viernes, 24 de febrero de 2017

SANACIÓN POR LA MENTE



Introducción.
La medicina o la ciencia de curar ha pasado por distintas etapas a través de la historia, y no podríamos decir que una ha sido mejor que la otra, ya que si bien es cierto algunos momentos de ella han conocido un gran desarrollo del conocimiento tecnológico y científico, otras han establecido una mayor concordancia con los agentes naturales y/o espirituales. Seguramente cada momento por el que ha pasado esta ciencia o arte corresponde perfectamente a aquel por el que debe pasar la humanidad. De la misma forma, es bastante probable que en progreso en este campo esté inmerso en lo que es la evolución de las cosas en forma general, por ello es que no escapa a un desarrollo de forma “helicoidal”, ya que está determinada dentro de lo que es una “Ley Universal”.
El arte o ciencia de curar es un conocimiento antiquísimo cuyo desarrolló seguramente comenzó en los albores de la humanidad. Antiguamente era un conocimiento de tipo esotérico e iniciático, es decir, pertenecía a sólo unos pocos elegidos. A quienes se les transmitían sus conocimientos y tenían acceso a sus secretos, eran los más capaces y debían demostrarlo a través de un compromiso y dedicación exclusiva. Era un verdadero apostolado, para el cual muy pocos estaban preparados.


Por mucho tiempo la medicina y la religión estuvieron estrechamente unidas, y la segunda contenía a la primera, sólo hace unas pocas centurias se desvincularon   la medicina fue enfrentada con un enfoque científico.  
Se comete el error de pensar que antes de esta verdadera escisión del mundo religioso, todos los conocimientos medicinales con los cuales contaban los expertos, llamados “iniciados”, estaban principalmente construidos en base a la superstición o superchería. Pensar de esta forma en términos absolutos es poseer una visión muy estrecha y materialista de las cosas, la verdad es que muchos conocimientos antiguos han servido para el desarrollo de los actuales, y por otra parte actualmente se están redescubriendo conceptos totalmente válidos para las nuevas estructura de conocimiento de sanación, los que hasta hace poco eran desechados por la racionalidad y la lógica. De esta forma algunas ideas que parecían “primitivas”, en la actualidad se les está encontrando su sitio en modernas teorías, lo que determina el desarrollo de modernos paradigmas respecto a la sanación o curación.
Medicina alternativa.
La medicina ortodoxa o convencional en el día de hoy está principalmente conformada por la estructura alopática, la que se basa en un sistema en el cual principalmente se busca encontrar las causas de las enfermedades en el mal funcionamiento de una zona o función física determinada. Los tratamientos preferentemente usados son de tipo farmacológicos, es decir, a través del uso de drogas o fármacos se intenta restaurar el equilibrio orgánico perdido (“homeostasis”). También la alopatía utiliza como herramienta válida la cirugía que básicamente consiste en la extirpación de los órganos o partes afectadas. Ahora bien, los dos procesos mencionados, no son en absoluto modernos o novedosos, ya que es la herencia de que los antiguos sanadores, desde hace milenios, han traspasado a los modernos médicos. Pero, debido al conocimiento aún insuficiente que poseemos de fisiología y anatomía, es que la mayoría de las veces los tratamientos son sintomáticos y no etiológicos, en otras palabras apuntan a disipar los síntomas, pero no actúan sobre las verdaderas causas de las enfermedades. Pero, aunque esto último se mejorare, bajo el prisma de la medicina alopática la génesis de las enfermedades está considerada principalmente en el nivel físico.     
Una rama alternativa de la medicina alopática es la llamada “homeopática”, y difiere de la primera en la forma en que comprende las causas de las enfermedades; ya que mientras la medicina convencional indica que la mayoría de las enfermedades tienen un origen orgánico o funcional, es decir de la parte física; la homeopatía plantea que las enfermedades se desencadenan en aspectos superiores al plano físico, lo que por acción y reacción, finalmente desequilibran el cuerpo y aparecen los síntomas de una enfermedad corporizada.
Con esto, la alopatía y la homeopatía difieren en la forma de tratamiento, siendo la primera de tipo antagónico, es decir, a través de la aplicación de fármacos busca oponerse al desequilibrio, o bien a través de la extracción de lo que está mal funcionando recuperar el equilibrio perdido. Mientras que la homeopatía establece un sistema de tratamiento sinérgico, es decir, que a través de pequeñas dosis de drogas causa los mismos síntomas que se quieren combatir, buscando una reacción natural del organismo para recuperar su equilibrio perdido. Es como una autoinmunidad a través de exposición reiterada con pequeñas cantidades (inocuas). Es el mismo principio que se utiliza con las vacunas de las enfermedades infectocontagiosas.
Pero, también tenemos una tercera posición o alternativa de medicina, a la cual podemos poner el mote de “Naturista”, la cual, al igual que la homeopatía, también entiende que las causas de las enfermedades se encuentran en un plano distinto al físico, pero que finalmente desembocan en este. Enfrentan la enfermedad, al igual que las otras dos líneas ya vistas, en el plano físico, pero la única gran diferencia, es que lo hace es que lo hace con elementos naturales, en donde adquieren especial relevancia la alimentación, la higiene y el ejercicio. De esta manera, se intenta proporcional fuerza vital al organismo, para que así se expresen los propios sistemas intrínsecos y naturales, y de esta forma alcanzar el esperado equilibrio.

Estas tres “ramas” de la medicina son las que durante muchos años han discutido el liderazgo de la curación. Sin embargo, según mi parecer, la ciencia de la salud se acerca a dar un salto cualitativo importante en el helicoide evolutivo de la medicina, es así como ya se comienza a estructurar un nuevo sistema, que engloba a los tres ya vistas, y las sobrepasa:
Medicina Holística.
El advenimiento de la Nueva Era involucra cambios congruentes en los distintos campos de conocimiento que la humanidad ha desarrollado. La medicina no escapa a estos cambios y de acuerdo a las características de esta nueva etapa la medicina deberá ser de tipo integral y superior a todas aquellas que hasta ahora se han expresado.
La medicina Holística propone una integridad funcional entre los distintos aspectos del ser, de tal forma que las emociones no son una entidad separada del cuerpo físico, la mente tampoco se puede separar de lo físico y emocional; incluso la dimensión espiritual o trascendente del ser humano también forma parte irreductible de todas las otras expresiones ya mencionadas. Todo está íntimamente ligado y relacionado, y al combatir una enfermedad se ha de tener en cuenta esta premisa.
Ahora bien, si consideramos que el aspecto mental es la parte más elevada del ser humano a desarrollarse en plenitud en este Nueva Era, por Ley de Jerarquía, la interrelación funcional necesariamente debe ser abordada desde la mente. De allí que la sanación por la mente comienza a mostrarse como una herramienta con posibilidades prácticamente infinitas para una nueva forma de sanación, de hecho, estoy convencido que la curación o sanación por la mente será el esqueleto funcional de la medicina Holística o de la Nueva Era.

Actualmente ya tenemos atisbos del desarrollo de este nuevo paradigma de la medicina; la ciencia tradicional está comprobando que una adecuada actitud mental es fundamental para conservar un óptimo estado de salud. Tanto es así que se está hablando de una nueva rama médica llamada, o que le ha dado en llamar:
“Psiconeuroinmunología”
Los pensamientos positivos protegen al individuo contra cualquier desequilibrio, incluso contra las enfermedades llamadas infectocontagiosas. Si consideramos que todo está interrelacionado y en forma jerárquica, es decir, en forma de cascada; entonces, si la mente está en armonía, esto llevará a un equilibrio automático a todos los aspectos bajo su tutela. Sin embargo, no siempre resulta así, ya que la mente puede estar equilibrada, no obstante no tener la suficiente fortaleza para mantener de la misma forma a las emociones, las que se desequilibran fácilmente afectando al plano físico. En consecuencia, si entrenamos la mente para que se fortaleza y la armonizamos, lograremos un efecto congruente de dirección vertical, armonizando la parte emocional, la vital o energética y finalmente la física u orgánica.
Esta es la efectiva a la vez de sencilla premisa en que basa la sanación a través de la mente. El asunto está en desarrollar adecuadamente la voluntad, la inteligencia, la racionalidad, el discernimiento, la concentración y, sobretodo, la visualización, para tener una mente poderosa que pueda subyugar a los demás elementos de la personalidad de nuestro ser, a los que, por lo demás, tiene el derecho de mandar.
Prácticas.
Como ya se mencionó en el último párrafo, mi convencimiento personal está orientado a que las prácticas deben estar principalmente a desarrollar el poder de la concentración mental y la visualización. La primera al desarrollarse, debe estar orientada a un estado de “actitud mental positiva” permanente. Por otra parte la visualización permitirá enfrentar las enfermedades declaradas a través de un mandato mental de organización y armonía. Un ejemplo de prácticas de la visualización la encontramos en la “técnica de células frescas”, en la cual, la persona enferma, al entender cómo se desarrolla orgánicamente la enfermedad que le aqueja, puede visualizar como la zona afectada se llena completamente de células sanas y frescas, las que combatirán y tomarán posesión del lugar o lugares principalmente afectados. Se ha observado una correlación positiva entre el descenso efectivo de células enfermas o anormales y ejercicios de visualización de afluencia de células sanas.
Conclusión.
Como conclusión he querido plantear algunos supuestos, desde una perspectiva exclusivamente personal, los que puede servir para una posterior discusión o reflexión.
1.                La medicina, como todo campo del conocimiento tiene un crecimiento o desarrollo de tipo helicoidal, esto hace que cada cierto tiempo se retomen las premisas médicas antiguas, pro con una nueva comprensión de las cosas. Esta es la razón del porque el naturismo de hoy en día jamás podrá ser el de hace centurias.
2.                La sanación por la mente es una forma de medicina emergente de acuerdo a los postulados de la Nueva Era, ya que toma para sí los postulados básicos de esta nueva etapa de la humanidad: es de tipo holístico.
3.                Seguramente en una nueva etapa la sanación provendrá de la parte que comanda el aspecto mental: la parte espiritual, pero para que ello se desarrolle en forma masiva en el planeta, habrá que dominar primeramente la sanación de tipo mental.
4.                Las Escuelas Iniciáticas, como en otros campos del conocimiento humano se encuentran adelantadas a los tiempos, por esta razón la sanación ha sido desarrollada dentro de ellas, cual más, cual menos, según sea la realidad y evolución que cada una de ellas tenga en forma particular.
Para esta Nueva Era que está comenzando la misión de los “Iniciados” es doble: por una parte deben ayudar a desarrollar la sanación de tipo mental por la gran mayoría de la humanidad (parte exotérica del trabajo); y por otro lado deben ayudar a desarrollar la sanación de tipo espiritual al interior de los Templos de dichas Escuelas, para que un futuro, cuando la humanidad ya esté preparada, pueda ser expuesta a la gran mayoría, tal como se hace hoy con la sanación mental (parte esotérica del trabajo).
ALV.

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