los fotones existen en cada átomo del universo, pues son ondas de luz, Las ondas de luz atraviesan todo el universo y a todos los que le habitamos.
Ser espiritual es tener la capacidad para relacionarnos con la totalidad de la vida. Abarca todo lo que hacemos, decimos y pensamos. Cada elemento de nuestro cuerpo surgió de la explosión de una supernova hace cinco billones de años. Cada uno de nosotros está compuesto por mucho más que esta pequeña historia formada por ciertos archivos subconscientes sobre nuestros propios padres o acerca del abuso de los que han sido objeto las generaciones anteriores. Se trata del maravilloso “polvo de estrellas” original que nos compone, el cual no ha sido objeto de abuso, sino que es símbolo de creación y transformación permanente.

Recapturar lo sagrado es estar vivo y desarrollar la propia vida. Es estar atento a la energía que nos inunda, que quiere surgir desde nuestro interior para despertarnos y darle vida a nuestras células y a todas nuestras formas de expresión.
Las heridas del pasado actúan como cristales empañados: impiden ver la belleza del presente.