domingo, 4 de mayo de 2014

LOS MISTERIOS DEL SEXO



Esto que comparto con ustedes corresponde a una exposición presentada al interior del Grupo Martinista Henri Delaage Nº 92, del Colegio de Santiago de Chile, en una reunión regular en primer grado de Asociado, en el año 1992. 
Si bien es cierto tiene ya algunos años, pienso que sus conceptos perfectamente son válidos y no pierden vigencia. Espero que sirva de algo.
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 En el inicio de los tiempos, el hombre solo conocía su naturaleza sexual animal pero, a medida que fue ascendiendo en su proceso evolutivo de lo subhumano a lo humano, fue captando que su sexualidad contenía algo más que lo puramente físico, convirtiéndose este aspecto en un misterio que hasta nuestros días permanece como algo no resuelto para la humanidad en general.


La ciencia esotérica ha escudriñado con increíble afán los extraños y difíciles laberintos que permitieran acceder al pleno desarrollo del hombre a través del conocimiento de esos arcanos, disipando las dudas en relación a la sexualidad del ser humano y su correcta utilización.
Un enorme caudal de conocimiento relacionado con estos misterios ha sido enseñado en sus diferentes aspectos al interior de diversas Escuelas de Desarrollo Iniciático.
Sabido es que la humanidad ha permanecido en la ignorancia, en alguna medida debido a un verdadero culto a la “demostración científica” que, como todos sabemos, trata de reproducir consistente y predeciblemente en un laboratorio fenómenos que sean observables a los sentidos físicos normales, dejando de lado un gran caudal de conocimiento que no puede ser demostrado mediante este procedimiento.
No podemos dejar de lado que también han cooperado a esta situación las diferentes interpretaciones que se han dado en lo relativo a la sexualidad por parte de determinadas religiones que ven en el sexo algo incompatible con el desarrollo espiritual del hombre, asignándole sólo funciones de carácter procreativo que aunque es, sin lugar a dudas, un maravilloso misterio, también debe constituirse en una posibilidad de acercamiento a Dios.
La ciencia exotérica recién hoy ha podido sacar a la luz lo que en el conocimiento esotérico era ya una realidad hace más de doscientos años. Y el campo de la sexualidad no ha sido ajeno a esta realidad.
Por ejemplo, en investigaciones recientes en neurofisiología han llegado a concluir que ambos hemisferios cerebrales funcionan en forma diferente y que este no es el caso de otros vertebrados. De modo que la evidencia de este hecho no surgió hasta que se notaron ciertos efectos como resultado de la cirugía cerebral (especialmente en la cirugía del Cuerpo Calloso).  La observación de las conductas luego de tal cirugía, llevaron a concluir de que el cerebro tiene naturaleza bimodal, es decir, que cada hemisferio funciona en forma diferente y puede operar en forma independiente del otro. Tendiendo el hemisferio izquierdo hacia un modo más convencional, lineal y racional de aprendizaje; y el derecho hacia una forma de pensar más inclusiva e intuitiva. Lo anterior ha sido llevado a la práctica hace mucho tiempo atrás por la ciencia esotérica.
Dos hemisferios con funcionalidad distinta pero complmentaria.

Pero existe otro hecho que me ha parecido muy importante poder compartir con ustedes. Es una presentación científica en que se explica una lucha por convertirse en varón. Se dice que en forma natural el ser humano es hembra, el macho es el resultado de una interferencia con el desarrollo fetal natural. Esta presentación propone una increíble batalla dentro del útero.
En el caso de la concepción de una hembra, el óvulo es fertilizado por un espermio que lleva un cromosoma “X”; luego de unas pocas semanas, el embrión en desarrollo ha formado órganos tanto femeninos como masculinos. Luego las gónadas se convierten en ovario y los rasgos masculinos cambian o se desintegran.
En el caso del macho, el huevo es fertilizado por un espermio que lleva un cromosoma “Y” desarrollando tanto los rasgos femeninos como masculinos en una medida rudimentaria como antes, pero luego las gónadas forman los testículos en lugar de los ovarios. Los testículos secretan una hormona que se absorbe o desintegra las partes potencialmente femeninas antes de producir la testosterona que luego promueve el desarrollo de las características masculinas plenas.
Un hecho curioso, sin embargo, fue el descubrimiento que si se retiran los ovarios femeninos a una temprana edad de desarrollo embrionario el crecimiento posterior seguirá como hembra. Si por otro lado se retiran los testículos de un embrión varón, el crecimiento del varón no continúa y el desarrollo sexual se revierte.
En realidad en muchos aspectos, podemos sentirnos separados (hombre - mujer, masculino-  femenino, positivo - negativo, activo - pasivo, etc.). Sin embargo, existe nuestra memoria atemporal que nos hacer recordar que alguna vez fuimos “UNO”. Esto último la ciencia esotérica lo ha planteado desde mucho tiempo atrás al sostener que en un comienzo el ser humano fue un ser andrógino, es decir, tenía las dos polaridades. 
 
Andrógino alquímico
Con la explicación del funcionamiento cerebral hemisférico izquierdo se podrá entender todos los fenómenos físicos en términos lógicos, objetivos, científicos, comprendiendo en forma más evidente que tal explicación está socavada en tal medida que las consideraciones metafísicas van a tener que ser reconocidas y reinstauradas.
Si concordamos que existen grandes misterios en lo relativo a la sexualidad del hombre, quizás si del punto de vista metafísico podamos tener una infinidad de planteamientos. Sin embargo, algunos autores han presentado algunos trabajos desde un punto de vista más bien fisiológico. Como por ejemplo, podemos citar un trabajo de John Moore, muy interesante, que hace una relación entre el desarrollo desde la etapa prenatal hasta la etapa post-mortem de los aspectos físico, mental y espiritual del ser humano en sus dos polaridades. En este trabajo el autor plantea que al nacer no somos ni macho ni hembra, sino ambos a la vez, masculino y femenino. Nuestra corporeidad física nos compromete con la ley natural de la creación.
Podemos decir que el hemisferio izquierdo femenino aprende y actúa en la existencia sexual socioeconómica, fundamentalmente para asegurar la procreación de la especie. El hemisferio derecho masculino, encargado de la evolución del individuo en términos espirituales, se desarrolla tardíamente.
Se sostiene que durante el curso de toda una vida, tanto del individuo macho como hembra, debería ocurrir una conversión gradual de una preocupación sexual a una preocupación por lo espiritual.
A medida que lo activamente procreativo en la hembra se realiza a sí mismo y se apacigua; y el servicio y el apoyo que le brinda el macho empieza a retirarse activamente, cambia el flujo de la vida, convirtiéndose de su compromiso hacia el exterior público.-social a una realización más interna privada-individual. En este proceso ambos hemisferios se reconcilian.
Esto efectivamente da lugar a un “unisexo” psicológico o situación andrógina, ya que aun siendo encarnados y mortales, el verdadero individuo ahora lleva en sí una masculinidad/femineidad indiferenciada; ambos hemisferios se convierten en una esfera unificada.
Esto se ejemplifica por las palabras de Jesús al respaldar la presencia de María Magdalena, ante el reclamo de Simón Pedro: “Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el reino del cielo.”[1] Esto demuestra la importancia en términos espirituales de que lo femenino abandone su apego a lo humano y la responsabilidad masculina de estímulo y liderazgo para la realización de un verdadero matrimonio.
El cuadro siguiente representa que la proporción o la razón dc lo físico (sexual) a lo espiritual que al nacer es dc 99% a 1%, al morir se invierte, es decir, lo físico sería el 1% mientras que lo espiritual corresponde al 99% restante.


Desde el punto de vista metafísico, existen variados planteamientos entre los cuales paso a enunciar los siguientes:
En primer lugar me referiré al planteamiento del Dr. R. Swinburne Clymer, el hombre posee inherentemente un poderoso impulso (biológico), un deseo omnicontrolador, y no tiene conocimiento de cómo coordinarlo aptamente, dirigirlo y usarlo.
Enuncia la posibilidad de la regeneración de la raza por medio de la “Elevación de la serpiente”, que es el sexo desde el légamo al que se le condenara por ignorancia y tabú. Sostiene que negar el sexo u ocultarlo es suprimirlo y esto siempre deberá tener por resultado alguna forma de degeneración de la mente, del cuerpo y del alma, la parte espiritual del hombre, o de los tres en total. Enfatiza que debemos reconocer su función propia, su necesidad para que continúe la raza, al igual que su aplicación en la espiritualización del nombre. Es irrazonable suponer que el hombre puede pensar en Dios, amar a Dios, ser consciente de Dios, y al mismo tiempo ignorar o suprimir el sexo, que es el medio de creación; y será igualmente irrazonable considerar el sexo como si fuese todo en la vida, dándole más relevancia en los propios pensamientos, deseos y esfuerzos. Ambas posturas conducen a la debilidad y a lo peor.
Dios, no dio sexo al hombre para que lo ignore ni solamente para que la raza se multiplique, como tampoco le dio al ser humano otras cosas con una sola finalidad, la dualidad gobierna toda actividad. Por lo tanto, llegando a conocer lo misterioso (dualidad de funciones) del sexo, estaremos cada día acercándonos a la plenitud de la vida y la Regeneración de la Raza.
Como segundo enfoque rescato aquel publicado por Pascal Beverly Randolph quien da a conocer la “Doctrina de Eulis” la que, sintetizando, enuncia lo siguiente. Todas las cosas; que existen sobre la tierra, todas las realidades físicas o metafísicas, todas las cualidades y todos los poderes del universo tienen su centro, su ciclo, sus estaciones. Si no se quiere sucumbir, es necesario armonizarse con este ritmo universal.
Aquí hay esferas que dan vueltas por el espacio invisible, las cuales emiten influencias bien determinadas. Están habitadas por inteligencias fluidicas reales, por fuerzas que el hombre puede dirigir y con las cuales debe querer unirse, intentar unirse, si conoce las leyes de las relaciones entre la materia y el espíritu.
La doctrina de Eulis sostiene creer en Dios cuya omnipotencia y omnipresencia reconoce y asimismo que el hombre fue creado a imagen y semejanza; se reconoce a la naturaleza como manifestación de inteligencia suprema y la existencia de Dios en todas partes y en el interior de cada uno de nosotros.
Se enfatiza que al contemplar la naturaleza en la múltiple variedad de sus formas, basándose en la experiencia personal, dejándose guiar por la sabiduría, se puede afirmar que:
“El sexo es la fuerza principal y fundamental de cada ser, la fuerza más potente de la naturaleza, el testimonio más característico de DIOS como potencia creadora en el microcosmo”.
Esta doctrina afirma consecuentemente que el dominio de esta fuerza permite, después de una conveniente preparación, un trabajo “mágico sexual” que posibilita la evolución hacia cl pleno desarrollo espiritual.
Con todo lo anteriormente expuesto, ya podemos ir comprendiendo el concepto filosófico - esotérico del sexo. Tenemos que recordar que para el esoterismo, el cuerpo físico no es más que uno de los siete planos de existencia y que el sexo es una fase de una única fuerza que opera en los siete planos de manifestación.
En consecuencia con lo expresado en el párrafo anterior, revisemos el tercer enfoque a presentar. Este está referido por una  de las más connotadas personalidades del esoterismo, Dion Fortune, quien nos enuncia en una de sus obras las leyes que gobiernan la unión sexual en cada plano de manifestación. Y es así como esta unión:
En el plano físico, dependerá del acoplamiento de los órganos generadores y de la inyección de la secreción masculina en el receptáculo masculino. En el segundo plano de manifestación (cuerpo etérico), se llevará a cabo cuando el deseo se inflama mutuamente y el hombre mira a la mujer codiciándola, en tanto que ella experimenta una pasión similar por él. En el tercer plano de manifestación (cuerpo astral), dependerá de la simpatía de carácter emocional. En el cuarto plano (cuerpo mental concreto), tendrá relación con tener un contenido común de conciencia e intereses. En el quinto plano (cuerpo mental abstracto), se verá determinada por la simpatía intelectual. En el sexto plano (cuerpo intuicional), dependerá de la coincidencia en los ideales espirituales. Y finalmente, en el séptimo plano (cuerpo espiritual), “Todo es Uno y Uno es Todo”, no siendo posible una unión más perfecta que la que ha existido desde la aurora de la manifestación.
Una peculiaridad de esta unión compuesta se encuentra en el hecho de que en ciertos planos los afines y semejantes se atraen mutuamente, mientras que en otros son los opuestos los que se buscan.
Esto lo podemos aclarar mediante el siguiente cuadro:
PLANO DE
MANIFESTACIÓN
TIPO DE ATRACCIÓN
Físico
Atracción de opuestos, diferencia corporal.
Etérico
Lo semejante atrae lo semejante , por tanto, depende del mutuo despertar de una pasión similar. Atracción magnética.
Astral
Atracción de opuestos. Los que tienen gran
poder de amor son atraídos por aquellos que necesitan afecto.
Mental concreto
Atracción por semejanza de contenido de conciencia e interés en los mismos temas y  objetivos  que signifiquen satisfacción mutua.
Mental abstracto
Atracción de opuestos. Al encarar problemas intelectuales con puntos de vista opuestos, contrapesando el crítico al imaginativo y el deductivo al inductivo.
Intuicional
Atracción por semejanza. Ya que la unión dependerá de la coloración del rayo a que pertenezcan ambos, pues eso indicará un tipo espiritual similar.
Espiritual
Todo es uno v uno es todo.

Posiblemente más de alguno podrán llegar a la válida conclusión de la necesidad de internalizar los conocimientos que nos permitan trabajar con las polaridades que coexisten al interior de cada uno de nosotros, de tal manera de aprovechar en el trabajo de desarrollo espiritual las ventajas que nos entregaría su dominio.
También es importante considerar que al buscar una unión física con la persona de otro sexo, será responsabilidad nuestra buscar con ella la unión en los planos superiores puesto que es allí donde encontraremos la verdadera comunión.
El manejo de las polaridades será una idea muy importante de comprender también, tanto a nivel individual, de pareja e incluso de comunicación a nivel grupal ya que nos permite un equilibrio y una armonía. Comprendiendo el trabajo con las polaridades y como se deben complementar para expresar la Ley de Generación, es la manera en que, seguramente, podremos elevar muestra consciencia y realizar una labor fecunda y evolutiva en nosotros y nuestro entorno. 
H. Dam
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Valdivia, Sergio. “El Arte de Vivir”
Fortune, Dion. “Amor y sexo según el Ocultismo”
Moore. John. “Sexualidad y Espiritualidad”
Clymer, R. Swinburne. “El Misterio del sexo y la Regeneración de la raza”
Randolph. P. Beverly. “La magia sexual”




[1]Evangelio de Tomás, logion 114. Citado desde Santos Otero, Aurelio de: op. cit., p. 705

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