Muchas veces, los estudiantes de un sendero esotérico, se olvidan de que es necesario tener fundamentos sólidos, de tal manera que esto impida que la construcción personal zozobre en aguas de ilusión y el fanatismo.
Este escrito fue desarrollado por Sergio Valdivia Correa, en Santiago de Chile, hacia la década de los 80 del siglo XX, en el contexto de una breve conferencia entregada sobre el tema.
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El
discernimiento es la capacidad que posee la mente humana que le permite conocer
algo, distinguirlo ante otros semejantes y formarse un juicio de valor sobre el
objeto de conocimiento.
Para
llevar a cabo este proceso, la mente necesita la participación de la mayoría de
las facultades cognoscitivas que posee, pues la capacidad de discernimiento es
una de las más complejas conductas de la mente.
Un
moderno educador, Benjamín Bloom, ha creado nueva reformas educacionales,
tendientes a desarrollar esta capacidad en los educandos y para evaluar si ya
posee esta conducta, pide en sus pruebas que el alumno evalúe, discierna,
establezca juicios con respecto a lo que se postula, pero previamente es
ponderada su capacidad de conocimiento, de comprensión, de aplicación,
análisis, síntesis y como conducta más compleja ponderable, se encuentra esta
capacidad, pues requiere de todas las anteriores.
Cada
una de las conductas mencionadas requieren de otras, tales como: atención,
concentración, orden de las ideas, etc. Podríamos decir que al desarrollar esta
capacidad, estamos poniendo en actividad nuestra mente completa. Requiere
cierta capacidad de reflexión, puesto que implica el análisis personal con
respecto al objeto de conocimiento.
Ejemplo:
en mi familia hay una discusión a la hora de almuerzo. Yo puede sentirme involucrado
automáticamente en la situación, defenderme o atacar, según me sienta internamente.
Esto es lo que generalmente hacemos y mi conducta altera la de los otros y
nadie entiende que ocurre pasado un rato de la discusión.
El
desarrollo del discernimiento implica que:
a) Debemos
conocer lo que se discute. Conocer, implica le emocionalidad relajada, de modo que
debemos ser objetivos en nuestras apreciaciones, tener las premisas fundamentales,
ordenar esos datos y reparar las posiciones planteadas.
b) Luego,
trataremos de comprender la situación desde el punto de vista de los que discuten,
es decir, dada toda su experiencia anterior, es como verá el ángulo tratado y
este se hace con cada uno de los que discuten.
c)
La aplicación, que consiste en hacer nosotros
mismos la práctica equivalente, en este caso recordar, o imaginar cómo lo haríamos,
tan vívidamente como podamos. Es ideal que tomemos un tiempo, para realizar realmente
algo análogo o equivalente a lo planteado, ya que esta experiencia de aprendizaje
sería valiosísima, pues nosotros buscamos la vivencia por razones de estudio y
en forma controlada.
d) El
análisis de los datos, que es la conducta que sigue a la anterior. Para esto es
bueno utilizar el método de análisis científico, aunque sea un problema
trivial. Se estudian y ordenan los datos por separado, se formula una hipótesis,
se somete a comprobación, se formula una TESIS o Ley si es el caso. Este análisis
de los datos debe ser ordenado, respecto a cada uno de los elementos que lo componen.
e)
Luego sintetizamos nuestros resultados
objetivos en una ponencia determinada. Esto es producto del experimento realizado
por nosotros.
f)
Por último, nos acordamos de nosotros mismos,
de nuestra posición, de nuestra experiencia, de lo que nos parece. Todo esto en
forma reflexiva, es decir, la conclusión obtenida es distinta y separada de mis
consideraciones particulares, pero como están claras esas separaciones, puede juntarlas
o combinarlas en un juicio personal objetivo.
Por
supuesto, que esto está muy lejos de ser, ni siquiera similar, a algunos de los
conflictos en lo cotidiano. Las personas establecen juicios “a priori”,
llevados por sus condicionamientos, hábitos, costumbres e impulsadas por sus
emociones del momento.
Es
claro que las emociones obnubilan la razón. Con nuestras emociones alteradas,
perdemos la capacidad de ver objetivamente una situación, porque el proceso que
se produce es el siguiente: Nuestra emoción es estimulada por imágenes
mentales. En ocasiones, esas imágenes mentales son producto de una situación real,
objetiva y en otras, esas imágenes son combinaciones y superposiciones de
ant1guas, archivadas en la mente y con la emoción afloran con tal vivencia que
se toman por reales o se hacen calzar con ella, de modo que le reacción será obviamente
proporcional a la imagen y no a la realidad.
Todo
esto afecta enormemente a la seguridad en sí mismo, puesto que el no poder separar
lo objetivo de lo subjetivo, provoca que se tornen nuestros temores imaginarios
por reales y nos afecten en nuestras reacciones físicas, con lo que se va
haciendo realidad, poco a poco, esos temores.
Todo
lo que nosotros pensamos de nosotros mismos, es lo que somos realmente y esta importante
técnica de triunfo es efectiva, porque nuestra mente, al menos una parte de
ella, el subconsciente, no tiene en absoluto la capacidad de discernir, ya que esto
es propiedad de la mente consciente.
El
subconsciente recibe todos los estímulos en forma de imágenes y los capta y
acepta como reales, cualesquiera que sean y esto puede ser una gran inconveniencia
en el camino al éxito y a la realización si nuestra mente consciente, la otra
parte, hace todo el trabajo apropiado de discernimiento, porque puede elegir,
captar, separar lo que ella quiere realmente ser de lo que no desea,
convertirlo en imágenes bien representadas y todo esto enviado al subconsciente,
que aceptará lo que nosotros le enviemos.
Es
el subconsciente quien maneja le emoción, la domina con su forma nítida y bien
representada y la acción coherente es siempre apropiada. Nunca una acción será
distinta de la imagen subconsciente, pues ella es quien cualifica la energía
emocional, para que se exprese en lo físico.
Donde
hay más desacuerdo en la mayoría de las personas, es en lo que hay almacenado en
su subconsciente, aquello que fue ingresado por nuestros padres, maestros,
experiencias no razonadas, etc.; además de lo que hoy en nuestra vida de adulto
pensamos.
Una
de las razones por las cuales no cambiamos esas malas imágenes por otras mejores
es que las ideas no están lo suficientemente claras las ideas por parte de la
mente consciente. Se quieren cosas poco nítidas, poco definidas. Conocemos
poco, porque estamos siempre pendientes de nuestras reacciones ante el medio,
de cómo nos afecta el ambiente y perdemos de vista como son las interrelaciones
desde un punto de vista más general y el conocer es sólo un punto de partida en
el camino para llegar a discernir.
Recordemos
el siguiente esquema:
Desde
el punto de vista de la evolución, existen muchas esperanzas respecto a la activación
rápida de las facultades mentales y existen grandes avances en el campo del superaprendizaje
holístico, ya que contempla un desarrollo global, integral de todas las facultades
en forma armoniosa, en corto tiempo y sin esfuerzos.
También
ayudará a este trabajo de discernimiento, una actitud mental positiva, un
control emocional, porque nos permite capturar los acontecimientos con más
amplitud de criterio.
A
modo de conclusión podemos decir que aunque el discernimiento es una de las más
complejas actividades de la mente concreta, hoy la humanidad está
suficientemente madura como para alcanzarlo en su gran mayoría. SÓLO DEBEMOS
SABER QUÉ HACER, CÓMO HACERLO Y HACERLO.
SVC
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