domingo, 7 de agosto de 2016

MAGIA BLANCA Y MAGIA NEGRA

A continuación un breve escrito expuesto en reunión del Círculo Martinista "Nabusar", en la ciudad de La Serena, Chile, en el año 2014.

Cabe consignar que la Orden Martinista (tradición Papus) funciona en esta ciudad de Chile desde hace ya varios años, y específicamente este Círculo Martinista sesiona al amparo del G. M. Emmanuel Swedenborg.

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Ya hemos visto y hemos hecho mención en numerosas oportunidades que una de las Leyes Universales es la Ley de la Polaridad o de los Opuestos Complementarios. Básicamente esta ley nos explica que todo en la manifestación está polarizado, y gracias a esto es que ésta puede cambiar, avanzar o retroceder, y con ello dar posibilidades a, que en forma completa, se exprese y perfeccione.
El tema a tratar en esta ocasión habla de una polaridad que puede expresarse en distintos planos o niveles de manifestación, y si el título que hemos escogido puede rescatar distintas apreciaciones en las personas: arcaico, fantasioso, misterioso, supersticioso, atemorizante, dramático, y seguramente muchos adjetivos más; es importante dejar en claro que tiene una gran importancia y está siempre vigente, especialmente en el sendero de la Iniciación espiritual. Pueden cambiar los nombres, pero las ideas prevalecerán; y aunque estamos cursando el siglo XXI, el término magia con su concepto asociado, sigue estando tan vigente como lo fue hace varias centurias y milenios atrás.
Cuando hablamos de “magia”, no nos referimos a aquellas ideas y conceptos propios de mentes primitivas, alucinadas y supersticiosas que ven en este término a causas sobrenaturales que generan hechos  que van en contra de todas las leyes naturales establecidas. En realidad estamos más de acuerdo con aquellos que piensan que la magia surge del conocimiento que puede tener una persona, y que le permita operar causas para conformar hechos o acciones, que aparentemente escapan a las leyes naturales, pero que en realidad obedecen a estas a través de relaciones y estructuras que aún no son conocidas por las mayoría de las personas. Por esta razón un filósofo o científico adelantado a su tiempo, generalmente es incomprendido y se le puede tildar de “mago”, y si tiene suerte no le traerá mayores desconciertos o zozobras a su vida, pero si tiene la desgracia ser mal comprendido, puede incluso, ocasionarle las peores de las desgracias: la muerte.
Pero, el mago además de ser un filósofo y un científico, también debe ser un artista; ya que su acción pretenderá re-crear algo de acuerdo a su voluntad, es decir su actuar tendrá un objetivo personal, el cual puede o no coincidir con el Ideal u Objetivo principal de la Creación. Y según se logre esto último podremos tener “magos” que operen en distintas direcciones, lo que en el esoterismo se ha tratado de caracterizar por colores. De esta manera podemos tener magia gris, roja, verde, azul, amarilla, etc. Pero quizás sí lo más representativo de todas estas gamas esté representada por los valores y no los colores, ya que éstos son que son justamente los pares de opuestos, sobre el cual se mueven todo el amplio espectro de los colores.: lo blanco, presencia de luz; y lo negro ausencia de la misma. Por ende al hacer una analogía de la “magia” y sus distintos niveles de expresión y la luz y su expresión en valores y colores, debemos concluir que la luz y la magia son las expresiones que unen, una en cada estructura, la totalidad de expresiones, incluso en sus opuestos completos. De acuerdo a esto la magia blanca y la negra no se diferencian en nada desde su punto de vista operativo y funcional, y la diferencia estriba en el o los objetivos que persigan, o dicho de otra manera en el sentido y dirección que se le entrega a voluntad consciente por parte del operador.
El o los objetivos del mago blanco coinciden perfectamente con el del Plan Superior o divino; podríamos decir que su voluntad personal se encuadra perfectamente con la “Voluntad Divina”. En contraste, el o los objetivos del mago negro obedecen a lo que su voluntad personal determina que es lo mejor para ella misma, independiente que puedan coincidir o no con la Voluntad Divina. Esto indica que, con su acción, el mago blanco propende a las fuerzas de la evolución y desarrollo de la creación; y por el contrario la acción del mago negro, detiene este desarrollo o evolución, y por ende facilita la involución y decrecimiento.
 

 Ya hemos visto que podemos considerar a “magia”, como cualquier cambio hecho en un plano de manifestación a partir del manejo consciente de fuerzas de un plano superior. Para ello debe haber voluntad consciente involucrada en ello. Por esta razón al hablar de mago, estamos hablando de un ser humano que ha alcanzado elevadísimos sitiales en el desarrollo del conocimiento, poderes y capacidades, y con total consciencia de lo que realiza. En consecuencia tanto los “magos blancos”, como los “magos negros”, son muy escasos en la historia humana, sin embargo, podemos encontrar una mayor cantidad de personas que, pensando que han alcanzado altos niveles de desarrollo, engañados por una fuerte ilusión o espejismo, realizan operaciones mágicas con distintos niveles de resultados, los que más bien dependerán de factores no controlados por su propia voluntad.
En lo previamente mencionado, está la explicación de por qué la magia blanca busca la ayuda de inteligencias que operan fuerzas o energías que ayuden al plan de desarrollo y evolución; también llamadas inteligencias y fuerzas de orden, divinas o angélicas, en pocas palabras lo que se entiende por la mayoría, en el contexto de la moral y ética establecido,  como el BIEN. El mago negro, en contraste, dados sus objetivos, recurre más frecuentemente a buscar ayuda entre inteligencias y fuerzas que propendan a la detención e involución, o volver atrás lo que ya se ha desarrollado; inteligencias y fuerzas que han sido llamadas como de caos, demoníacas o diabólicas; lo que en el mismo contexto moral y ético, es llamado el MAL.
Es necesario hacer mención de un concepto que se puede encontrar en las lecturas sobre magia y ocultismo. Sendero de la mano derecha y sendero de la mano izquierda, son dos términos usados para definir dos caminos a seguir para volver al Origen Primordial. El primero dice relación con la evolución de la conciencia y la iluminación; el segundo con la involución, el volver atrás y proceder al caos y la oscuridad de donde todo surgió. Pero seguramente estos conceptos se podrán ampliar más en la medida que se pueda participar de las enseñanzas de otros grados dentro de la Orden.
Para efectos de este pequeño escrito, y los objetivos que persigue, es importante que quede medianamente claro lo que el concepto magia significa en los estudios iniciáticos y esotéricos serios y verdaderos; al mismo tiempo que podamos ir dándonos cuenta, que al ingresar en el Sendero de la Iniciación Espiritual, deberemos constantemente enfrentarnos a nuestro trabajo en la dualidad y sus múltiples expresiones a través de nuestro avanzar. Por ello es que debemos estar atentos a aprender y saber discriminar, por una parte, y saber confiar por la otra, para que podamos elegir voluntariamente, que sentido daremos a nuestra vida.
Podemos adelantar que al ingresar en este “Sendero de la Iniciación Espiritual”, en una Escuela o Colegio Iniciático Real, esta elección se presentará constantemente, y es más, en la medida que más avancemos, los alcances que tendrán las decisiones que tomemos tendrán una influencia mayor y más potente, tanto en nuestras vidas como en la de otras personas. Es importante que tomemos consciencia de la responsabilidad que vamos aceptando a medida que sabemos más, tanto en forma teórica como práctica. Y si bien es cierto, quizás estamos muy lejos de transformarnos en “magos”, esto no implica que no vayamos ganando progresivamente capacidades que pueden influir nuestras vidas y la de las personas que nos rodean.  Por ello, debemos poner atención a nuestras decisiones, y aprender a discriminar si nuestros objetivos nos acercan al desarrollo, a la evolución o al servicio, o simplemente es para satisfacción personal. No obstante esto último sea el caso, no debemos asustarnos, ya que eso no nos convierte en un “mago negro”, sino simplemente indica la tendencia de nuestra voluntad; lo que no debe sorprendernos porque la gran mayoría es producto del medio en que vive y crece; pero por esto debemos aprender a conocernos y trabajar sobre aquello que no queremos ser. Recuerden que este es un camino que lleva varias vidas, lo importante es avanzar y tener la voluntad y determinación para hacerlo, a la espera de esa gran decisión, que en algún momento tendremos que tomar como alma consciente. Es importante señalar que esta decisión está simbolizada en el Arcano Mayor número 6 del tarot, en el cual se simboliza, entre otras cosas los dos Senderos integración a la Fuente original, que hacíamos mención en párrafo previo, y del cual aprenderemos un poco más en las instrucciones hacia el interior del Templo.

Para concluir, podríamos decir que el sendero de la magia blanca, es el sendero del desarrollo y ampliación de la conciencia, que nos llevará a la luz superior y a la Unidad e integración con la Fuente Original de la cual emanamos. Por otra parte la magia negra, puede ser interpretado como el apego a nuestros personalismos y la satisfacción de nuestras necesidades personales, y con ello fomentamos aún más la idea ilusoria de la separatividad, en otras palabras nos negamos a acercarnos a la Luz de la Fuente Original, para mantener nuestras prerrogativas personales e independientes.
Es mi palabra,
Álvaro López Vera