Todos los seres humanos
albergan en su mente la búsqueda de la quietud y de la paz, cualesquiera que
sean los caminos que se elijan para conseguirla.
No podemos hablar de
relajación si no hablamos antes de tensión.
El bullicio de las
grandes ciudades se ha adentrado en los sentidos del hombre y le ha dominado,
haciendo que la mente participe de él y el sistema nervioso se active al
sistema discordante del ajetreo y de los ruidos de los cuales la mayoría de los
seres son incapaces de sustraerse. Para la mente y el sistema nervioso no hay
quietud ni silencio y la onda tensional del medio en que vive le absorbe
completamente.
Todo aquello que en la
vida produce dolor moral o físico es susceptible de producir un estado tensional
capaz de perjudicar la mente del hombre, trastornar su vida emocional y
enfermar su cuerpo físico.
La tecnología de hoy ha
contribuido en buena parte a ahondar con sus complejidades la forma de vida del
ser humano, empujándolo a una vida ficticia de rigidez física, emocional y
mental, comprometiendo en gran manera el libre ejercicio de sus actividades
laborales, sociales y aún la convivencia en el hogar.
La tensión, al adueñarse
de la mentalidad del hombre, proyecta la vibración tensional a cada uno y a
todos los órganos del cuerpo, especialmente al más sensible de ellos que es el
sistema nervioso. Este influjo se deja ver muy pronto en el temperamento del
ser humano, así como en el carácter y la personalidad del individuo. El estado
de tensión abarca incluso, en algunos casos, el alma de la persona, tensión que
se proyecta en el rostro, en los pensamientos y en los actos que realiza.
La onda tensional, a
medida que pasa el tiempo, forma una atmósfera invisible que rodea a este ser,
creando una serie de formas llamadas elementales, que viven del principio vital
del hombre y de la sustancia-materia del pensamiento. Estos elementales a
medida que crecen, se enseñorean de la mentalidad del hombre, impulsándolo a
aumentar su estado de tensión. Una forma de destruir estas formas negativas es
por medio de la polarización mental y emocional hacia la imagen opuesta que es
la “relajación”.
Se ha comprobado en
experiencias científicas que es posible el control de la voluntad de la persona
en la aplicación para influir en tranquilizar y normalizar las funciones que
realiza el sistema nervioso simpático, eliminando la tensión.
La relajación es como si
el “arco” mental cediera, aflojara las cuerdas del pensamiento en forma serena
y armónica, reflejándose en su totalidad en las defensas biológicas del
organismo físico. La relajación no solamente debe hacer sentir sus efectos en
la esfera externa, sino que debe penetrar profunda y eficazmente en la esfera
psíquica, mental y espiritual de cada persona.
La energía de relajación
que se atrae con la sola práctica de ella debe compenetrar cada una de las
células corporales, en especial las del sistema nervioso. Aunque la persona no
se percate de ello, esta práctica hará que la vibración de relajación recorra
todos los centros vitales (chakras), estimulándolos en la medida que sea
necesario.
El electroencefalograma
practicado durante la relajación profunda ha revelado cambios en la actividad
eléctrica del cerebro, presentando un predominio de las ondas alfa, ondas
cerebrales de quietud y bienestar.
La práctica de la
relajación es un arma poderosa para todos los seres humanos que presenten algún
conflicto en sus vidas a causa de los problemas que se le presentan en el
diario vivir.
Existen muchas formas y
fórmulas para la relajación. No se puede llegar a la realización de una
relajación completa si la relajación del cuerpo no va acompañada con la de la
mente y estado emocional. Es necesario para ello desarrollar la facultad de la
concentración mental.
La música tiene un
especial papel en la práctica de la relajación, porque facilita e intensifica
el efecto. Los acordes musicales producen vibraciones de armonía, los que a su
vez atraen vibraciones semejantes del mundo de la naturaleza. Estas vibraciones
compenetran al organismo íntegro con beneficios insospechados para el
ejecutante de su práctica.
Empieza hoy a reprogramar
tu proceso de pensamiento por medio de la relajación y creando a tu alrededor
el poderoso pilar de la “Llama Violeta consumidora”, visualizándote libre de
tensiones, con energía, amor, paz y seguridad en ti mismo(a). Realiza esto
antes de entregarte al sueño y verás cómo cambia tu vida…
Rosy Viola Diaz
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