viernes, 23 de diciembre de 2011

LA INICIACIÓN (3º PARTE Y FINAL)

Esta es la entrega de la tercera parte y final de este capítulo del Dr. Clymer.
Vuelvo a mencionar que mi intención, así como el del blog en si, es que tengamos oportunidad de apreciar distintos puntos de vista insertados en la "Tradición esotérica occidental".
Puntualmente con este escrito cabe comentar la importancia que otorga al entorno, al trabajo y la acción los sistemas de iniciación RC. Se propende a un equilibrio y no olvidar a nuestro cuerpo, que es tan importante cuando se le considera dentro de un contexto integral y holístico. En otras palabras, nuestra alma, consciencia, espíritu, chispa divina, o como quiera llamársela no puede desarrollarse y expresarse adecuadamente en tanto nuestros cuerpos más densos no se lo permitan, y para ello éstos deben gozar de vitalidad, salud y armonía.


LA INICIACIÓN (3º parte y final)

El Iniciado Filosófico no se afecta por manías ni por fantasías. No se predispone, pero siempre se esfuerza por mantenerse libre de opiniones propias que no estén fundadas en hechos. Busca los fundamentos del ser; y sabe reconocer el bien donde se encuentre, ya sea en un amigo o un enemigo; recibe cordialmente, todo lo que tiende a mejorar al hombre o a la mujer, a hacerlos más fuertes, y libres de todas las cosas indeseables. Se niega a estar atado a ningún credo en especial por la razón que no tiene ningún interés por los credos o dogmas.

Su misión es, primero, la de ayudarse a sí mismo, y después de haberlo logrado, la de ayudar a sus semejantes a despertar al entendimiento de sus posibilidades y oportunidades sin límite, y a reconocerse a sí mismo como un símbolo, una encarnación de un todo universal.

Únicamente cuando el hombre adquiere el entendimiento de sus propios poderes creativos, de sus debilidades y fortaleza, puede lograr una posición como un Iniciado Filosófico. Si se puede dar cuenta que él, como un pequeño universo, un Microcosmo, es en realidad un reflejo del universo mas grande, macrocosmo; entonces puede llegar a estar iniciado en un completo entendimiento de su Unidad con Dios, Quien es Todo.

Existe un mal entendimiento por lo que respecta al sistema de vida y entrenamiento durante la senda para alcanzar la Iniciación Filosófica. Muchos se encuentran bajo la impresión de que se hacen exigencias rígidas y austeras, y que se necesita una dolorosa abstinencia en la dieta, el ejercicio y los placeres de la vida. Estas ideas se basan en la ignorancia. Nada se exige del Neófito a excepción de aquello que es para su bienestar temporal y eterno.

Respecto a la dieta, la mayoría de los Iniciados Filosóficos, entre ellos muchos médicos de larga experiencia, sostienen que la dieta natural y apropiada para el hombre excluye las carnes de sangre caliente, por el contenido que pudieran tener de enfermedades, toxinas y urea; sin embargo, estos hombres no son radicales. El clima, la ocupación, el temperamento, la condición física y la herencia ancestral deben tomarse en consideración. Aquí como dondequiera, "las circunstancias afectan los casos".

Hay ocasiones en las que el organismo de un individuo puede requerir, por un lapso, de proteína animal,[1] pero en tales casos la persona que se toma en consideración no estaría en buena salud física o mental para proseguir en la Gran Obra. La primera base esencial es la de establecer el equilibrio mental con el físico, o lo que denominamos "salud".

En algunos países, especialmente en China, India, Japón y diversos países más pequeños, la dieta de arroz y pescado es casi general. Esta parece proveer la alimentación suficiente para el cuerpo y la mente, constituyendo gran resistencia física, fuerza nerviosa y viveza mental.

A este respecto debemos tener presente dos factores importantes: Primero, en estos países, el arroz y el pescado son los dos productos alimenticios principales; el arroz crece bajo el mismo sol donde vive la gente que lo consume. Está dotado de las mismas vibraciones o fuerzas vitales que dan la vida a las gentes. Segundo: por muy largas centurias, en estos países en particular, la gente no ha conocido otra alimentación. Sus organismos se han adaptado a la digestión y absorción de estos alimentos que han formado su estructura corporal y fuerza vital.

Como frecuentemente acontece, cuando estas gentes emigran a otro clima diferente y permanecen allí por cierto tiempo, quizá encuentren necesario el cambio de su dieta; en otra forma, su eficiencia física y mental bajaría considerablemente, aunque esto sea psicológico en parte, por su asociación con aquellos que subsisten bajo una mayor variedad de alimentos.

En los países que se encuentran bajo el sol tropical la gente vive, principalmente, de frutas que fácilmente se obtienen, y en especial, el plátano[2]. Con estos alimentos los nativos desarrollan fuerza y resistencia que desconocen los consumidores de carne. Aquí opera el mismo principio: el plátano y otras frutas que crecen donde vive la gente, estén dotados de las mismas fuerzas vibratorias, o vitales que ellas mismas poseen; por consiguiente, contienen los elementos necesarios constructivos y productores de vida.

Aquellos que viven bajo el frio extremo, como los esquimales, viven de las grasas, porque son elementos productores de calor. Se debilitarían rápidamente y morirían si se les forzara a subsistir de arroz, pescado, plátanos y otras frutas.

La escuela de Iniciados considera la dieta sin carne como ideal, natural y normal, y necesaria durante cierto tiempo durante el entrenamiento. Si abuelos y padres han sido voraces comedores de carne, por lo general, no es sabio para cualquiera dejar, completamente, de comer "carne-caliente"[3]. Se debe sobreponer a la costumbre gradualmente, substituyéndola por los alimentos naturales que contienen los elementos idénticos esenciales para los nervios, el cerebro, los músculos y los huesos hasta que encuentre que su constitución no requiere más de la carne.

El Neófito que entra a la senda debe familiarizarse con todas estas cosas. Es por esta razón que debe estudiar los textos que lo pongan al corriente de las leyes que gobiernan su ser. También debe procurar la guía e instrucción personal de alguno que haya recorrido la senda y se encuentre consagrado con un vasto acervo de conocimientos y gran experiencia. Si el hurgador hace el intento de seguir solamente las instrucciones generales, puede encontrarse con muchas desilusiones. Para evitar el fracaso, el Neófito requiere de instrucción personal, guía y protección, adaptadas a sus necesidades personales.

Por lo que respecta al ejercicio físico, por lo general, al Neófito se le puede dejar en libertad para que siga sus inclinaciones, Todos deben practicar gimnasia moderadamente, no por el deseo de convertirse en un Iniciado Filosófico, sino por el logro de su salud; de formar energía y tener un abastecimiento abundante de vitalidad para la resistencia; todo esto es necesario para estar en paz y tener éxito en la vida.

¿Y que de los placeres generales de la vida? ¿Acaso los Iniciados Filosóficos y miembros de la Augusta Fraternidad enseñan la idea de que una cara larga y torcida, sin alegría, sin risa, y la negación de los placeres inocentes de la vida conducen al adelanto espiritual? ¿Prohíben los deportes y juegos al aire libre, la opera y los salones de conciertos, v todas aquellas recreaciones en que el hombre se deleita? ¡Seguramente que no!

Nada que sea benéfico se niega ni al Neófito ni al Iniciado; no existe la menor inclinación a ser exigente y Farisaico por lo que respecta a lo que constituye "placeres inocentes". No existe sino un principio como guía: en nada debe incurrirse que pueda causar dolor, tristeza, daño o pérdida tanto a sí mismo como a otros. Esa es la única ley que gobierna.

La cara larga de probidad propia, el semblante de creyente hipocresía, no tienen lugar en el Arcano del ocultismo elevado. Al hombre se le permite gozar de la vida en cualquier forma que el escoja siempre y cuando no sea a costa de su bienestar o el de otro; de ahí, que la cena, el banquete, la ópera, los juegos y diversiones, la asociación de hombres y mujeres, los deportes sanos, no están prohibidos, sino al contrario, deben alentarse.

Toda diversión debe estar liberada de todo lo que puede causar pena, dolor, remordimiento o pérdida la, cualquier ser humano. Ninguno de los esenciales de la verdadera felicidad están prohibidos. Por el contrario, al Neófito se le enseña a buscar aquellas cosas que aportan la felicidad y el bienestar de él y de otros, La paz y la felicidad son patrimonio de toda Alma viviente, pero primeramente se deben ganar. El hecho que la humanidad no los posea es la prueba del egoísmo así como de la debilidad; ambos deben ser eliminados.

La palabra LEY, como se usa por los Iniciados Filosóficos y en los textos de la Fraternidad, no hace referencia a los dictados emanados de los hombres; reglamentaciones y decretos arbitrarios, sino a los mandatos Divinos que se han dado a los hombres por su Creador para el gobierno de TODOS los hombres.

Los detalles respecto a la Ley Divina se hacen patentes al individuo de acuerdo con su interpretación iluminada. Es necesario, sin embargo, llamar la atención sobre la función negativa de la Ley Divina, de modo que, por contraste, lo positivo se haga más claro y más potente.

Conociendo los efectos de la aplicación negativa de la Ley Divina, podemos estar en guardia, y así protegernos de sus reacciones.

La Iniciación Filosófica presupone, que el que la posee, ha encontrado el "Cáliz Blanco de Dios”, el Grail Divino, el corazón del Fuego; la lengua de la Luz Inefable.

Igualmente significa el encuentro del "Mundo Perdido" de los Misterios de que los Alquimistas, Los Magos y otros Iniciados, han escrito tanto. Es el encuentro del Cristo dentro del templo, que es el HOMBRE.

Aquel que ha alcanzado la Conciencia, también ha encontrado la Luz Divina que arde sobre el Altar. Ha tenido éxito en la purificación del corazón, para que lata con el amor hacia la humanidad, y para que se encuentre libre de la crítica hacia otros.

Entonces el Iniciado ha aprendido la lección que enseñaran los antiguos Maestros: "Aquel que todo lo sabe, todo lo perdona". El Nazareno lo expresé a su modo:

“Perd6nalos porque no saben lo que hacen”

Uno de los logros que se anhelan con la Iniciación es el del “juicio justo”; el juicio que ni censura ni condena.

Si usted tiene la Voluntad de obedecer y ejecutar, entonces le es conveniente entrar a la Senda de la Iniciación Filosófica. (Fin).


[1] Una célula de proteína es solo una célula de proteína para el sistema físico. No importa que se obtenga de un producto animal, un animal de sangre caliente, o de uno de tantos productos del mar o de las legumbres.

[2]E1 plátano preparado debidamente, es un alimento tan rico o más rico en proteínas que la carne.

[3] Véase el tercer volumen, “El Libro de los Rosa Cruces”.

No hay comentarios: