Considero que puede ser de algún interés entre aquellos que no conocen mucho del tema de las "Llaves Tonales" en la Jerarquía de los "Siete Rayos", al menos en estructura que maneja Conny Méndez y sus seguidores, especialmente detallada en la obra de Rubén Cedeño.
Si o desean sumergirse en una gran cantidad de información existente en línea, este puede ser un buen resumen, y por otra parte si alguien desea comenzar esta línea de estudio, también resultará como una introducción beneficiosa. Al menos eso creo.
Finalmente no me queda más que hacer el ofrecimiento para quien lo requiera de las obras y melodías mencionadas, sólo debe solicitármelo a este blog
Que les resulte de provecho...
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Conectarse
con ángeles y hadas; poder ver como se cambia la oscuridad en luz; transformar
error en verdad. La metafísica se ha preocupado de todo y hoy, más que nunca,
sus adeptos se encuentran en toda la extensión de nuestro planeta. Es como una
gran plaga que quiere hacer el bien y transmutar el universo en libertad y
pureza.
Según
los estudiosos de estas ciencias -ya no tan ocultas- cada corriente de vida de
la Tierra procede de un rayo en particular y pertenece a él. El individuo no
ascendido responde o vibra favorablemente con el color del rayo o esfera a la
cual pertenece y puede por observación de sus propios hábitos o tendencias (qué
color le viene, cual le gusta más) y por meditación o discernimiento, llegar a
saber la posibilidad correcta que tiene en el reino de Dios.
La
metafísica asegura que a medida de que los colores se internan en los planos
espirituales más profundos, se hace ostensible que son despedidos por Rayos que
están cerca de la divinidad.
Conny
Méndez, una venerable metafísica venezolana, dice que cada persona es en sí un pequeño
sistema solar y una chispa de la divinidad. En el esquema del Yo Superior de
cada persona se dibuja un arcoíris en forma de círculo (denominado cuerpo
causal) que se ubica en la zona de la cabeza. En cada banda de color de dicho círculo
se van depositando todos los actos constructivos que cada persona lleva a cabo
y que habría hecho en las pasadas encarnaciones. ·Todo lo noble, todo lo bueno,
lo que está de acuerdo con la Voluntad del Padre y con tu Voluntad innata. Eso jamás
lo perderás. Es lo que llamamos en metafísica: tuyo por derecho de conciencia.
No puede ser robado ni perdido”, escribe Conny Méndez.
En
el cuerpo causal, los colores están en el siguiente orden. Primero el azul, inmediato
a la cabeza. Le sigue el amarillo dotado. Luego, siempre hacia afuera, el rosa,
el blanco, la banda verde, la banda oro-rubí (por razones misteriosas no se le
llama anaranjado, ya que la naranja como fruta no existiría en el plano
espiritual) y por último la banda violeta.
De
la frente salen siete rayos, uno por cada color, por donde Él irradia Sus y Tus
virtudes hacia donde sea necesario. Estas virtudes están regidas por un número importante
de entidades, a las que se puede invocar para pedirles que rodeen con su luz a
cualquiera a quien se quiera hacer el bien. El mundo invisible -dice Conny
Méndez- tiene su gobierno con jefes, oficiales, directores y legiones de servidores.
Saint
Germain, que hasta hace poco dirigió el raye violeta, explica que las actividades
de la Gran Hermandad Blanca son tan diversificadas y amplias que se necesitan
centenares de seres ascendidos para dirigir las múltiples líneas de fuerza que
aseguran el progreso de la raza humana.
Cada
rayo está dirigido por un maestro ascendido (casi todos de raza humana), un arcángel
(jerarca de la evolución angélica), un Elohim (jerarca de la evolución
elemental) numerosas otras entidades de luz y legiones de servidores a los que
en la Tierra se les da el nombre de ángeles.
Todo
ser de luz se puede manifestar en la Tierra a través de su rayo, su pensamiento,
su nombre (a veces basta mencionarles), su retire etérico (sitios donde las
distintas entidades se recogen) o su mantram personal, pero también se pueden
manifestar a través de la llamada Llave Tonal que según escribe Rubén Cedeño en
su libro “Los Siete Rayos”, es una obra musical que contiene dentro de su
estructura melódica, rítmica y armónica, la radiación de un ser ascendido especifico.
Los retiros etéricos de estas entidades también tienen su llave tonal.
Cedeño,
nacido en l952, es compositor y profesor destacado, a la vez que experto y difusor
de las revelaciones de la llamada Nueva Era, señala que cada director o entidad
tiene una llave tonal que puede ser utilizada para invocar o pedir alguna manifestación
a estos seres.
Música y ángeles.
El
actual director del Rayo Azul es el
maestro El Morya. De él se sabe que tenía
su retire cerca de Lasa, en el Tíbet,
y que en su casa tenía un piano hecho de palo de rosa, que al parecer aun se conserva
y con el cual realizaba sus conciertos junte a un órgano que interpretaba Lord
Koot Hoomi. Cedeño escribe que “ambos despliegues musicales conformaban un campo
de fuerza que bendecía a la humanidad con la radiación de la voluntad y la sabiduría
divina”. La llave tonal de Lord Morya se encuentra en la obra “Pompa y
Circunstancias” de Elgar, un connotado compositor inglés. Para muchos, la
pieza es algo así como el segundo himno nacional de Inglaaterra, cosa que no es
de extrañar, ya que Inglaterra en un país del Rayo Azul, inmensamente amado por
El Morya. También son entidades del mismo rayo, Lady Miriam, cuya llave tonal
es “Panis Angelicus”' de César Franck, que en la interpretación esotérica,
se refiere a la sabiduría divina traída por los ángeles a los hombres. Elohim, del Rayo Azul es el Amado Hércules,
cuya llave tonal es el Primer Movimiento de la Quinta Sinfonía de
Beethoven. El Arcángel del Rayo Azul es Miguel, a quien se puede invocar para
socorrer a quien lo necesite, para rodear de luz y paz a algún moribundo o para
libertar a alguien de sus propios errores. Su llave tonal es la “Marcha de los
Soldados” de la opera Fausto de Gounod. La obra trata acerca de la lucha de
las fuerzas de luz contra la oscuridad. Y la llave de las huestes angélicas del
Arcángel Miguel se halla en “Los Vitrales de la Iglesia" de Ottorino
Respighi.
El
Rayo Dorado -que sostiene la
actividad inteligente y cohesionante- tiene por director al ascendido maestro
Confucio, cuya llave tonal es “El vuelo de la alondra”, del inglés
Vaughan Williams, místico que realizo obras sinfónico-corales con textos
sagrados de la India. Se dice que pertenecen a este rayo la novela “Sidharta”,
de Hesse, y la ópera "Satyagraha", de Philipe Glass. Los directores
angélicos de este rayo, son Jofiel y Constanza, y a ellos se los puede invocar
para rodearse de luz; o para poder dar luz a quien lo necesite. Gracias a este
rayo se puede adquirir amor, compasión, altruismo y energía.
Las
virtudes del Rayo Rosa son: amor
puro, belleza, opulencia y cohesión; y desarrolla amor divino, tolerancia y devoción.
Directora del Rayo Rosa es Lady
Rowena, a quien se puede conocer un poco a
través de la lectura del “Ivanhoe” de Sir Walter Scott. La llave tonal de su
retiro se encuentra en el segundo movimiento del Concierto Nº 1 para
piano y orquesta de Chopin. Invocar al rayo rosa sirve para atraer algo o a alguien,
siempre y cuando las intenciones sean de amor y pureza. Conny Méndez dice: “Llena
de luz rosa (mentalmente, por supuesto) el vacio que separa el objeto de la persona,
rodea de Luz Rosa al objeto o la persona, y se atraerán mutuamente en Bien y
Amor Puro”. El Elohim del Rayo Rosa es Orión
y a él se lo puede invocar con el Cuarto Movimiento de la Segunda Sinfonía
de Jean Sibelius, un reflejo de la influencia dévica y de los más altos espíritus
de la naturaleza. La Amada Angélica, Shakti de Orión, tiene su llave tonal en
el solo para soprano de Carmina Burana de Carl Orff. El arcángel del
tercer rayo es Chamuel (a quien se puede invocar en estrecheces económicas),
quien junto a la Amada Caridad tienen su llave en “Regina Coeli” de la ópera
Cavalleria Rusticana de Mascagni.
El Rayo Blanco de la ascensión, la pureza
y la resurrección, también desarrolla
las artes. Es la síntesis de los tres
rayos primarios: azul, dorado y rosa. La llama blanca asiste a todo, quien
quiera ser elevado, a todo el que se encuentra deprimido, “bien sea una situación
económica o un ánimo entristecido.” El
director es el Maestro Seraphis Bey, cuya llave tonal se encuentra en la obra “Bendición
de Dios en la soledad”, de Franz Liszt, compositor que, según escribe Cedeño,
“en esta pieza encuentra un estadio de contemplación mística único dentro de la
música”. Los Elohims son Claridad y Astrea, quienes trajeron desde el Gran Sol Espiritual
al planeta Tierra, los principios de la belleza y las artes, ascensión y
pureza. La llave tonal de la Amada Astrea es el Coro de los peregrinos de
la ópera “Tannhauser” de Richard Wagner. El arcángel del rayo es Gabriel, el
que anunció a la Virgen María, cuyo retiro tiene por llave tonal el preludio
de la mística ópera "Parsifal", de Wagner, nombre expresivo de la
pureza del cuarto rayo. La llave tonal personal del arcángel es el intermezzo
de “Cavalleria Rusticana” de Mascagni.
El
Rayo Verde es el rayo de la verdad,
la consagración, la concentración y la curación. Se recomienda invocar a los ángeles
del rayo verde en toda enfermedad. María, la madre de Jesús, se cree que actúa
en el rayo verde dando protección a todas
las parturientas y a todo niño por
nacer. Conny Méndez escribe: “Pon a toda futura madre en manos de ella, lo
mismo que al niño. Luego entrégalo a las entidades de la llama violeta para que
nazca sin karma”. Su llave tonal es el “Ave María” de Franz Schubert. El
director es el maestro Hilarión, cuya llave tonal se encuentra en la célebre Toccata
y Fuga en Re menor de Bach. La diosa Palas Atenea es también un ser del
rayo verde y su llave es la obertura y el Venusberg de la ópera “Tannhauser”·
de Wagner. Los amados Sonata y Armonía, tan vinculados al mundo de la música,
también son creaturas de este rayo y sus llaves están en la Sonata Claro de
Luna de Beethoven. Asclepios, que es el dios de la medicina, también
trabaja en este rayo, su llave se encuentra el aria Una furtiva lágrima
de Donizetti. El arcángel del quinto rayo es Rafael y su llave tonal se
encuentra en “Un susurro de esperanza” de Hawthorne.
El
sexto rayo o Rayo Oro-Rubí, hace
crecer en las virtudes de paz, gracia y providencia (o suministro). Desarrolla
la serenidad, el culto devocional y la paciencia.
Fue el rayo en que actuó Jesús
de Nazareth. Como el sexto rayo es el devocional, musicalmente se manifiesta en
el canto gregoriano, las laudas medievales, las misas cantadas y los himnos
protestantes. Juan el Amado, su chohan o director, tiene su llave tonal en
el spiritual “Deep River”. Los arcángeles del sexto rayo son Uriel y
Gracia. Gracia otorga su ídem a aquel que la requiera y demande; Uriel es el
emisor del suministro de todos los requerimientos materiales, vitales,
emocionales y mentales para toda corriente de vida encarnada o desencarnada.
También dirige la actividad de los ángeles de la guarda. Su llave tonal es la canción
de cuna de Schubert, mientras que la llave de los ángeles del sexto rayo es
la oración de la opera “Hansel Gretel”, de Humperdinck. Pertenecen al
sexto las “Gimnopedies” de Satié; “Pavana para una infanta difunta”,
de Ravel, “Orfeo y Eurídice”, de Gluck; “Laudi alla Vergine” de
Verdi; “Laudate Dominum” de la Misa K 339, de Mozart, y el Cuarto Movimiento
de la Segunda Sinfonía de Mahler. Según
Rubén Cedeño, la Madre Teresa de Calcuta es uno de máximos exponentes del rayo
verde en la actualidad.
El
Séptimo Rayo, el Violeta, concede a
las corrientes de vida los dones de orden, perdón, misericordia, liberación,
magia y ceremonial. La máxima protección que se puede tener contra toda fuerza
siniestra y manipuladora es el poder del fuego
violeta. La actual directora del
fuego violeta es la Madre Mercedes, que trabaja por la liberación y el perdón.
La llave tonal de su retiro es el “Va Pensiero” de la ópera “Nabucco” de
Verdi. Esta llave conecta a todo el que la escuche con la radiación de la Madre
Mercedes. Antes que ella, dirigió este rayo Saint Germain y basta solo
nombrarlo para que todo se llene con la luz del rayo violeta. Su llave tonal actual
se encuentra en el segundo movimiento del Concierto de Aranjuez, del
compositor español Joaquín Rodrigo. La guitarra es el instrumento del fuego
violeta, al igual que el violín. Los arcángeles sustentadores del fuego violeta
para la Tierra y comandantes de las legiones de ángeles son Zadkiel y Amatista.
Su llave tonal está en la opera “La Walkyria” de Wagner, y se manifiestan
con ella. Esta obra es la llama violeta en su más gran aspecto ígneo. Se dice
que la Tetralogía de Wagner (“El Oro del Rhin”, “La Walkyria” “Sigfrido” y “El
Ocaso de los Dioses") es la Doctrina Secreta hecha ópera. Los ángeles del
fuego violeta pueden ser invocados para transmutar una situación indeseable. Lo
único que hay que hacer es visualizarlos en grandes círculos concéntricos
rodeando lo que se quiera cambiar. Pruebe. Escuchará buena música y en una de
esas se le aparece un ángel. En estos tiempos, toda una oportunidad.
JAM