Cabe mencionar que no incurro en transgresiòn alguna al divulgar este escrito, ya que la la Orden mencionada permite comunicar este a amigos o a las personas que lo requieran.
Disfruten de su lectura
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La
respiración del ser humano es controlada en dos formas: una inconsciente o “natural”,
y la otra voluntaria o deliberada. Lo mismo sucede con el parpadeo de nuestros
ojos: se produce inconscientemente cada pocos segundos y con mayor rapidez
cuando algo los irrita. Pero podemos controlar deliberadamente esta actividad
natural, y parpadear más cada vez que lo deseemos. Si lo intentamos podemos dejar
de parpadear, mas no por largo rato. La necesidad natural de parpadear provocará
que lo hagamos aunque no lo deseemos.
Las
dos formas de control de la respiración son un tanto más complejas. Tal como
sucede con el parpadeo de los ojos, nuestros pulmones funcionan natural e
inconscientemente, y el ritmo normal de la respiración crece o decrece de
acuerdo con la necesidad que tenga el cuerpo de oxigeno. Sin embargo, en
cualquier momento podemos controlar nuestra respiración valiéndonos de la respiración
voluntaria o controlada, usualmente con el fin de respirar más profunda o más rápidamente
de lo normal. Pero también podemos minimizar e incluso suspender la respiración.
Los expertos en esta técnica pueden prolongar una inhalación o una exhalación
hasta cuatro minutos.
La
capacidad funcional de los pulmones puede medirse con la respiración
voluntaria. La cantidad de aire que puede ser expelida vigorosamente al soplar
un instrumento de medición y, más específicamente, en el lapso de un segundo,
representa la medida normal de esta “capacidad vital”. Lograr que los pulmones
funcionen a toda su capacidad cuando se practica un ejercicio vigoroso, tiende
a aumentar la capacidad vital. La vida sedentaria o una infección en los pulmones,
tienden a disminuirla. El tejido de los pulmones tiene muchísimas celdillas elásticas
llamadas alvéolos, por donde entran las moléculas de oxigeno al torrente sanguíneo.
La terapia para reactivar o para desarrollar los alveolos abarca la respiración
voluntaria casi en la misma forma como se mide la capacidad vital, esto es,
forzando a las celdillas a descargar por completo todo el aire viciado y los
elementos contaminantes. Un método para lograrlo consiste en soplar una
trompeta en forma vigorosa; otro es inflar tanto como sea posible un globo, en
una sola y fuerte bocanada de aire; esto no debe hacerse solo una vez o dos,
sino que tiene que ejercitarse diariamente.
Métodos
para Contener la Respiración
Existen
diferentes prescripciones para controlar la respiración, sea con fines de
meditar o para el desarrollo psíquico. En la literatura oculta pueden
encontrarse algunas técnicas inusuales, tal como respirar siete veces por una
fosa nasal y luego siete veces por la otra, o exhalar tan suave y lentamente,
que una delicada pluma puesta debajo de la nariz no se mueva. El método más
común es la respiración profunda, haciendo caso omiso de otros sistemas o
normas diferentes para controlarla. Muchos estudiantes Rosacruces hacen
diariamente respiraciones profundas, conteniendo el aire en los pulmones el tiempo
necesario sin sentirse incómodos.
Usted
puede contener la respiración en distintas formas. Puede expandir y llenar los
pulmones de aire y luego contener la respiración con el aire ADENTRO de estos, o
puede contenerla una vez que ha EXPULSADO por completo el aire; algunas veces
pueden alternarse ambos métodos, pero el efecto no es el mismo. De hecho,
algunas veces los efectos son contrarios. Repitiendo varias veces el primer
método mencionado, se logra que en el cuerpo predomine la energía positiva de
la vida, a la que los Rosacruces llamamos Fuerza Vital, la cual abunda en la
atmósfera y está un tanto relacionada con la luz del Sol. Los pulmones son los
canales más efectivos para que esa energía entre al cuerpo conjuntamente con el
oxigeno. Repetir varias veces el segundo método, permite que domine la energía
negativa abundante en la Tierra, v la cual recibimos a través de los alimentos y
el agua. Ambas energías son esenciales para la vida y la salud, pero en ciertas
condiciones de inarmonía puede necesitarse más de una o de la otra.
En
la curación Rosacruz por contacto encontramos que la mayoría de las
enfermedades se curan más rápidamente si la persona que está dando el
tratamiento respira en forma positiva y mentalmente enfatiza los elementos
positivos, pero ciertas condiciones requieren del elemento negativo. Por ejemplo,
algunas personas que sufren súbitamente dolores en el pecho se dan cuenta de
que el dolor se alivia mas rápidamente si, además de suspender toda actividad
física, vacían por completo sus pulmones exhalando mas aire del que expulsan
normalmente, y contienen la respiración durante varios segundos con los
pulmones VACÍOS. Repiten esto varias veces inhalando cada vez un poco de aire y
forzándolo a salir rápidamente de los pulmones. Esta respiración es NEGATIVA.
Por el contrario, contener la respiración con los pulmones llenos de aire, es
la respiración POSITIVA.
Hay
dos métodos para contener la respiración, ya sea con los pulmones LLENOS o VACÍOS
de aire, o entre estos dos extremos. Un método es aislar el aire cerrando por
completo las cuerdas vocales en la glotis. Para que usted se asegure de que
puede identificar esta función de la glotis, pruebe el experimento siguiente.
Si pronuncia la letra “k” suave y enfáticamente, se dará cuenta de que justo en
medio de la pronunciación se cierran por completo los órganos bucales. En el análisis
de los elementos lingüísticos, esta interrupción es llamada oclusión glótica.
No entra ni sale absolutamente nada de aire de los pulmones, ni por la nariz ni
por la boca. Usando esta oclusión glótica en forma intermitente, puede expeler
el aire de los pulmones llenos en pequeños esfuerzos separados diciendo (o
mejor todavía, susurrando) “k-k-k-k” más de cien veces, con solo una aspiración
de aire. Los buzos y los nadadores controlan la respiración de esta manera para
evitar que el agua entre a sus pulmones.
Si
contiene deliberadamente la respiración con los pulmones vacios o llenos, trate
de cerrar la glotis. Sin embargo, hay aún otra forma de contener la respiración.
Si respiramos manteniendo voluntariamente un ciclo rítmico, podemos demorar o
parar el ciclo en cualquier punto sin cerrar la glotis, suspendiendo la acción
muscular en la misma forma que un cantante contendría la respiración para hacer
una breve pausa en la melodía. Cuando olfateamos repetidamente, el aire que
inhalamos entra a los pulmones en pequeñas cantidades que son controladas
totalmente por la acción de estos, sin cerrar la glotis. De igual manera,
cuando reímos el aire es expulsado en cantidades que son controladas solo por
la acción muscular de los pulmones. En un sollozo también se expele cierta
cantidad de aire, pero puede tener o no oclusiones glóticas. Se requiere mucha práctica
para contener la respiración únicamente con el control de los pulmones, en especial
si estos están llenos, pero cuando se controla voluntariamente la respiración
en los momentos de meditación, pueden obtenerse diferentes resultados.
Respiración
Voluntaria Instintiva.
Hemos
hablado de la respiración voluntaria como si pudiéramos decidir conscientemente
controlar la respiración natural. Sin embargo, en algunas circunstancias la respiración
voluntaria ocurre en forma espontánea, es decir, algunas veces el cuerpo mismo
hace uso de ésta. El aire puede entrar y salir de los pulmones sin un control
deliberado. Por ejemplo, es difícil imitar la respiración normal mediante el
control voluntario; el ritmo de la respiración podría cambiar, o bien, la atención
consciente podría desviarse hacia otra cosa y la respiración volvería a ser instintiva.
Para continuar conscientes de la respiración y controlarla voluntariamente, su
ritmo debe ser diferente que cuando se respira en forma natural. No hay duda de
que esto forma parte de la razón por la cual se prescriben normas para la respiración
voluntaria.
La
respiración normal puede reducirse o minimizarse durante la concentración
mental y, en especial, cuando realizamos una tarea pesada estando sentados o
cuando nos sentamos en una postura anormal. Entonces la necesidad acumulada de
oxigeno provoca un suspiro, una respiración voluntaria, aunque se produzca espontáneamente.
La tristeza o la depresión mental pueden disminuir seriamente la respiración,
aun si la persona está dormida. Esta condición, a su vez, despertará
abruptamente a la persona con un jadeo, lo que representa respiración
instintiva. Las personas que padecen de enfisema o de asma sienten
instintivamente que necesitan respirar, a fin de mantenerse respirando todo el
tiempo. Es como si el mecanismo del cuerpo, cuando no puede realizar sus
funciones en forma instintiva, recurriera a la mente consciente para que se
haga cargo de ellas.
Una
propuesta que merece la pena explorar y probar, es que la respiración se vuelve
instintiva aún cuando estemos conscientes de ella. Es probable que, de vez en
cuando, haya una necesidad psicológica normal para la respiración voluntaria.
Por ejemplo, el hecho de fumar un cigarrillo implica la necesidad de la respiración
voluntaria. Puede ser que la necesidad de respirar se convierta en la provocación
para prender el cigarrillo. En tales ocasiones, respirar deliberadamente sin
tener en los labios un cigarrillo, podría satisfacer esa necesidad.
A
partir de esas consideraciones podemos llegar a tres deducciones importantes:
la respiración voluntaria no es simplemente una intromisión en la respiración
instintiva, sino que es una parte establecida en el mecanismo para vivir y
sobrevivir. Además, en todos los ejercicios de respiración, sea cual fuere su prescripción,
se requiere la respiración voluntaria, un hecho que muchas veces se pasa por
alto. El aspecto voluntario mismo puede ser importante, ya que es un fin en sí
mismo, así como también un medio para llegar a ese fin.
La
Respiración en la Meditación
El
método más simple para controlar la respiración cuando meditamos es contar
nuestras respiraciones, lo cual nos permite por lo menos centrar toda nuestra atención
en la respiración, a fin de que queden excluidos de la mente otros
pensamientos. Así da comienzo la concentración y el relajamiento. Para
relajarse en forma todavía más rápida, inhale profundamente y cierre la glotis.
Ahora podrá mover la cabeza y los hombros sin perder aire. Conteniendo todavía
la respiración, oscile la cabeza y los hombros, flexione los músculos de la
espalda, y observe que obtendrá mayor relajamiento muscular, el que a su vez le
facilitara mas concentrarse y meditar. Puede repetir esto de cuando en cuando,
durante los subsiguientes ejercicios de respiración.
·
Otra preparación preliminar para la respiración profunda es arrojar todo el
aire de los pulmones dejándolos más vacios de lo normal, y luego inhalar. Esto
ayuda a controlar por completo la respiración voluntaria. Los psicólogos hacen
la misma recomendación basándose en el hecho de que los alvéolos no pueden
llenarse de aire fresco ni de oxigeno, a menos que el aire viciado, pesado, con
monóxido de carbono y humedad, sea expulsado primero. De lo contrario, en los
pulmones habrá siempre una mezcla de aire fresco y aire viciado, lo cual limita
el acceso de moléculas de oxigeno (y de Fuerza Vital) hacia los alvéolos.
Si
en su meditación va a incluir afirmaciones, algunas veces la respiración
voluntaria le ayudará a internar esas afirmaciones para que se graben en la mente
subconsciente. Mientras inhala, PIENSE en las afirmaciones como si las
absorbiera junto con el aire; mientras exhala, HABLE (o cante) suavemente la afirmación.
Otro
de los propósitos de la respiración controlada y de la meditación, es
establecer contacto Cósmico. Olfatear y oler están relacionados muy
estrechamente con el sentido psíquico, como lo demuestran ciertos ejercicios Rosacruces.
Sin embargo, olfatear y oler son también respiraciones que se controlan
voluntariamente, y en este caso el aspecto voluntario puede ser también de mucha
importancia. Con el propósito de lograr contacto psíquico, controlar la respiración
sin cerrar la glotis puede resultar una nueva experiencia. Por ejemplo,
establezca un ciclo completo de respiración voluntaria sin esfuerzo intenso,
sino retardándola ligeramente. En el punto máximo de la aspiración profunda,
retarde un poco más el ciclo v piense que se encuentra flotando sobre la cumbre
de una montaña. Cuando aspire siéntase que flota a un lado de la montaña y al
exhalar piense que se mueve lentamente hacia el otro lado; a medida que respira
vaya suavemente de uno a otro lado, prolongando la sensación de que casi roza
la cima de la montaña.
Este
tipo de experiencia respiratoria, unida a los sentimientos de júbilo, gratitud,
alabanza y adoración a Dios (el Todo, el Cósmico, el Origen), puede producir
una percepción sumamente convincente de esa Presencia, luego, esto nos conducirá
hacia el propósito más profundo de la meditación, hasta que perdemos conciencia
del ser como un observador, como el agente de la conciencia, y nos mezclamos
con esa Presencia, con esa conciencia total, no como observadores de esa
Presencia, sino como parte de ella.
Los
diferentes métodos para controlar voluntariamente la respiración, v los
diferentes pensamientos y estados mentales durante la respiración voluntaria, desempeñan
un papel muy importante para lograr una total meditación y alcanzar desarrollo psíquico.
¿No valdría acaso la pena que en este momento haga algunos experimentos para
descubrir qué combinación funciona mejor para usted? Usted podría inventar y
probar sus propios métodos de respiración voluntaria.
Dr. Edgar Wirt, F. R. C.
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