miércoles, 28 de mayo de 2014

EL SECRETO MASÓNICO

Lo que se entrega en esta oportunidad es un artículo aparecido en la "Revista Masónica de Chile". Nº 8-9 de Octubre y Noviembre del año 1949.

Si bien es cierto el artículo es anónimo, es bastante claro sobre un aspecto que siempre ha generado especulaciones e incluso controversias entre las personas que no trabajan al interior del Templo Masónico o de otra Escuela de Iniciación. Me refiero al secreto.

Aunque el artículo presentado se refiere específicamente al "Secreto Masónico", en general, practicamente todas las Escuelas de Iniciación, son sometidas al juicio popular por el hecho de guardar secretos y el hecho de que sus miembros quedan sujetos a un "juramento" que les induce a ser discretos. Juramento que es adquirido por voluntad propia.

Muchos piensan que si nada malo hacen, nada tienen que esconder. Este punto de vista sólo nos indica que quien lo sostiene no comprende realmente lo que una Escuela de Iniciación intenta denodadamente en realizar: la evolución del ser humano. Y esta solamente se puede dar en un contexto de compromiso y de descubrimiento constante. Y el descubrimiento de una realidad que no se puede transmtir, lleva a que los "iniciados" en esos caminos, deban guardar silencio; aunque seguramente quisieran gritar las maravillas que han hallado.

Bien no les aburro más y vamos al artículo en cuestión.  

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La Franc Masonería, mirada desde el punto de vista del profano, aparece como institución secreta, que trabaja en las sombras, escondida en lugares sólo accesibles a los iniciados en sus prácticas y doctrinas; hasta cierto punto, tenebrosa. Como una institución rodeada de misterio, que nadie conoce, sus ritos son ocultos y absolutamente secretos e incluso, muchas veces, celebran sus reuniones en lugares que pasan desapercibidos, menos para aquéllos que, teniendo puestos sus ojos en ella para atacarla, se dan a la obra de atisbar lo que a algunos hermanos se les escapa o por infidencias dan a conocer.
La Masonería está rodeada de secreto en sus ritos, en sus prácticas, en el número y nombre de sus afiliados, etc.
Pero no hace misterio de su doctrina, que es amplia, sincera y justa. No hace misterio de su doctrina porque es esencialmente humana, de un contenido tan sublime, como que considera la CARIDAD masónicamente entendida, vale decir, en la amplitud de la caridad que no hiere, que no lastima, que no tiene el contenido de limosna que en el mundo profano le da el que no siente en su interior el fuego de amor vivo para sus semejantes, como virtud fundamental. No hace secreto ni misterio de su doctrina sublime, que ha sobrevivido desde los remotos siglos de la antigüedad y que seguirá siendo el faro luminoso que guía a un grupo de hombres escogidos a través de las tinieblas de la ignorancia y la maldad y los prejuicios, para hacer de la Humanidad una cosa digna del ser humano y para que el Universo entero, gire alrededor de las virtudes que son su fundamento: fraternidad, tolerancia, caridad, amor. `
Cumplida esta misión, ardua, difícil, incomprendida, de dura y complicada consecución, la Masonería habrá llegado a su término y se abrirán de par en par las herméticas puertas de sus templos para irradiar, no ya los haces luminosos que se escapan por los intersticios, sino la totalidad de las llamaradas de la gran hoguera de su sabiduría. Porque no habrá ya necesidad de templos, pues uno e indivisible será. el templo inmenso en que  se adore al G.A;D.U. 
 Pero mientras llega ese estado ideal, que los aprendices pensamos es el objetivo y meta de la Orden, seguirán silenciosamente los trabajos efectivos en los talleres masónicos.
La Franc Masonería no hace ni puede hacer misterio ni secreto de sus principios,  porque ellos son los que informan la acción, el pensamiento de todo hombre bueno, sano de cuerpo y espíritu, que haya superado la etapa de los prejuicios y de los dogmas, que haya libertado su espíritu, su intelecto, de toda traba y escollo que impida el libre desenvolvimiento de la personalidad.
Todos los hombres que hayan llegado a esta etapa de perfeccionamiento, de superación, tendrán que convenir, tendrán que estar de acuerdo con los principios fundamentales, con los pilares en que descansa la Orden, en cuanto significan plenitud humana, justicia social, fraternidad y convivencia pacífica de los hombres. Esto no es secreto; no es misterio, desde cualquier ángulo que, se le mire, y sólo los que estén cegados por las pasiones, aherrojados por los dogmas y los fanatismos podrán desconocer lo maravilloso de los postulados masónicos y atacarlos llenos de odio, de virulencia y encono. Para ellos, para los que están fuera de los talleres, ni quieren, ni desean frecuentarlos, la Orden tiene la palabra discreta de los hermanos con experiencia, de los hermanos de calidad que actúan en el mundo profano para que, con el cuidado y tino necesarios, desbrocen sus mentes de las malezas que nacen y lujuriosamente crecen en sus espíritus no cultivados, o mal y parcialmente cultivados. La Orden, en consecuencia, lanza su ejército de jardineros expertos para que organice los prados, del mundo profano, siembre la buena semilla y lleve la buena nueva. Para que cultive rosas donde antes crecieron espinas; para que desbroce, desenmarañe y pode el intrincado bosque intransitable del mundo profano, con la discreción indispensable para que la obra sea realidad y no se malogren sus objetivos. Con el secreto en que se preparan y emprenden grandes obras. No por el afán de que sea secreto, y discreto por el mero arbitrio de serlo, sino para obtener positivos beneficios. Por tanto, la discreción no viene a ser un fin en sí misma, sino un medio para alcanzar los objetivos propuestos de antemano.
Séanos permitido creer, que el SECRETO MASÓNICO puede enfocarse desde dos ángulos esencialmente diversos: desde el punto de vista del profano y desde el punto de vista del masón. Este, a su vez, subdividido   en dos aspectos; el secreto de las enseñanzas que no se revela en Logia, sino que toca a todo masón descubrirlo por la reflexión sobre los emblemas y sobre todo lo que se dice y hace en los trabajos; y el secreto de los ritos que se practican en el seno de los templos masónicos y de todo aquello que puede perjudicar a la Orden.
Es en el secreto y silencio, donde se generan y plasman las grandes obras. Que solamente en la tranquilidad se encuentra el reposo. Lejos del tumulto, de la alegría ruidosa y estruendosa que apaga y confunde el pensamiento hondo, el hombre se recoge en sí mismo y reflexiona y elabora. No es en la superficie del mar siempre agitado por las tempestuosas ondas y los vientos huracanados donde se produce la maravilla del mundo acuático, sino en las profundidades insondables de los abismos. No es en las cumbres de las montañas azotadas por las heladas y las ventiscas, donde crecen las plantas maravillosas, sino al reparo de los bosques, en sus profundidades recónditas y en los remansos calmos y serenos de los ríos. “Lo que pide la Masonería es libertad para trabajar; que el mundo profano no se entrometa a entorpecer su obra dentro de los talleres; pide el respeto que inspira a la sociedad cualquiera institución seria y honrada; no quiere privilegios ni leyes extraordinarias. Pero así como el sabio necesita tranquilidad para descubrir el virus de una enfermedad y dar después salud al cuerpo, así también la Masonería solicita respeto y tranquilidad para trabajar libremente en busca de la verdad y de la luz que darán salud al alma y que producirán la salud humana.”
Para aquellos que dudan de la nobleza de la Orden y que virulentamente atacan, a la Franc Masonería, la respuesta está en las obras que desarrolla. “Por sus frutos conoceréis el árbol”, dicen los evangelios. Y aplicando esta expresión a la Franc Masonería; podríamos decir que por la bondad de sus obras traducidas en escuelas, instituciones de beneficencia, bibliotecas, bomberos, scouts, etc., se conocerán los fundamentos en que se basa su acción. Perfección colectiva, educación moral, individual, respeto y amor a sus semejantes, culto a la verdad ya la justicia, a la caballerosidad y al honor, éstos son sus frutos y por ellos se puede juzgar el árbol.
El SECRETO desde el punto de vista del masón, es el que no se revela en Logia. Entendemos que cae dentro de esta categoría, si así pudiéramos llamarla, el hecho de que al Aprendiz no se le enseña, no se le indica, no se le revela el significado de los símbolos; por ejemplo: no se le da una interpretación ad hoc, sino que es el propio Aprendiz quien tiene que descubrir y desentrañar su significado. Simbólicamente, se le entregan las armas con las que tiene que pulir la piedra bruta. Pero él debe limar sus propias asperezas; está en la obligación de descubrir sus imperfecciones y superar las deficiencias con las cualidades que lleva consigo al incorporarse a las Logias. Cualidades éstas que se las ha agrupado de la manera siguiente: un mínimo o base de inteligencia; comprensión general que lo capacite para abordar el estudio de los diferentes, problemas; facultad de asimilación y de memoria para hacer posible la adquisición y utilización de las materias sobre las que debe ejercitar su sagacidad y actividad; amor al trabajo; amor o inclinación a la búsqueda de la verdad; control sobre su propia persona, a fin de saber reprimir sus malos instintos y para contrarrestar las influencias de los prejuicios y errores humanos.
Con ellas, el aprendiz masón se da a la tarea de resolver el SECRETO, que encuentra ante su vista. Naturalmente queda desorientado al comienzo; se da cuenta de su ignorancia absoluta en esta nueva vida que inicia. Es como si empezara a vivir de nuevo y tiene que empezar a aprender en la nueva escuela. Se le dice que el gran fin de la Masonería tiende a mejorar la condición física y moral del hombre en particular y de la sociedad en general; que tiene importantes verdades que entregar a la opinión, en lugar de muchos errores y preocupaciones dañinas y que, entre estas enfermedades sociales, existen algunas cuya curación requiere energía y al mismo tiempo prudencia y discreción. “Buscad y encontraréis” y a buscar la verdad, a desentrañar el secreto de su grado dedica todos sus esfuerzos. A orientarse, a perfeccionarse, a superarse. El secreto masónico se manifiesta sin que la palabra lo revele, al que ha comprendido todos los grados a medida que los ha recibido. El aprendiz masón  no sabe leer ni escribir la palabra sagrada, sólo sabe deletrearla, lo que significa que el método de enseñanza de la Orden solicita los esfuerzos intelectuales de cada uno, evitando en absoluto inculcar dogmas. Se pone al iniciado en el camino de la verdad, dándole la primera letra de la palabra sagrada; debe él, por sí mismo, encontrar la segunda; después se le da la tercera a fin de que adivine la cuarta. He aquí, según nuestro modo de pensar el secreto masónico para el masón; no se le da interpretaciones, sino que él mismo debe buscar, descubrir el secreto encerrado en los símbolos, teniendo siempre presente los intereses superiores de la Orden. Y tiene valor este descubrimiento propio; mucho mayor que el revelado, y que ningún esfuerzo personal importa. Tiene el valor de lo que se adquiere con sacrificio, con largas veladas de trabajo y con dolores que hacen sangrar el alma. “No vale tanto el hombre por la verdad que posee o dice poseer ―decía G. E, Lessing— como por el esfuerzo sincero que le ha costado conseguirla; porque sus poderes no aumentan al poseerla, sino por el contrario, al investigarla, que es en lo único en que consiste su perfectibilidad. Las riquezas y las posesiones adormecen las energías del hombre y le llenan de pereza y vanidad. Si Dios me ofreciese con su mano derecha la verdad absoluta y con su izquierda únicamente el intenso impulso interno hacia la verdad, y me dijese: ¡Elige! me asiria humildemente de su mano izquierda, aún a riesgo de exponer a la Humanidad a errar continuamente”.
El otro aspecto del Secreto Masónico que hemos creído encontrar se refiere a la no revelación a profanos, de nuestros signos de conocimiento, símbolos y ritos practicados en las Logias. Involucra un aspecto interno (silencio), otro externo (secreto propiamente tal) y da como resultado la discreción.
Al cerrarse los trabajos de las Logias, juramos no revelar a nadie lo ocurrido en Logia, con lo que se persigue, no se divulguen nuestras formas de actuar en los talleres. Evitar con ello la mala interpretación por parte de los que no pueden comprender los ritos y símbolos de la Orden, los signos, palabras y tocamiento de la misma. Es el secreto que se impone a los franc masones, de guardar reserva absoluta frente a los profanos. De mantener para sí y para los hermanos, el secreto de la Orden, no porque signifique algo oscuro y sospechoso, sino porque los profanos no comprenderían el formalismo del ritual masónico. No hay que arrojar perlas a los cerdos, se dice. Y en verdad, un profano por su condición de ignorancia de la Masonería, vería en el ritual mismo, una cosa carente de significado alguno, y podría prestarse, de conocerlo, para hacer blanco del ridículo a la Orden. Por otra parte, este secreto tiende a perfeccionar al hombre y formar su carácter. Aún más, tiende también a darle mayor solemnidad a los trabajos de los talleres y a mantener un lazo de simpatía entre los hermanos al darse a conocer, por medio del signo y tocamiento, frente, a otros hermanos que actúan en el mundo profano y de quien, muchas veces, no se tiene conocimiento que también pertenezcan a la Franc Masonería. “Los misterios y ceremonias secretas que deberán servir para ocultar nuestras obras —se ha dicho— no tienen otra mira que dar cumplimiento a nuestros deberes sin ostentación y la ejecución de nuestros proyectos sin confusiones”. El SECRETO MASONICO, no es otro que la reserva con que debemos guardar lo que la Logia nos confía; el cumplimiento del juramento que hacemos de no revelar nada de lo ocurrido en el templo. Para sintetizar, la virtud que la Masonería nos exige, es la de ser hombres de honor, hombres de verdad, cumplidores de la palabra empeñada, guardadores de la palabra empeñada y de los secretos que se nos confían.
Esta idea del secreto, participa de algo del silencio, pues quien mantiene un secreto, en el hecho guarda un silencio, y éste, es fuente fecunda de ideales. En el silencio, el individuo concentra sus fuerzas interiores; dispone de sus facultades más preciosas; pone su atención en un solo trabajo y se ahonda en la significación de los misterios de la vida. “Es preciso acallar la naturaleza inferior para poder ver la verdad o encararse con la vida con toda equidad y firmeza. Sólo cuando se silencia y aquieta el tumulto de las pasiones egoístas, de los vehementes deseos, del odio destructor o de malevolencia, sólo entonces puede dejarse oír la voz del guía interior, que es el hombre verdadero. Cuando el corazón está en silencio, la inspiración aparece y la razón se aclara. En el desvelo silencioso de la noche, en la calma del desierto, en las cumbres solitarias de las montañas, en el sosiego de los bosques, en el retiro que busca la tranquilidad, vemos que la iluminación emana de la mente, el corazón se hincha y el espíritu adquiere alas para remontarse al cielo”. Y agregaríamos que, en el silencio tranquilo de las Logias, al amparo del secreto de nuestros ritos y ceremonias, el hombre alcanza la plenitud de su ser y puede aspirar a realizar sus ideales, a buscar la forma de alcanzarlos, a hacerse HOMBRE.
El masón debe ser un hombre discreto; sabiendo guardar los secretos de la Orden, siendo prudente en las relaciones con sus semejantes y alcanzando la equidad necesaria para manifestar lo que puede y conviene dar a conocer de las consecuencias arrancadas de los trabajos realizados. Con esto, la Masonería proporciona una excelente disciplina para aprender a hablar y da una educación que nos es útil muchas veces. Las palabras pueden traicionarnos y, en consecuencia, está en la reserva que debe guardar cada masón, la formación del carácter de todo individuo. “La palabra —decía Alfonso X refiriéndose al uso que un Rey debe hacer de ella—  tiene un gran provecho cuando se dice como se debe, porque por ella se entienden los; hombres los unos a los otros, de manera que hacen sus hechos en uno más libremente y por lo cual todo hombre y mayormente el Rey, se deben guardar de sus palabras, de manera que sea escogida y pensada antes que la diga, porque después que sale de la boca o puede el hombre hacer que no sea dicha, y por esto, dijo un filósofo que el hombre debe más callar que hablar”.
Sabias palabras que bien pueden aplicarse a la discreción que debemos mantener los aprendices en todo plano en que nos toque actuar.
Terminamos diciendo que, Secreto, Silencio y Discreción, forman una magnífica trilogía de educación del carácter que prueba la voluntad y llevan a la formación del verdadero espíritu masónico.

domingo, 18 de mayo de 2014

LA ROSA, SENDA DE LA RELIGIÓN



 A continuación un breve artículo de Arnoldo Krumm-Heller (Maestro Huiracocha) (1876-1949), Rosacruz, fundador de la Fraternitas Rosacruciana Antiqua para Latinoamérica y Supremo Arzobispo de la Iglesia Gnóstica. Realizó una gran y profunda labor iniciática en Latinoamérica, especíalmente durante su residencia en los países de México y Chile. Hacia el final de su vida volvió a su país natal, Alemania, en donde finalmente trascendió.
Krumm-Heller, escribió bastante material, lo que se ha editado en forma de libros y conferencias principalmente. Cabe hacer notar que las apreciaciones sobre las enseñanzas del Maestro Huiracocha, como también se le conoció en los círculos más esotéricos, son bastante dispares. Algunos le otorgan una gran profundidad, y que son propias de un alma altamente esclarecida en los Senderos de la Luz espiritual; pero, al contrario otros indican que fue un charlatán, y su enseñanza adolece de la verdad iniciática. Pero sea cual sea la apreciaición de cada cual, no se puede desconocer que influenció significativamente la enseñanza en las Escuelas esotéricas en Occidente, y especialmente en Latinoamérica.
No es mi intención, entrar en discusión sobre esto, simplemente les dejo este artículo, que, a mi entender, tiene valor y nos puede servir bastante, sobre los alcances y reflexiones que cada uno pueda hacer.
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La Rosa dentro de sus virtudes y aplicación filosófica , ofrece ampliamente una senda maravillosa para concretar una religión nacional en cada país y, sin embargo, internacional en sus efectos.
Legarde dijo una vez que "las religiones no se fundan, sino que se revelan y su sentido espiritual es envuelto tras el velo del símbolo…"
En la era venidera de acuario, no podría el mundo pasar sin una confesión religiosa  determinada ya que las presentes no tienen porvenir. Pertenecen al pasado. Sus profunda verdades reveladas fueron prostituidas. Sus sacerdotes, más que Ministros del Templo, fueron mercaderes de las cosas de Dios y toda el alma, pura, inmaculada, de la Verdad misma en santa revelación, ha quedado nublada. Hoy es un frío intenso, glacial, de indiferencia el que a todos cobija y ya no tiene salvación por mucho que sus representantes se esfuercen en demostrar lo contrario…
La Sociedad Teosófica comprendió en su fondo, que había llegado ese instante, ese momento cumbre, y fue la doctora Besant la primera que lanzó al mundo el nombre del nuevo Mesías Kishnamurti. Pero éste, más avanzado que su madre espiritual, rechazó enérgicamente tal designación exclamando: "sólo soy un hombre que busca la verdad…" Él sabía que nadie puede salvar a otro, ni transmitirle su propia consciencia espiritual. Él conocía que el Gran Secreto no puede ser revelado  al amigo más próximo si antes no ha encarnado en él, y tenía la persuasión de que toda labor es personalísima y que cada uno por su propio esfuerzo habrá de resolver consigo mismo su problema religioso…
Nosotros, los Rosa Cruz, no aguardamos que los hermanos sean humanitarios. No esperamos a que carguen con la Cruz  sino a que asciendan a la Rosa, a que se sientan hijos de Dios… No deseamos que sean liberales, sino libres. No queremos que se inclinen sistemáticamente ante la Cruz, sino que busquen y aspiren el aroma de la Rosa. No los preferimos conservadores, sino piadosos… En lugar de la ciencia natural que, poco a poco, nos ha llevado a su materialismo enervante, preferimos establecer la ciencia espiritual de la Rosa…
Nosotros, los Rosa Cruz, queremos hacer brotar de entre el mineral, el vegetal, el animal y el hombre, esa quinta esencia escondida que es causa originaria de todo lo existente y que es patrimonio de la Divinidad, simbolizada por la misma Rosa. En lugar de nuestros cinco sentidos insuficientes, bien limitados y depauperados queremos un sexto, el de la intuición, que es el mágico sentido de la Rosa.
San Agustín ponía, enfrente de la ciudad terrena, la Ciudad de Dios y esa ciudad que él  pedía fuera fundada, como tierra de promisión, no se ha establecido todavía. Nosotros, los Rosa Cruz, pretendemos hacerla en esta época venidera y propicia de Acuario, pero sin que por ello nos hayamos de conferir el título de Maestros Directores, ya que hemos de enseñar a todos, que el Guía, el Maestro, está dentro de nosotros mismos y que sólo falta despertarlo buscando la nota  que armonice nuestra ciudad terrena, que es la Cruz, con nuestra Ciudad Divina, que es la Rosa…
Conocemos que los gnósticos, pretendieron hacer esta obra ya hace muchos siglos, sobre todo, en los tiempos del Gran Filósofo de Nazareth. Fanáticos y fariseos fueron entonces los que persiguieron estas ideas y fieles hermanos aquellos que las guardaron bajo símbolos sagrados. Unos las crucificaron y otros las santificaron en la Rosa. Había que esperar una nueva época determinada para su nuevo resurgimiento y ésta ya la consideramos llegada, ahora que la humanidad anda inquieta y ansiosa de mejoramiento.
Por eso el verdadero Cristianismo, la religión puramente cristiana, podemos asegurar que desde tiempos remotos se ha venido ejerciendo en las Órdenes Herméticas. Ellas han enseñado el verdadero conocimiento esotérico de la Rosa, mientras que las demás religiones seguían el camino exotérico de la Cruz…, con un rito frío, sin alma y recitador que a nada conducía.
Los Templarios, como buenos Rosa Cruz, ejercieron ese mismo cristianismo oculto que habían aprendido en los Balcanes y en el Asia menor. Después de la destrucción y disolución de esa poderosa Orden llevada a cabo por el fanático y envidioso rey Felipe el Hermoso, y aún después de haber quemado al Venerable Maestro J.B. Molay en París, los Rosa Cruz se plegaron en su concha y tornaron  al más augusto silencio… El mismo nombre de Cristian Rosenkreuz no fue más que un seudónimo de nuestros más grandes iniciados quien lo aceptó en recuerdo de que la enseñanza de la Rosa no era Oriental, sino puramente cristiana. Su verdadera denominación fue la de Christian Rosy Cross (El Cristianismo primitivo).

Hay curioso sobre esto que nadie ha dicho todavía. Si transgredimos a la vieja literatura como si nos estacionamos en la moderna para buscar el origen de la palabra Rosa-Cruz, tropezamos siempre con que los autores la fundamentan en ese seudónimo un nombre cualquiera como el de Juan Sánchez. Hasta Leadbeater cae en ese mismo error y ello prueba que no han dado todavía con el verdadero iniciado Rosa Cruz. No es esta alusión  en cuanto a Leadbeater que me consta ha recibido Luz Iniciática  en la India.
Voy a dar una explicación oculta.  Ros en latín quiere decir rocío y éste es algo muy importante en sus sutancia íntima, para el alquimista y, sobre todo, en su aplicación con el Arcano de la Rosa.
Un hecho, sin género de dudas, que la palabra Rosa-Cruz es de origen alemán, es que los alquimistas alemanes usaban constantemente el rocío y lo cruzaban y mezclaban con otras sustancias para hacer la transmutación del oro.
Ahora, el rocío, en alemán, se llama tau y el alemán es una de las lenguas arcaicas. Tau en griego es la Cruz. Así que se ha dicho y se puede seguir diciendo, como lo expresan las Obras Herméticas, que los Rosa-Cruz eran los manipuladores del Rocío que tanto como rocío y cruz se unen en la palabra Tau.
Observa, discípulo, esta clave: Dos son uno y uno es nada… Porque el rocío después de haber dejado al alquimista, su esencia y su fuerza, se va, se hace nada.
La Rosa es el símbolo más importante de muchas sociedades ocultas, que ahora vamos a propagar en España y América.
Dr. Krumm-Heller (Huiracocha)

domingo, 4 de mayo de 2014

LOS MISTERIOS DEL SEXO



Esto que comparto con ustedes corresponde a una exposición presentada al interior del Grupo Martinista Henri Delaage Nº 92, del Colegio de Santiago de Chile, en una reunión regular en primer grado de Asociado, en el año 1992. 
Si bien es cierto tiene ya algunos años, pienso que sus conceptos perfectamente son válidos y no pierden vigencia. Espero que sirva de algo.
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 En el inicio de los tiempos, el hombre solo conocía su naturaleza sexual animal pero, a medida que fue ascendiendo en su proceso evolutivo de lo subhumano a lo humano, fue captando que su sexualidad contenía algo más que lo puramente físico, convirtiéndose este aspecto en un misterio que hasta nuestros días permanece como algo no resuelto para la humanidad en general.


La ciencia esotérica ha escudriñado con increíble afán los extraños y difíciles laberintos que permitieran acceder al pleno desarrollo del hombre a través del conocimiento de esos arcanos, disipando las dudas en relación a la sexualidad del ser humano y su correcta utilización.
Un enorme caudal de conocimiento relacionado con estos misterios ha sido enseñado en sus diferentes aspectos al interior de diversas Escuelas de Desarrollo Iniciático.
Sabido es que la humanidad ha permanecido en la ignorancia, en alguna medida debido a un verdadero culto a la “demostración científica” que, como todos sabemos, trata de reproducir consistente y predeciblemente en un laboratorio fenómenos que sean observables a los sentidos físicos normales, dejando de lado un gran caudal de conocimiento que no puede ser demostrado mediante este procedimiento.
No podemos dejar de lado que también han cooperado a esta situación las diferentes interpretaciones que se han dado en lo relativo a la sexualidad por parte de determinadas religiones que ven en el sexo algo incompatible con el desarrollo espiritual del hombre, asignándole sólo funciones de carácter procreativo que aunque es, sin lugar a dudas, un maravilloso misterio, también debe constituirse en una posibilidad de acercamiento a Dios.
La ciencia exotérica recién hoy ha podido sacar a la luz lo que en el conocimiento esotérico era ya una realidad hace más de doscientos años. Y el campo de la sexualidad no ha sido ajeno a esta realidad.
Por ejemplo, en investigaciones recientes en neurofisiología han llegado a concluir que ambos hemisferios cerebrales funcionan en forma diferente y que este no es el caso de otros vertebrados. De modo que la evidencia de este hecho no surgió hasta que se notaron ciertos efectos como resultado de la cirugía cerebral (especialmente en la cirugía del Cuerpo Calloso).  La observación de las conductas luego de tal cirugía, llevaron a concluir de que el cerebro tiene naturaleza bimodal, es decir, que cada hemisferio funciona en forma diferente y puede operar en forma independiente del otro. Tendiendo el hemisferio izquierdo hacia un modo más convencional, lineal y racional de aprendizaje; y el derecho hacia una forma de pensar más inclusiva e intuitiva. Lo anterior ha sido llevado a la práctica hace mucho tiempo atrás por la ciencia esotérica.
Dos hemisferios con funcionalidad distinta pero complmentaria.

Pero existe otro hecho que me ha parecido muy importante poder compartir con ustedes. Es una presentación científica en que se explica una lucha por convertirse en varón. Se dice que en forma natural el ser humano es hembra, el macho es el resultado de una interferencia con el desarrollo fetal natural. Esta presentación propone una increíble batalla dentro del útero.
En el caso de la concepción de una hembra, el óvulo es fertilizado por un espermio que lleva un cromosoma “X”; luego de unas pocas semanas, el embrión en desarrollo ha formado órganos tanto femeninos como masculinos. Luego las gónadas se convierten en ovario y los rasgos masculinos cambian o se desintegran.
En el caso del macho, el huevo es fertilizado por un espermio que lleva un cromosoma “Y” desarrollando tanto los rasgos femeninos como masculinos en una medida rudimentaria como antes, pero luego las gónadas forman los testículos en lugar de los ovarios. Los testículos secretan una hormona que se absorbe o desintegra las partes potencialmente femeninas antes de producir la testosterona que luego promueve el desarrollo de las características masculinas plenas.
Un hecho curioso, sin embargo, fue el descubrimiento que si se retiran los ovarios femeninos a una temprana edad de desarrollo embrionario el crecimiento posterior seguirá como hembra. Si por otro lado se retiran los testículos de un embrión varón, el crecimiento del varón no continúa y el desarrollo sexual se revierte.
En realidad en muchos aspectos, podemos sentirnos separados (hombre - mujer, masculino-  femenino, positivo - negativo, activo - pasivo, etc.). Sin embargo, existe nuestra memoria atemporal que nos hacer recordar que alguna vez fuimos “UNO”. Esto último la ciencia esotérica lo ha planteado desde mucho tiempo atrás al sostener que en un comienzo el ser humano fue un ser andrógino, es decir, tenía las dos polaridades. 
 
Andrógino alquímico
Con la explicación del funcionamiento cerebral hemisférico izquierdo se podrá entender todos los fenómenos físicos en términos lógicos, objetivos, científicos, comprendiendo en forma más evidente que tal explicación está socavada en tal medida que las consideraciones metafísicas van a tener que ser reconocidas y reinstauradas.
Si concordamos que existen grandes misterios en lo relativo a la sexualidad del hombre, quizás si del punto de vista metafísico podamos tener una infinidad de planteamientos. Sin embargo, algunos autores han presentado algunos trabajos desde un punto de vista más bien fisiológico. Como por ejemplo, podemos citar un trabajo de John Moore, muy interesante, que hace una relación entre el desarrollo desde la etapa prenatal hasta la etapa post-mortem de los aspectos físico, mental y espiritual del ser humano en sus dos polaridades. En este trabajo el autor plantea que al nacer no somos ni macho ni hembra, sino ambos a la vez, masculino y femenino. Nuestra corporeidad física nos compromete con la ley natural de la creación.
Podemos decir que el hemisferio izquierdo femenino aprende y actúa en la existencia sexual socioeconómica, fundamentalmente para asegurar la procreación de la especie. El hemisferio derecho masculino, encargado de la evolución del individuo en términos espirituales, se desarrolla tardíamente.
Se sostiene que durante el curso de toda una vida, tanto del individuo macho como hembra, debería ocurrir una conversión gradual de una preocupación sexual a una preocupación por lo espiritual.
A medida que lo activamente procreativo en la hembra se realiza a sí mismo y se apacigua; y el servicio y el apoyo que le brinda el macho empieza a retirarse activamente, cambia el flujo de la vida, convirtiéndose de su compromiso hacia el exterior público.-social a una realización más interna privada-individual. En este proceso ambos hemisferios se reconcilian.
Esto efectivamente da lugar a un “unisexo” psicológico o situación andrógina, ya que aun siendo encarnados y mortales, el verdadero individuo ahora lleva en sí una masculinidad/femineidad indiferenciada; ambos hemisferios se convierten en una esfera unificada.
Esto se ejemplifica por las palabras de Jesús al respaldar la presencia de María Magdalena, ante el reclamo de Simón Pedro: “Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el reino del cielo.”[1] Esto demuestra la importancia en términos espirituales de que lo femenino abandone su apego a lo humano y la responsabilidad masculina de estímulo y liderazgo para la realización de un verdadero matrimonio.
El cuadro siguiente representa que la proporción o la razón dc lo físico (sexual) a lo espiritual que al nacer es dc 99% a 1%, al morir se invierte, es decir, lo físico sería el 1% mientras que lo espiritual corresponde al 99% restante.


Desde el punto de vista metafísico, existen variados planteamientos entre los cuales paso a enunciar los siguientes:
En primer lugar me referiré al planteamiento del Dr. R. Swinburne Clymer, el hombre posee inherentemente un poderoso impulso (biológico), un deseo omnicontrolador, y no tiene conocimiento de cómo coordinarlo aptamente, dirigirlo y usarlo.
Enuncia la posibilidad de la regeneración de la raza por medio de la “Elevación de la serpiente”, que es el sexo desde el légamo al que se le condenara por ignorancia y tabú. Sostiene que negar el sexo u ocultarlo es suprimirlo y esto siempre deberá tener por resultado alguna forma de degeneración de la mente, del cuerpo y del alma, la parte espiritual del hombre, o de los tres en total. Enfatiza que debemos reconocer su función propia, su necesidad para que continúe la raza, al igual que su aplicación en la espiritualización del nombre. Es irrazonable suponer que el hombre puede pensar en Dios, amar a Dios, ser consciente de Dios, y al mismo tiempo ignorar o suprimir el sexo, que es el medio de creación; y será igualmente irrazonable considerar el sexo como si fuese todo en la vida, dándole más relevancia en los propios pensamientos, deseos y esfuerzos. Ambas posturas conducen a la debilidad y a lo peor.
Dios, no dio sexo al hombre para que lo ignore ni solamente para que la raza se multiplique, como tampoco le dio al ser humano otras cosas con una sola finalidad, la dualidad gobierna toda actividad. Por lo tanto, llegando a conocer lo misterioso (dualidad de funciones) del sexo, estaremos cada día acercándonos a la plenitud de la vida y la Regeneración de la Raza.
Como segundo enfoque rescato aquel publicado por Pascal Beverly Randolph quien da a conocer la “Doctrina de Eulis” la que, sintetizando, enuncia lo siguiente. Todas las cosas; que existen sobre la tierra, todas las realidades físicas o metafísicas, todas las cualidades y todos los poderes del universo tienen su centro, su ciclo, sus estaciones. Si no se quiere sucumbir, es necesario armonizarse con este ritmo universal.
Aquí hay esferas que dan vueltas por el espacio invisible, las cuales emiten influencias bien determinadas. Están habitadas por inteligencias fluidicas reales, por fuerzas que el hombre puede dirigir y con las cuales debe querer unirse, intentar unirse, si conoce las leyes de las relaciones entre la materia y el espíritu.
La doctrina de Eulis sostiene creer en Dios cuya omnipotencia y omnipresencia reconoce y asimismo que el hombre fue creado a imagen y semejanza; se reconoce a la naturaleza como manifestación de inteligencia suprema y la existencia de Dios en todas partes y en el interior de cada uno de nosotros.
Se enfatiza que al contemplar la naturaleza en la múltiple variedad de sus formas, basándose en la experiencia personal, dejándose guiar por la sabiduría, se puede afirmar que:
“El sexo es la fuerza principal y fundamental de cada ser, la fuerza más potente de la naturaleza, el testimonio más característico de DIOS como potencia creadora en el microcosmo”.
Esta doctrina afirma consecuentemente que el dominio de esta fuerza permite, después de una conveniente preparación, un trabajo “mágico sexual” que posibilita la evolución hacia cl pleno desarrollo espiritual.
Con todo lo anteriormente expuesto, ya podemos ir comprendiendo el concepto filosófico - esotérico del sexo. Tenemos que recordar que para el esoterismo, el cuerpo físico no es más que uno de los siete planos de existencia y que el sexo es una fase de una única fuerza que opera en los siete planos de manifestación.
En consecuencia con lo expresado en el párrafo anterior, revisemos el tercer enfoque a presentar. Este está referido por una  de las más connotadas personalidades del esoterismo, Dion Fortune, quien nos enuncia en una de sus obras las leyes que gobiernan la unión sexual en cada plano de manifestación. Y es así como esta unión:
En el plano físico, dependerá del acoplamiento de los órganos generadores y de la inyección de la secreción masculina en el receptáculo masculino. En el segundo plano de manifestación (cuerpo etérico), se llevará a cabo cuando el deseo se inflama mutuamente y el hombre mira a la mujer codiciándola, en tanto que ella experimenta una pasión similar por él. En el tercer plano de manifestación (cuerpo astral), dependerá de la simpatía de carácter emocional. En el cuarto plano (cuerpo mental concreto), tendrá relación con tener un contenido común de conciencia e intereses. En el quinto plano (cuerpo mental abstracto), se verá determinada por la simpatía intelectual. En el sexto plano (cuerpo intuicional), dependerá de la coincidencia en los ideales espirituales. Y finalmente, en el séptimo plano (cuerpo espiritual), “Todo es Uno y Uno es Todo”, no siendo posible una unión más perfecta que la que ha existido desde la aurora de la manifestación.
Una peculiaridad de esta unión compuesta se encuentra en el hecho de que en ciertos planos los afines y semejantes se atraen mutuamente, mientras que en otros son los opuestos los que se buscan.
Esto lo podemos aclarar mediante el siguiente cuadro:
PLANO DE
MANIFESTACIÓN
TIPO DE ATRACCIÓN
Físico
Atracción de opuestos, diferencia corporal.
Etérico
Lo semejante atrae lo semejante , por tanto, depende del mutuo despertar de una pasión similar. Atracción magnética.
Astral
Atracción de opuestos. Los que tienen gran
poder de amor son atraídos por aquellos que necesitan afecto.
Mental concreto
Atracción por semejanza de contenido de conciencia e interés en los mismos temas y  objetivos  que signifiquen satisfacción mutua.
Mental abstracto
Atracción de opuestos. Al encarar problemas intelectuales con puntos de vista opuestos, contrapesando el crítico al imaginativo y el deductivo al inductivo.
Intuicional
Atracción por semejanza. Ya que la unión dependerá de la coloración del rayo a que pertenezcan ambos, pues eso indicará un tipo espiritual similar.
Espiritual
Todo es uno v uno es todo.

Posiblemente más de alguno podrán llegar a la válida conclusión de la necesidad de internalizar los conocimientos que nos permitan trabajar con las polaridades que coexisten al interior de cada uno de nosotros, de tal manera de aprovechar en el trabajo de desarrollo espiritual las ventajas que nos entregaría su dominio.
También es importante considerar que al buscar una unión física con la persona de otro sexo, será responsabilidad nuestra buscar con ella la unión en los planos superiores puesto que es allí donde encontraremos la verdadera comunión.
El manejo de las polaridades será una idea muy importante de comprender también, tanto a nivel individual, de pareja e incluso de comunicación a nivel grupal ya que nos permite un equilibrio y una armonía. Comprendiendo el trabajo con las polaridades y como se deben complementar para expresar la Ley de Generación, es la manera en que, seguramente, podremos elevar muestra consciencia y realizar una labor fecunda y evolutiva en nosotros y nuestro entorno. 
H. Dam
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Valdivia, Sergio. “El Arte de Vivir”
Fortune, Dion. “Amor y sexo según el Ocultismo”
Moore. John. “Sexualidad y Espiritualidad”
Clymer, R. Swinburne. “El Misterio del sexo y la Regeneración de la raza”
Randolph. P. Beverly. “La magia sexual”




[1]Evangelio de Tomás, logion 114. Citado desde Santos Otero, Aurelio de: op. cit., p. 705