La
vida depende en absoluto del acto de respirar, pues este es un principio
universal. Respirar es vivir y no hay vida sin respiración, no solamente los
animales superiores deben al aire su existencia, sino hasta las forma más
inferiores, incluso muchas plantas.
El
niño hace una larga y profunda inspiración, la retiene un momento para extraer
del aire sus propiedades vitales y exhala con un lento vagido: así da principio
a su vida en la Tierra. El anciano da un débil suspiro, cesa de respirar y su
vida llegó a su término. Desde el suave soplo del niño hasta el último suspiro
del moribundo se desarrolla una larga historia de continuas respiraciones.
La
respiración puede considerarse como la más importante de las funciones del
cuerpo, porque de ella dependen indudablemente todas las demás. El ser humano
puede vivir algún tiempo sin comer, menos aún sin beber, pero sin respirar sólo
dura unos pocos minutos.
Los
hábitos correctos de respirar son los que le dan al ser humano vitalidad
perfecta e inmunidad contra las enfermedades. El hombre en su estado natural no
tuvo necesidad de que le suministraran instrucciones para respirar, y de la
misma manera que el animal y el niño, respiraba natural y debidamente según los
designios de la naturaleza. Pero, en esto también ha sufrido la influencia
modificadora de la civilización. Ha construido costumbres y actitudes
perniciosas en el pararse, sentarse, caminar, dormir, el uso de ajustadas
vestimentas, etc., que le han despojado del derecho primitivo de una
respiración correcta.
El
porcentaje de seres humanos civilizados que respiran correctamente es muy
reducido en la actualidad, y ello puede observarse en los pechos estrechos,
hombros caídos y el espantoso aumento de las enfermedades de los órganos
respiratorios.
Desde
Oriente nos llega la enseñanza milenaria de la técnica respiratoria perfecta.
Esta sostiene que además del beneficio físico derivado de una respiración
normal, el poder mental de la persona, su felicidad, el dominio sobre sí mismo,
la claridad mental y aún el crecimiento espiritual pueden ser aumentados
penetrando en la ciencia respiratoria. Así el estudiante aprende una serie de
ejercicios por los cuales obtiene el dominio de su cuerpo y lo habilita para
enviar a cualquier órgano o parte de este, una mayor corriente de fuerza de
salud, fortaleciendo y vigorizando, en esta forma, el órgano o parte que se
desee.
Trabajando
con la respiración rítmica se puede lograr una vibración armónica con la
naturaleza y ayudar al desenvolvimiento de poderes latentes. Controlando la
respiración no sólo se puede curar a sí mismo, sino también a otras personas;
se puede desterrar el temor, las preocupaciones y emociones inferiores.
El
principio activo de la vida o energía vital se encuentra en todas las formas de
vida, desde la ameba hasta el ser humano, y desde la más elemental de las
formas vegetales hasta la más elevada de la vida animal. Esta energía vital
compenetra todo, hállase en todas las formas animadas, y está en cada átomo y
en todas las cosas. Este gran principio existe en todas las formas de la
materia, está en el aire, pero o es ninguno de los elementos químicos. Es un
elemento altamente energético. Los animales y vegetales lo respiran con el
aire, pero si este no lo contuviera, morirían.
Es tomado por el sistema conjuntamente por el oxígeno.
El
oxígeno del aire juega un papel importante en el sostenimiento de la vida
animal y el carbono desempeña una función similar en la vida vegetal, pero la
energía vital tiene su función propia en las manifestaciones de la vida, aparte
de las funciones fisiológicas. Estamos constantemente inhalando el aire cargado
con esta energía y constantemente extraemos éste de aquél, apropiándolo para
nuestro uso. En la respiración ordinaria extraemos y absorbemos una cantidad
normal de dicha energía, pro en la respiración controlada y regulada, nos
ponemos en condiciones de extraer una cantidad mayor que se concentra en el
cerebro y centros nerviosos para ser utilizada cuando sea necesario.
Podemos
almacenar esta energía de la misma manera de cono los acumuladores almacenan
electricidad; y en caso de enfermedad se puede utilizarla para vencer a los
agentes patógenos y restablecer el equilibrio y la salud en todos nuestros
sistemas. Nótese cuán importante es la “ciencia de la respiración”
Rosy Viola Díaz