sábado, 30 de mayo de 2015

EL GOBIERNO DE SÍ



Cada ser humano aspira a tomar sus propias decisiones y dirigir su destino. Sin embargo en la mayoría de las personas esto no ocurre y predomina en ellas un condicionamiento determinado, al cual se obedece automáticamente sin discernir si es bueno o malo. Se actúa por presión del medio, porque nuestros padres nos inculcaron alguna idea o por la identificación con algún ídolo. Lo real es que no somos nosotros mismos los que decidimos nuestros destinos, no tenemos un gobierno de nosotros. Con mucha comodidad nos dejamos gobernar y aún con nuestro consentimiento; lo cual as peor.
Todo ser humano debe gobernarse a sí mismo; para esto es necesario saber cómo hacerlo. Existen técnicas y métodos sencillos y fáciles de poner en práctica para lograr al dominio de sí.
En toda la naturaleza encontramos cuatro principios fundamentales que rigen todo el universo, la comprensión y al manejo de ellos permiten al ser humano iniciar un dominio de sí. Estos son el principio activo, el pasivo, el neutro y al de transición, ellos se pueden comprender de la siguiente forma; cuando Ud. se encuentre frente a una dificultad usa los principios así:
PRINCIPIO ACTIVO: Este tiene relación con los “pro” de las cosas, las ventajas, lo positivo, lo bueno. Representa la tesis. Lo que es favorable.
PRINCIPIO PASIVO: Este representa los “contra”, las desventajas, lo negativo, lo malo. Representa la antítesis .Lo que es desfavorable.
PRINCIPIO NEUTRO: Representa el análisis, la duda, la separación de los principios anteriores.
PRINCIPIO DE TRANSICIÓN: Representa la síntesis, la conciliación, la unificación de ideas, el equilibrio.
Estas características deban tenerse siempre en cuenta cuando deseamos analizar con profundidad algún problema; este debe ser enfocado con los cuatro principios; presentar el problema, poner en duda, cuestionarlo; es decir actuar de neutro. Luego buscar lo positivo del problema, lo bueno. En seguida ver lo negativo, lo malo. Para finalmente sacar una conclusión conciliando y sintetizando. Con estos elementos podemos ir transformándonos en gobernantes de nosotros mismos, de lo contrario alguien nos gobernará.
Los cuatro principios se puedan observar en las etapas del desarrollo humano; en la infancia se afirma casi todo, representa  al positivo. En la adolescencia se produce una rebeldía, se niega todo, es el negativo. La adultez representa la duda, el análisis y tiene relación con el principio neutro. Finalmente,  la madurez representa la conciliación, la síntesis y el principio de transición.
Debemos adquirir una nueva personalidad al conocer otros puntos de vista; al analizar mejor las cosas. Debemos programarnos para la colaboración y no la competencia. Esta programación fue adquirida cuando aún no teníamos poder de discernir.
La clave del gobierno de si está en cada uno de los seres humanos, todos tenemos que comprender el verdadero sentido de la vida, para luego orientarla en esa dirección. Existe algo dentro da nosotros que ese trascendente y superior a la materia, sin embargo, nos apegamos a ella y caemos en la trampa de la sociedad, la cual nos encadena y condiciona. Somos incapaces de aprovechar les avances de la tecnología y los descubrimientos científicos en beneficio de todos y en la mayoría de los casos los empleamos para nuestra propia destrucción.
Todo ser humano que toma consciencia de sí, inicia el dominio de sí. Es como nacer de nuevo, tenemos el derecho y el deber de expresar el alma viviente que somos, para lo cual es necesario conocer nuestro cuerpo físico y perfeccionarlo para que sea un buen canal de expresión de lo más sutil.
Un gran paso para el dominio de sí es conocerse. La persona no consciente de sí es esclava de su pasado, el cual ocupa su mente en circunstancia que lo único que existe es el presente. Todas las personas poseen un tremendo potencial; pero no lo reconocen o no saben cómo usarlo. Sin embargo, podemos adquirir lo que nos falta:
SOLAMENTE TENEMOS QUE APRENDER CÓMO Y ACTUAR
Tenor consciencia de sí no es sólo conocer el cuerpo, las emociones y la mente. Esto es la personalidad, es le externo, la cáscara. Significa también ser consciente que se es un alma viviente. Debemos destruir la ilusión que el cuerpo, las emociones y la mente son la vida. Somos algo más superior que eso. Nuestra personalidad acumula información en forma desordenada. Durante toda la vida ha sido condicionado por los padres, abuelos, tíos, profesores, distintos representantes de autoridad. Cuando niño nada se discrimina, no hay elementos de juicio y se aceptan pensamientos incluso contradictorios. Todo lo que percibimos queda registrado en el subconsciente, se recibe un conjunto de normas sin un plan armónico, cada adulto nos dice lo que cree justo, pero sin ponerse de acuerdo entre sí. El ser humano está hecho a pedazos y retazos. Cada condicionamiento pudiera ser positive, esto sería válido; pero están incorporados en nuestra mente sin armonía. Por todo esto los seres humanos no tienen dominio de sí y no pueden regir sus propios destinos. Todos estos condicionamientos son adquiridos y por lo tanto pueden cambiarse. Un trabajo consciente los cambia rápidamente. La ciencia y la tecnología pueden devorar al nombre sino actúa con sabiduría.
Sugerencias prácticas.
1.                 Reflexionar sobre la idea de que no solo somos personalidad, sino que también dentro de nosotros existe algo superior que hay que conocer y que es nuestra esencia o individualidad.
2.                 Trabajar con “slogans” para conducir nuestra voluntad hacia lo más elevado de nuestro ser, lo que nos puede llevar al éxito en el gobierno de sí.
3.                 Evaluar permanentemente nuestros errores y nuestros logros objetivamente.
4.                 Asimilar todo lo positivo del medio y desechar lo negativo.
ALV