viernes, 30 de diciembre de 2011

EL EGRÉGOR (i)

Un conjunto de personas que tienen objetivos comunes y mantienen ciertas relaciones internas entre sí, constituyen un grupo. Si este grupo se reúne regularmente inspirado en estos objetivos, va formando poco a poco un sentimiento grupal.

Este sentimiento o “espíritu” grupal está formado por la suma de los pensamientos, deseos, ideales, sentimientos, etc. de los integrantes de ese grupo. Si el grupo se reúne y trabaja en forma sistemática, esta “forma” grupal va adquiriendo fuerza y vitalidad. Comienza a hacerse tan real que puede ser sentido de alguna forma por los integrantes. Este sentimiento grupal adquiere así una característica definida. De allí que podamos denominarla "forma" grupal. Cada integrante aporta algo de su energía "psíquica" para su formación y esta forma adquiere así entonces existencia.

Se produce una interacción entre esta “forma” y los integrantes. Cada miembro del grupo la alimenta con sus pensamientos y deseos y a la vez se estimula por la presencia de este sentimiento grupal.

Las características de esta forma grupal serán más o menos positivas o negativas según los pensamientos y deseos de los integrantes. Cuando un nuevo miembro se incorpora al grupo, se sentirá más o menos cómodo en él según sea su modo de pensar y sentir. Si su manera de ser está en general concorde con el espíritu grupal, se sentirá bien. Si no es así, deberá adaptarse o irse.

En los grupos con objetivos espirituales esta forma puede adquirir nuevas e importantes características.

Si sus directivos tienen los objetivos bien claros y definidos; si tienen siempre presentes los principios de la organización a la cual pertenecen; si tienen en cuenta las leyes universales; y si actúan conforme a todo esto; entonces podrán hacer un trabajo consciente para la creación de una forma grupal que reúna las siguientes características:

1. Estar provisto solamente de cualidades y pensamientos positivos (evolutivos); y
2. Estar conectado con las jerarquías superiores o con formas superiores más altamente evolucionadas.

Esta forma se conoce en esoterismo come "egrégor“.

Su conexión con formas más evolucionadas permite “energizar” más fuertemente sus aspectos positivos y servir además de “puente” o de “antena” que permite a los integrantes de ese grupo (y especialmente a sus directivos) obtener inspiración para su trabajo espiritual, a la vez permite cautelar los ideales y a los integrantes del grupo. En este caso resulta ser el todo mayor que la suma de sus partes.

El egrégor tiene un origen mental. Es "materia" mental que se ha organizado y se le ha dado una forma definida, análogamente como al fabricar un objeto físico obtenemos materia física y la organizamos, le damos forma y la delimitamos otorgándole entonces una cualidad y utilidad nueva.

Además el egrégor se reviste de una forma astral y etérica. Su parte física está compuesta por todos los integrantes del grupo.

Al egrégor se le puede “alimentar” de tres maneras:

1. Por un trabajo diario de meditación profunda y elevada del organizador del grupo espiritual;
2. Por el trabajo colectivo aunado y simultáneo (especialmente si es por medio de un ritual); y
3. Por la toma de consciencia de cada integrante del grupo de los principios que inspiran la organización, su meditación y acción acorde con ellos.

Si el egrégor tiene las características señaladas y es alimentado de la forma indicada, se constituye en un poderoso agente vitalizador del grupo que le asegura una existencia larga y una constante inspiración para cada uno de sus miembros.

ALV

___________
(i) Del griego “egregoroi” que significa velar, y también del latín “ e de gregis”, que significa multitud rebaño, reunión.

viernes, 23 de diciembre de 2011

LA INICIACIÓN (3º PARTE Y FINAL)

Esta es la entrega de la tercera parte y final de este capítulo del Dr. Clymer.
Vuelvo a mencionar que mi intención, así como el del blog en si, es que tengamos oportunidad de apreciar distintos puntos de vista insertados en la "Tradición esotérica occidental".
Puntualmente con este escrito cabe comentar la importancia que otorga al entorno, al trabajo y la acción los sistemas de iniciación RC. Se propende a un equilibrio y no olvidar a nuestro cuerpo, que es tan importante cuando se le considera dentro de un contexto integral y holístico. En otras palabras, nuestra alma, consciencia, espíritu, chispa divina, o como quiera llamársela no puede desarrollarse y expresarse adecuadamente en tanto nuestros cuerpos más densos no se lo permitan, y para ello éstos deben gozar de vitalidad, salud y armonía.


LA INICIACIÓN (3º parte y final)

El Iniciado Filosófico no se afecta por manías ni por fantasías. No se predispone, pero siempre se esfuerza por mantenerse libre de opiniones propias que no estén fundadas en hechos. Busca los fundamentos del ser; y sabe reconocer el bien donde se encuentre, ya sea en un amigo o un enemigo; recibe cordialmente, todo lo que tiende a mejorar al hombre o a la mujer, a hacerlos más fuertes, y libres de todas las cosas indeseables. Se niega a estar atado a ningún credo en especial por la razón que no tiene ningún interés por los credos o dogmas.

Su misión es, primero, la de ayudarse a sí mismo, y después de haberlo logrado, la de ayudar a sus semejantes a despertar al entendimiento de sus posibilidades y oportunidades sin límite, y a reconocerse a sí mismo como un símbolo, una encarnación de un todo universal.

Únicamente cuando el hombre adquiere el entendimiento de sus propios poderes creativos, de sus debilidades y fortaleza, puede lograr una posición como un Iniciado Filosófico. Si se puede dar cuenta que él, como un pequeño universo, un Microcosmo, es en realidad un reflejo del universo mas grande, macrocosmo; entonces puede llegar a estar iniciado en un completo entendimiento de su Unidad con Dios, Quien es Todo.

Existe un mal entendimiento por lo que respecta al sistema de vida y entrenamiento durante la senda para alcanzar la Iniciación Filosófica. Muchos se encuentran bajo la impresión de que se hacen exigencias rígidas y austeras, y que se necesita una dolorosa abstinencia en la dieta, el ejercicio y los placeres de la vida. Estas ideas se basan en la ignorancia. Nada se exige del Neófito a excepción de aquello que es para su bienestar temporal y eterno.

Respecto a la dieta, la mayoría de los Iniciados Filosóficos, entre ellos muchos médicos de larga experiencia, sostienen que la dieta natural y apropiada para el hombre excluye las carnes de sangre caliente, por el contenido que pudieran tener de enfermedades, toxinas y urea; sin embargo, estos hombres no son radicales. El clima, la ocupación, el temperamento, la condición física y la herencia ancestral deben tomarse en consideración. Aquí como dondequiera, "las circunstancias afectan los casos".

Hay ocasiones en las que el organismo de un individuo puede requerir, por un lapso, de proteína animal,[1] pero en tales casos la persona que se toma en consideración no estaría en buena salud física o mental para proseguir en la Gran Obra. La primera base esencial es la de establecer el equilibrio mental con el físico, o lo que denominamos "salud".

En algunos países, especialmente en China, India, Japón y diversos países más pequeños, la dieta de arroz y pescado es casi general. Esta parece proveer la alimentación suficiente para el cuerpo y la mente, constituyendo gran resistencia física, fuerza nerviosa y viveza mental.

A este respecto debemos tener presente dos factores importantes: Primero, en estos países, el arroz y el pescado son los dos productos alimenticios principales; el arroz crece bajo el mismo sol donde vive la gente que lo consume. Está dotado de las mismas vibraciones o fuerzas vitales que dan la vida a las gentes. Segundo: por muy largas centurias, en estos países en particular, la gente no ha conocido otra alimentación. Sus organismos se han adaptado a la digestión y absorción de estos alimentos que han formado su estructura corporal y fuerza vital.

Como frecuentemente acontece, cuando estas gentes emigran a otro clima diferente y permanecen allí por cierto tiempo, quizá encuentren necesario el cambio de su dieta; en otra forma, su eficiencia física y mental bajaría considerablemente, aunque esto sea psicológico en parte, por su asociación con aquellos que subsisten bajo una mayor variedad de alimentos.

En los países que se encuentran bajo el sol tropical la gente vive, principalmente, de frutas que fácilmente se obtienen, y en especial, el plátano[2]. Con estos alimentos los nativos desarrollan fuerza y resistencia que desconocen los consumidores de carne. Aquí opera el mismo principio: el plátano y otras frutas que crecen donde vive la gente, estén dotados de las mismas fuerzas vibratorias, o vitales que ellas mismas poseen; por consiguiente, contienen los elementos necesarios constructivos y productores de vida.

Aquellos que viven bajo el frio extremo, como los esquimales, viven de las grasas, porque son elementos productores de calor. Se debilitarían rápidamente y morirían si se les forzara a subsistir de arroz, pescado, plátanos y otras frutas.

La escuela de Iniciados considera la dieta sin carne como ideal, natural y normal, y necesaria durante cierto tiempo durante el entrenamiento. Si abuelos y padres han sido voraces comedores de carne, por lo general, no es sabio para cualquiera dejar, completamente, de comer "carne-caliente"[3]. Se debe sobreponer a la costumbre gradualmente, substituyéndola por los alimentos naturales que contienen los elementos idénticos esenciales para los nervios, el cerebro, los músculos y los huesos hasta que encuentre que su constitución no requiere más de la carne.

El Neófito que entra a la senda debe familiarizarse con todas estas cosas. Es por esta razón que debe estudiar los textos que lo pongan al corriente de las leyes que gobiernan su ser. También debe procurar la guía e instrucción personal de alguno que haya recorrido la senda y se encuentre consagrado con un vasto acervo de conocimientos y gran experiencia. Si el hurgador hace el intento de seguir solamente las instrucciones generales, puede encontrarse con muchas desilusiones. Para evitar el fracaso, el Neófito requiere de instrucción personal, guía y protección, adaptadas a sus necesidades personales.

Por lo que respecta al ejercicio físico, por lo general, al Neófito se le puede dejar en libertad para que siga sus inclinaciones, Todos deben practicar gimnasia moderadamente, no por el deseo de convertirse en un Iniciado Filosófico, sino por el logro de su salud; de formar energía y tener un abastecimiento abundante de vitalidad para la resistencia; todo esto es necesario para estar en paz y tener éxito en la vida.

¿Y que de los placeres generales de la vida? ¿Acaso los Iniciados Filosóficos y miembros de la Augusta Fraternidad enseñan la idea de que una cara larga y torcida, sin alegría, sin risa, y la negación de los placeres inocentes de la vida conducen al adelanto espiritual? ¿Prohíben los deportes y juegos al aire libre, la opera y los salones de conciertos, v todas aquellas recreaciones en que el hombre se deleita? ¡Seguramente que no!

Nada que sea benéfico se niega ni al Neófito ni al Iniciado; no existe la menor inclinación a ser exigente y Farisaico por lo que respecta a lo que constituye "placeres inocentes". No existe sino un principio como guía: en nada debe incurrirse que pueda causar dolor, tristeza, daño o pérdida tanto a sí mismo como a otros. Esa es la única ley que gobierna.

La cara larga de probidad propia, el semblante de creyente hipocresía, no tienen lugar en el Arcano del ocultismo elevado. Al hombre se le permite gozar de la vida en cualquier forma que el escoja siempre y cuando no sea a costa de su bienestar o el de otro; de ahí, que la cena, el banquete, la ópera, los juegos y diversiones, la asociación de hombres y mujeres, los deportes sanos, no están prohibidos, sino al contrario, deben alentarse.

Toda diversión debe estar liberada de todo lo que puede causar pena, dolor, remordimiento o pérdida la, cualquier ser humano. Ninguno de los esenciales de la verdadera felicidad están prohibidos. Por el contrario, al Neófito se le enseña a buscar aquellas cosas que aportan la felicidad y el bienestar de él y de otros, La paz y la felicidad son patrimonio de toda Alma viviente, pero primeramente se deben ganar. El hecho que la humanidad no los posea es la prueba del egoísmo así como de la debilidad; ambos deben ser eliminados.

La palabra LEY, como se usa por los Iniciados Filosóficos y en los textos de la Fraternidad, no hace referencia a los dictados emanados de los hombres; reglamentaciones y decretos arbitrarios, sino a los mandatos Divinos que se han dado a los hombres por su Creador para el gobierno de TODOS los hombres.

Los detalles respecto a la Ley Divina se hacen patentes al individuo de acuerdo con su interpretación iluminada. Es necesario, sin embargo, llamar la atención sobre la función negativa de la Ley Divina, de modo que, por contraste, lo positivo se haga más claro y más potente.

Conociendo los efectos de la aplicación negativa de la Ley Divina, podemos estar en guardia, y así protegernos de sus reacciones.

La Iniciación Filosófica presupone, que el que la posee, ha encontrado el "Cáliz Blanco de Dios”, el Grail Divino, el corazón del Fuego; la lengua de la Luz Inefable.

Igualmente significa el encuentro del "Mundo Perdido" de los Misterios de que los Alquimistas, Los Magos y otros Iniciados, han escrito tanto. Es el encuentro del Cristo dentro del templo, que es el HOMBRE.

Aquel que ha alcanzado la Conciencia, también ha encontrado la Luz Divina que arde sobre el Altar. Ha tenido éxito en la purificación del corazón, para que lata con el amor hacia la humanidad, y para que se encuentre libre de la crítica hacia otros.

Entonces el Iniciado ha aprendido la lección que enseñaran los antiguos Maestros: "Aquel que todo lo sabe, todo lo perdona". El Nazareno lo expresé a su modo:

“Perd6nalos porque no saben lo que hacen”

Uno de los logros que se anhelan con la Iniciación es el del “juicio justo”; el juicio que ni censura ni condena.

Si usted tiene la Voluntad de obedecer y ejecutar, entonces le es conveniente entrar a la Senda de la Iniciación Filosófica. (Fin).


[1] Una célula de proteína es solo una célula de proteína para el sistema físico. No importa que se obtenga de un producto animal, un animal de sangre caliente, o de uno de tantos productos del mar o de las legumbres.

[2]E1 plátano preparado debidamente, es un alimento tan rico o más rico en proteínas que la carne.

[3] Véase el tercer volumen, “El Libro de los Rosa Cruces”.

martes, 20 de diciembre de 2011

LA INICIACIÓN (2º PARTE)

Aquí va la segunda entrega de este capítulo del libro del Dr. Swinburne Clymer.
Disfrútenlo y antes que nada espero que su reflexión sirva para la guía del buscador.
La tercera parte terminará este escrito.


LA INICIACIÓN (2º parte)

Están en la creencia de que por medio de las fuerzas mentales que se radian, y por una dirección vigorosa de la Voluntad, Sin el desarrollo de una personalidad agradable, pueden encontrarse con el éxito en los negocios o los asuntos sociales; y que ellos con solo la fe y la afirmación de: ‛`el dinero me clama", o ‛`el dinero viene hacia mí", pueden radiar fuerzas que regresarán con todo el dinero necesario que llenen sus exigencias.

Estas ideas, es cierto, son cultivadas asiduamente por muchos autores. Tales creencias son erróneas en extremo; son irracionales; son tan ímprobas como la mente de un hombre que osadamente entra en la casa de otro y roba lo que quiere.

El desarrollo de una mente saludable, racional y poderosa, y de una potente v dominante Voluntad, es casi imposible sin la base de la salud física, la fuerza y la vitalidad. La fuerza mental y el poder de la Voluntad dependen de la energía física; de la salud y la energía cerebral y nerviosa. Todas estas condiciones son el resultado de la atención de la higiene, del ejercicio físico, del pensar racional, de los deseos sanos y, sobre todo, de la alimentación debida.

Muchos negarán esta aseveración, pero estarían prestos a coincidir con nosotros, si les fuese posible atestiguar, como lo hemos hecho nosotros, los desastres mentales y físicos que resultan de los sistemas irracionales en el entrenamiento mental, y de las prácticas síquicas insustanciales.

La pura fuerza de la Voluntad por sí misma no puede, excepto, posiblemente, en forma momentánea, controlar los pensamientos, ni guiar juicios precisos, o dirigir negocios de grandes proporciones. No puede ejercer esfuerzos físicos enérgicos en la ejecución de trabajos manuales, a menos que el cuerpo físico se encuentre preparado y suministrado con alimentos nutritivos adaptados a los requerimientos del individuo, y a la ocupación o actividad de cada cual.

Tampoco es la pura concentración del pensamiento sobre una empresa o negocio o un proyecto para hacer dinero, lo suficiente para asegurar el éxito. Al igual que participar en los estimulantes alcohólicos puede dar la impresión de una brillantez mental, o proporcionar actividad por un corto lapso, aun a uno que esté a punto de morir, así el poder de la Voluntad por si sola puede sostener la superactividad por algún tiempo, pero es destructor en sí y hace fracasar sus propios fines.

Que se graben los requisitos para lograr la salud, la fuerza y el vigor: la Voluntad debe ser dirigida para el logro del saber preciso de las LEYES QUE REFUERZAN LA SALUD FÍSICA, LA FORTALEZA Y EL VIGOR. Segundo: ESTE CONOC1M1ENTO DEBE CANALIZARSE A LO ÚTIL, TODO EN ARMONÍA CON LA LEY. Para alcanzar el éxito en los negocios, la mente y la Voluntad deben encauzarse hacia el dominio del conocimiento de las leyes que refuerzan las empresas comerciales. Debe haber una correcta y completa preparación del negocio que se tiene en mente.

DESPUES DE TODO ESTO, la Voluntad debe ser lo suficientemente fuerte para dirigir y mantener el deseo de alcanzar el éxito; rechazando el volverse impaciente, indolente, inactivo o descuidado, porque el éxito sea lento en aparecer. Es en este punto crítico que la Voluntad es de inapreciable importancia.

Las Leyes Espirituales, esas Leyes que versan sobre el Cristo o el Alma del hombre, están en armonía perfecta con lo que se denomina leyes naturales. El mundo natural es un prototipo del mundo espiritual. Las Tablas de Hermes, el Legislador, claramente asientan:

"Como es arriba, así es abajo;
como es abajo, así es arriba”.

Debido a esta Ley, cualquier funcionamiento de fuerzas mentales y de la Voluntad que viola una ley natural, viola también la Ley Divina o Espiritual, y debe evitarse.

El sabio agricultor, sembrador de la semilla y segador de la cosecha, está completamente percatado que la compra de buena semilla y el lanzarla a los cuatro vientos no es lo suficiente para obtener una buena cosecha. Al contrario, su primer pensamiento es el de PREPARAR LA TIERRA EN DONDE LA SEMILLA HA DE SEMBRARSE. ESTO DEBE EJECUTARSE EN DEBIDA FORMA; reconociendo, como lo hace él, que la tierra pobre o impreparada, de cierto, rendirá una cosecha pobre.

Aún después que la tierra este bien preparada, la buena semilla obtenida y sembrada en el tiempo propicio, el agricultor experimentado sabe que debe haber un cultivo adecuado y regular si el rendimiento debe ser como se espera.

Lo mismo sucede con el Neófito sabio y sincero. Su primer cometido es el de alcanzar un completo entendimiento de la Ley a fin de que se encuentre enteramente instruido en todos los aspectos de la materia. Esto lo ejecuta en idéntica forma que un estudiante de medicina, o leyes, o cualquier otra profesión importante, estudia cuidadosamente y a fondo sus libros de texto. Cuando ha adquirido los conocimientos, prosigue a preparar su cuerpo, limpiándolo de impurezas y abasteciéndolo de alimentos que se requieren para el desarrollo de un potente sistema nervioso, físico y mental. ¿Cómo puede esperar el desarrollo de vigor mental y una poderosa Voluntad si el vehículo carece de preparación adecuada?

En igual forma, tampoco sería razonable esperar que una maquina de gasolina hiciera un trabajo satisfactorio con sus cilindros cubiertos por una capa de carbón, con las bujías medio desgastadas y llenas de residuos, la gasolina con agua y polvo, el aceite lubricante sucio y quemado y el aspirador de aire mal ajustado. La máquina de gasolina es diseñada en forma parecida a la del hombre. El mismo cuidado se requiere en el cuerpo del hombre si debe funcionar correctamente y en forma eficaz, como la máquina.

Es bien sabido que el hombre de negocios ordinario que trabaja con el cerebro, y que no se interesa para nada en asuntos espirituales, sufre mucho de agotamiento nervioso cuando no presta debida atención a su alimentación, descanso, respiración, recreación y ejercicio. Es también cierto que el sistema sensorial del Neófito se afecta si todas estas cosas se descuidan; su organismo es extraordinariamente sensitivo y su imaginación muy alerta.

E1 ocultismo elevado, o el Arcano tiene como fin la Iniciación Filosófica o espiritual. Esto no es ni erróneo ni irracional. Tal iniciación abarca el ESTABLECIMIENTO DE UN EQUILIBRIO ENTRE EL CUERPO FÍSICO, LA MENTE Y EL ALMA. Incluye un desarrollo bien redondeado de la naturaleza tetrámera del hombre: el cuerpo físico, la mente, el espíritu (la vida o las fuerzas vitales) y el Alma. El ser humano en todas sus partes debe ser considerado con igual atención.

Estamos compenetrados de los muchos que niegan la existencia de lo material y el cuerpo físico, alegando que se trata de una ilusión y un engaño, pero que no obstante, viven como glotones para satisfacer sus apetitos físicos anormales, y que hacen todo esfuerzo para obtener y acumular riquezas materiales para satisfacer un anhelo de posesiones, que también son de naturaleza física.

Están entrampados por un engaño presuntuoso e ilógico que ellos denominan "fe". No tenemos esperanzas de llegar hasta ellos. Estamos trabajando solo para los muchos buscadores racionales de las cosas superiores y de una vida más elevada, quienes están dispuestos y deseosos de ser instruidos y dirigidos en el Camino de la Vida, en lo que nosotros denominamos la Gran Obra.

El Neófito debe primero prestar una cuidadosa atención a su cuerpo físico, proveyéndolo de la mejor alimentación y recreo para su mejoramiento. Un sistema natural y racional de forma de vida debe adoptarse, y apegarse a él. Esto de ninguna manera debe interferir con sus ocupaciones diarias y sus propósitos entre los hombres. El propósito del Arcano o desarrollo interno es realmente el hacer al hombre más eficiente  en todos los asuntos prácticos, y ayudarle a vivir una vida más útil en provecho tanto de el mismo como de sus semejantes.

Un concepto erróneo casi universal es el de asociar el Arcano o Iniciación Filosófica con formas sutiles del hipnotismo, siquismo, espiritualismo, fenómenos del espiritismo y de la siquiatría y aspectos de experimentación síquica, todo lo cual tiene bases negativas.

E1 desarrollo del Alma, o Iniciación Filosófica, el despertar del Cristo interno haciendo que se manifieste no tiene nada que ver con estas creencias o prácticas. Las bases del Arcano son opuestas radical y fundamentalmente a todo aspecto de manifestación anormal. LA INICIACIÓN RESULTA DE UN CONTINUO ESFUERZO HACIA EL DESARROLLO. TRATA DEL DESPERTAR DEL SER SUBCONSCIENTE, HACIENDO SURGIR EL CRISTO A LA CONCIENCIA. ES EL SEGUNDO NACIMIENTO ESPIRITUAL: LA MORTALIDAD QUE SE VISTE DE INMORTALIDAD. Los métodos que se siguen en la senda hacia la Iniciación Filosófica previenen eficazmente contra toda forma de tendencias negativas. Repudian todo aspecto que interfiera con la independencia u hombría individual del Neófito; el control de si mismo y su responsabilidad personal; y acentúa TODO esto a su rasgo característico más elevado.

Estos métodos nunca dejan la impresión de que el hombre, ya sea dormido o cuando se encuentra despierto, pueda ser influenciado por entidades desencarnadas, en cualquier plano de la existencia.

Se hace excepción de las elevadas Jerarquías espirituales, o soberanías de las que habla la escritura sagrada. El Neófito tiene que ponerse en contacto con éstas, con el fin de que posteriormente forme su unión en el progreso hacia su desarrollo. Serán de ayuda para él, siempre y cuando tal ayuda no interfiera con su crecimiento normal natural. La 1NICIACIÓN FILOSÓFICA previene contra toda clase de influencias maléficas, y desanima contra las tendencias de la investigación fenomenal y la inclinación a depender de otros en vez de su propio esfuerzo individual.

Los principios subordinados y los métodos que se siguen para la verdadera Iniciación son claramente positivos, constructivos, edificantes y están calculados para desarrollar la continencia bajo todas condiciones y el dominio de sí en toda dependencia del ser individual. El poder positivo de la mente, del deseo y de la Voluntad, se enseñan completamente.

No se pretende que la mente, o la Voluntad, puedan dotar de sustancias que aumenten la vida por algún tiempo; ni la doctrina respalda que se proyecte fuerza o poder que sean contrarios a las leyes naturales. Insistentemente se dice que una Voluntad dominante y efectiva depende de la habilidad de laborar en armonía con las leyes naturales y espirituales después de haber adquirido el conocimiento completo de estas leyes.

No existe pretensión alguna de que la sola actitud del pensamiento, por sí misma, sea alguna vez, lo suficiente, para elevar al hombre de un medio ambiente indeseable a otro favorable. SOLAMENTE EL ESFUERZO TRAE EL RESULTADO. Es cuando se paga al "trabajador".

Al Neófito se le enseña a reconocer que el objetivo de la vida es el servicio; que la eficiencia y la eficacia exige el propio conocimiento, el propio mejoramiento y el propio desarrollo antes que el hombre esté capacitado para servir a otros. En el sistema del despertamiento del Alma, en el cual la Augusta Fraternidad se encuentra ocupada, no s6lo apoyamos el antiguo proverbio de los Sacerdotes Iniciados: "Conócete a ti mismo", sino que también damos instrucciones definidas en la aplicación de: hasta dónde puede llegar el hombre en el conocimiento de sí mismo, sus debilidades así como su fuerza.

Al Neófito se le enseña a mantener sus deseos y su Voluntad en un estado activo y positivo de vigilancia durante todas sus actividades. Debe preocuparse especialmente por el cuerpo físico como el vehículo donde funcionan y operan las fuerzas Divinas, siendo requisitos para lograr el adelanto tanto un cuerpo físico sano como una mente alerta con control de sí misma. (continuará)

domingo, 18 de diciembre de 2011

LA INICIACIÓN (1º PARTE)


A continuación la primera parte del capítulo “La Iniciación” de R. Swinburne Clymer, editado en su libro llamado: “La Ley Divina: la senda hacia la maestría”. Este capítulo lo entregaré en tres partes.

Cabe mencionar que el Dr. Clymer, Rosacruz estadounidense, nacido en noviembre de 1878 y fallecido en junio de 1966, fue Gran maestro de la Fraternitas Rosae Crucis, cargo que desempeñó desde 1922 hasta el año de su muerte. Además encabezó el movimiento llamado “Sacerdocio de Aeth”, junto a la misión RC.

Si bien es cierto la Fraternitas Rosae Crucis tiene su sede principal en Estados Unidos, en distintas partes del mundo existen “centros”, y para ver su localización en Chile un link de contacto: www.rosacruz.cl

Espero que sirvan los conceptos e ideas que se expresan en este capítulo para todos aquellos que buscan lo esencial en el materialismo de hoy.


LA INICIACIÓN (1ª parte)

La Iluminación Filosófica tiene su objetivo en un propósito tetrámero que el Neófito debe alcanzar, si ha de lograr éxito completo.

Primero: Durante el curso se deben excitar todas las fuerzas que se encuentran potenciales en todo el complejo ser: el cuerpo físico, la mente y el Alma. Lo fundamental debe alcanzarse en cada plano del ser, asegurando una completa medida de salud, fuerza, éxito y poder, en su verdadero sentido. Esto permite el dar Servicio a la humanidad en lo general.

Segundo: Antes o durante el curso debe surgir un deseo dominante. Este deseo debe ser constantemente ferviente en la mente y Alma del Aspirante, la que aun se encuentra latente. Debe dominarlo a tal grado que no encuentre reposo, a memos que se encuentre activo haciendo todo esfuerzo para el logro del ideal inspirado o deseado.

Tercero: La concentración o centralización de todas las fuerzas en potencia dentro de todo el ser, da al individuo el vigor necesario, la potencia y la fortaleza para trabajar incesantemente para la realización del deseo.

Cuarto: (a) Debe haber el deseo y el esfuerzo para el despertamiento y la iluminación del Cristo o Centro del Alma. (b) El establecimiento del contacto, es decir, adquiriendo la unión con uno de los Centros Jerárquicos de actividad.

Hacia este objetivo, el Neófito debe aprender a Obedecer; a Saber, a tener voluntad o Querer, a Osar y, sin embargo, a permanecer en Silencio. Debe reconocer el axioma que en el silencio se encuentra fuerza.

Es natural que existan conceptos erróneos y dudas tocantes a esta materia en las mentes de aquellos para quienes sea relativamente nueva. El anticipar dificultades que se presentarán en la búsqueda a las mentes inquisitivas, y ofrecer explicaciones claras sobre ellas, es el propósito de este trabajo. Múltiples impresiones erróneas existen entre los Neófitos, como se comprueba por las preguntas constantes que hacen acerca de la Iniciación, en especial sobre sus aspectos esotéricos o Arcanos.

Escasa información se ha dado al público lector sobre el esoterismo de la verdadera Iniciación, aunque múltiples libros puede conseguir en esta materia el investigador. Muchos de estos tratados son de poca utilidad práctica. Algunos de ellos son en realidad perjudiciales porque nublan los problemas que encierran, y con frecuencia alientan las prácticas de ocultismo, en especial las síquicas, que tienden a la mente negativa y exactamente lo opuesto de lo que requiere el alcance de la Iniciación Filosófica.

La Iniciación trata principalmente con el proceso del desarrollo espiritual del fuero interno —un despertar gradual del Cristo o Alma— y la obtención de la Conciencia del Alma. En lenguaje Bíblico esto es el renacimiento, o segundo nacimiento, el del espíritu, y que, una vez obtenido, trae consigo TODO EL BIEN Y TODA COSA DESEABLE.

Una presentación racional de este problema debe basarse en el establecimiento de una claridad mental y salud física; en, la fortaleza de la mente y el cuerpo físico, en el vigor y la virilidad, y en una fuerza superior que proporcione el estado alerta de las facultades que disciernen. Cualquier sistema que menosprecie el cuerpo físico, y sus funciones tiendan a la apatía mental; es peligroso y debe evitarse.

Desgraciadamente los conceptos erróneos prevalecen con respecto a la localización y la función de la Voluntad. La impresión general y casi universal es que la Voluntad puede desarrollarse por todos, prescindiendo del deseo interno y de la energía de llevar a cabo el propósito del deseo. Esto es un sofisma.

Por mucho que uno quisiera desarrollar una labor especial, Si el deseo hacia tal fin no es lo suficientemente fuerte, y si el ejecutante no se encuentra diligente, mayormente, ansioso de dejar todo lo demás para el cumplimiento de este único deseo, y si este único deseo no es lo suficientemente potente para inducir toda actividad mental y física para realizarlo, entonces el fracaso es seguro.

La Voluntad siempre se encuentra basada en el deseo, porque el deseo es Siempre el principio que activa y gobierna. El deseo es comparable al amor. Donde el amor es fuerte, hasta la certeza de la muerte no puede intervenir en sus dictados.

Está reconocido que el desarrollo elevado, o espiritual, exige el cultivo de una Voluntad imperiosa. Es, por lo tanto, que se debe subrayar esta parte de la Gran Obra. Métodos simples, sanos y razonables deben seguirse en su desarrollo. Los métodos más apropiados para este propósito son en verdad tan simples que con frecuencia Se ignoran, y los medios están presentes tan a menudo, que su poder con frecuencia se desdeña. En el proceso de la Iniciación Filosófica y en el cultivo de la Voluntad, la Ley Divina es:

Ejecuta lo que debe hacerse, independientemente de lo insignificante que pueda Ser. HAZL0 CUANDO DEBA HACERSE; EN LA FORMA QUE DEBE HACERSE, sin repugnancia. Si es algo que por lo general disgusta, hazlo con la buena voluntad de lograr algo útil en el deber, y terminarás con un sentimiento de satisfacción, de que se llevó a cabo debidamente tu deber y misión, y por lo tanto, un medio para lograr el fin.

Igual empeño debe ponerse en la importancia de dirigir la Voluntad en los conductos de la obediencia al Ideal Divino. Aparte de los factores que ya se han mencionado, aún existen otros importantes en el desarrollo de una Voluntad superior y del poder que la acompaña: Primero, la virtud de la Verdad, esto es, el conocimiento relacionado con las leyes de la rectitud y la benevolencia. En segundo término: la virtud del amor imparcial y de la buena voluntad en toda sección de la creación de Dios. El poseer una fuerte Voluntad es en sí poco deseable. Puede terminar en terquedad estéril.

Una recia Voluntad resulta en posesión inapreciable siempre y cuando se induzca y guíe por la luz del verdadero entendimiento y se haga radiante al calor del amor de la bondad del corazón. En este campo de actividad, la bondad basada en la moderación y cordura se torna en un poder creativo. Una Fuerza de Voluntad cuidadosamente guiada, aunada al entendimiento de las leyes que gobiernan la vida, vitalizada por una bondadosa justicia y rayos geniales de amor y bondad, son una prueba en contra de las tendencias irracionales y destructivas.

Basado en un incentivo irresistible que nada puede descartar, una Sobresaliente Voluntad puesta en actividad para lograr un deseable propósito constructivo, aporta el Saber y el poder necesario para cualquier realización que se desea. Esta es una Ley que se basa en el principio que suprime toda impresión equivoca al tratar del desarrollo de la Voluntad.

Como resultado de la lectura de las obras que tratan del poder de la mente, o mental, hay una muchedumbre que piensa que por entrar a un curso del cultivo de la Voluntad, puede desarrollar el poder suficiente para sobreponerse a todos y cada uno de los defectos mentales y corporales, sin siquiera recapacitar sobre el Alma.

Tal superación resulta imposible por medio de una mera fuerza de Voluntad, sin considerar el modo que se tiene de pensar, de vivir, de lo higiénico del medio ambiente y de la preparación que se tenga para lograr lo que se desea.

Demasiados —hay una muchedumbre— que toman el estudio de la mente y de la cultura mental con la idea de que solamente con eso se encuentra el medio para lograr la finalidad, sin necesidad de trabajar o hacer el esfuerzo físico para realizar sus deseos. Han sido hipnotizados por el lema: "LA MENTE ES TODO", o, "PIENSA Y SÉ RICO". Ellos en verdad creen que al sentarse a pensar, y QUERER, se les derramarán riquezas en su regazo.

Esto es una ilusión y una decepción. El despertar es por lo general triste, y con frecuencia sobreviene después de que se han tornado tan inactivos, que ya no poseen la energía para hacer un esfuerzo verdadero para alcanzar el éxito por medio del cuchillo de doble filo que nunca falla: VOLUNTAD Y ESFUERZO (trabajo).

En nuestra experiencia de cuarenta y cinco años como médico y maestro hemos visto que muchos de los fracasos y grandes desastres se forjaron por el sistema irracional del desarrollo de la Voluntad. En la mayoría de los casos, aquellos que sufren, son por si mismos culpables. Los gobierna el interés personal innoble; el viejo engaño de que es posible obtener algo por nada; ignoran el hecho, de que el intercambio perfecto es la Ley; que aquel que obtiene o acepta aquello que no ha ganado es un ladrón, y que todo lo que se logra así, en última instancia se le quitará. El más grande de los Iniciados Filosóficos lo pronunció como una ley:

Sólo '‛el trabajador es merecedor de su salario".

Esto significa que nadie puede honestamente recibir hasta que haya dado algo en cambio por aquello que desea.

Los estudiantes que han sido instruidos parcial o erróneamente Se hacen las ilusiones de que es posible desarrollar tal poder Superior de la mente y de la Voluntad, que con sólo la gimnasia mental, pueden corregir toda condición insatisfactoria de Vida. Creen que exclusivamente, por la fuerza mental y la fuerza de Voluntad pueden desarrollar la salud corporal, y adquirir la fuerza suficiente para conservarla ya que es tan esencial para la ciencia Oculta. (Continuará…)