A continuación un artículo publicado hace ya algunas décadas en una publicación de la Fraternidad de los Servidores de la Nueva, Santiago de Chile, llamada Holograma, número 2.
Si bien es cierto han pasado sus buenos años, posiblemente podamos sacar algo de provecho de este artículo, especialmente aquellas partes especialmente prácticas para trabajar en el perfeccionamiento de uno mismo. Trabjo que por lo demás jamás termina, y así lo entiende el candidato a la Iniciación y aún más si se está en el Sendero.
Además de este artículo, también se publicaron en este número:
-El Iluminismo, la iluminación. caminos de reintegración.
- El ser humano, intermediario entre lo superior e inferior.
- La elevación espiritual por el trabajo en el mundo material.
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Las palabras magnetización y magnetismo indican la
existencia de un fenómeno que se conocía desde tiempos remotos (antes de
Cristo). En el reino de Lidia, Asia Menor, abundaba un mineral que, siendo
semejante al hierro, tenía la propiedad de atraer otros objetos de hierro. Este
mineral tiene el nombre de magnetita, y de esta forma se llamo magnetismo a la
fuerza de atracción de un cuerpo por otro.
En la actualidad se emplea el término magnetismo, en el
ámbito de las ciencias, en relación con el conjunto de fenómenos de repulsión y
atracción, tanto de imanes como de corrientes eléctricas.
El magnetismo en el Universo
El Universo está lleno de líneas de fuerza magnética, que
contienen la base de su estructura y de su evolución. Estas líneas de fuerza
son energía en forma de corpúsculos (paquetes de energía) y ondas.
El sol en el conjunto galáctico, es un
acumulador—transformador—distribuidor de la energía que estructura el Universo.
Por tanto tiene su propio campo de fuerza, del cual dependen los campos de
fuerza de cada uno de los planetas que giran a su alrededor. La tierra tiene su
propio campo de fuerza, generado por el hierro de su núcleo y el movimiento de traslación, lo que le hace
comportarse como un gigantesco imán. Por esta razón es que el planeta posee
polos magnéticos, sobre los cuales se basa el funcionamiento de la brújula.
E1 Campo de fuerza magnético generado por la tierra
interactúa con la energía emitida por el sol, la cual tienen una frecuencia determinada.
Todo este lleva a que en la atmósfera del planeta se forme un campo
electromagnético muy rico que permite la exteriorización de una serie de fenómenos,
que van desde los aspectos atmosféricos hasta la expresión de la vida sobre el
planeta.
Alrededor del planeta, y en la parte más externa de su atmósfera
existe un cinturón de radiaciones, producto de la interacción de las energías cósmicas
y telúricas, este cinturón recibe el nombre de Van Hallen. En esta Formación
podemos advertir como el planeta es un inmenso imán que atrae y mantiene en una
capa envolvente una serie de partículas energéticas provenientes del cosmos.
Desde el punto de vista esotérico, los campos de fuerza de
los cuales está lleno el Universo, son creados por el Espíritu de Dios. Estos
campos, por lo tanto no son materia sino espíritu, o sea, energía. Son los
creadores del Universo, de la rotación y del pulso del Universo.
El magnetismo en el ser humano
Una Ley Universal nos dice: "Como es arriba es abajo y
como es abajo es arriba", por lo tanto si el Universo, nuestro sistema solar
y nuestro planeta poseen un campo magnético, también lo posee el ser humano, el
cual debe vivir y, por lo tanto, interactuar con estas fuerzas cósmicas.
El esoterismo reconoce en el cuerpo etérico los fenómenos de
tipo energético y magnético. Este cuerpo tiene directa relación con la salud o
el bienestar del cuerpo físico. Si este campo de fuerza electromagnético se
encuentra en armonía con las fuerzas magnéticas telúricas y cósmicas existirá
una adecuada expresión de la energía a través de cada una de las células de
nuestro cuerpo.
La adecuada expresión y desarrollo del cuerpo etérico
promueve la adecuada expresión del cuerpo físico. Esta relación se aprecia en todos
los aspectos de nuestra fisiología: intercambio iónico y nutrición celular, oxigenación
y desarrollo celular, transmisión de los impulsos nerviosos, etc.
La sangre es un vehículo de distribución del magnetismo
presente en nuestro cuerpo etérico, así como el sistema nervioso. El cerebro es
el gran condensador de esta energía magnética.
El cuerpo etérico obtiene la energía de tres partes, las
cuales intervienen en su alimentación cotidiana, a saber:
1) El Sol y la tierra.2) El aire. y 3) Los alimentos físicos.
Una adecuada alimentación en estas tres fuentes energéticas
nos llevará a tener un cuerpo etérico o magnético fuerte y vigoroso.
El magnetismo personal
Como ya hemos visto esto dependerá de que tan armónico y
desarrollado se encuentre nuestro cuerpo etérico.
La influencia del cuerpo etérico se puede evidenciar no sólo
en el aspecto de salud y vigor físico, sino que también en la transmisión de una
energía de atracción sobre el resto de los seres humanos. Esta energía
atractiva se conoce comúnmente como "ángel" o "carisma".
Tanto para la persona que da como para la que recibe estas
influencias magnéticas serán estimuladas por ellos y se sentirán en completa
armonía a tal punto que una interrupción de esta conexión provocaría una
alteración anímica o física que se podría recuperar restableciendo el contacto.
Esta comunicación de tipo magnético es fácil de encontrar en
distintas relaciones cotidianas o frecuentes, por ejemplo: padre - hijos;
gobernante gobernados; sacerdote - fieles; maestro - discípulos; etc.
El desarrollo de este magnetismo personal se puede lograr a través
de sencillas prácticas, que pueden y deberían ser elementos de vida cotidianos
para personas que deseen desarrollar en su interior la parte más trascendente
de su ser. Sin embargo, es fundamental para que estas prácticas puedan dar resultados
satisfactorios una alimentación física sana y equilibrada, vida en contacto con
la naturaleza, control de las emociones y desarrollo de las emociones
positivas, control de los pensamientos, es decir en general el desarrollo de
una actitud mental positiva.
Algunas de estas prácticas son las siguientes:
1.- Cada mañana cuando se vea en el espejo, no se retire de este
hasta que la imagen que vea reflejada sea la de una persona alegre, optimista,
segura de sí. Inmediatamente que
logremos esta imagen nos retiramos del espejo, así no se sigue viendo, afín de
que la última imagen que quede grabada
en el subconsciente sea la deseada.
2.- Complementaria a la práctica anterior es la de sonreír
con la mirada, es decir, cuando nos encontremos frente al espejo, sonreír pero
no con la boca o con expresión facial, sino que llegar a expresar alegría a través
de la mirada nada más. Se dice, y con mucha razón, que los ojos son las
ventanas del alma. La mirada demuestra con mayor fuerza que ninguna otra cosa
nuestra disposición anímica.
3.- Desarrolle el "Brillo interior". Imaginemos
que en nuestro interior se desarrolla y acumula un gran brillo interno, que se
va acumulando a nivel del pecho. Este brillo debe imaginarse concorde vamos
pensando en la persona o personas a las cuales queramos llegar magnéticamente.
Una cosa importante es el de desarrollar este brillo en forma previa al evento
en el cual queremos estar cargados magnéticamente. También es importante que
este brillo se vaya entregando dosificado en forma de luz que sale de nosotros
y por supuesto dirigirlo hacia las personas con las cuales tengamos intención
de establecer un contacto mayor.
4.- Complementario a lo anterior, podemos dirigir nuestra
luz interna a través de un pequeño "embudo" que nos " sale desde
nuestro entrecejo, hasta otro pequeño embudo en la misma posición de mi o mis
interlocutores, ambas formaciones de forma de embudo o cónicas son construidas,
obviamente, por la imaginación. De esta forma imaginamos, o mejor dicho
visualizamos, que a medida que hablamos sale luz de nuestro "embudo"
e ingresa al de la o las personas que nos escuchan. Así no sólo se establece
una comunicación en base a las palabras, sino que también del tipo energética.
La magnetización
Además de contactarnos magnéticamente con otras personas,
también podemos comunicarnos con otros seres vivientes e incluso imbuir objetos
inanimados con nuestra energía magnética. Esta acción la llamaremos
magnetización, es decir, la acción de comunicar la propiedad magnética a un
cuerpo. Toda la elaboración de amuletos y talismanes se basa fundamentalmente
en estos conocimientos. De esta forma también nosotros nos magnetizamos con
energía evolutiva (de desarrollo) al desarrollar el magnetismo en el objeto y
encaminarlo hacia el servicio.
Existen algunos elementos que son fáciles de magnetizar, ya
que pueden ser influenciados profundamente por la energía magnética. Dentro de
estos elementos fácilmente magnetizables se encuentra el agua, así que es
práctica recomendable magnetizarla en forma positiva y luego beberla y así
extraer las propiedades benéficas que este proceso conlleva. Para magnetizar
conscientemente el agua es necesario producir el brillo interior, pensando lo más
positiva y altruistamente posible, derivar este brillo al vaso con agua, e
imaginar que éste Io envuelve completamente, al hacer esto se puede apoyar en
una oración o plegaria, Finalmente beber el agua del vaso, consciente que está
tomando un agua ricamente energizada. Pero también se puede dejar un vaso de
agua en lugares con magnetización negativa, y luego botar esa agua y así ayudar
a eliminar esa energía.
Las instituciones dedicadas al servicio y a la evolución del
ser humano en forma total y francamente desinteresadas, como son los Colegios o
Escuelas de Iniciación reales, están imbuidas de una gran fuerza magnética concordantes
con sus objetivos. Este campo de influencia real y mágica se conoce como
Egregor.
ALV
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