martes, 23 de julio de 2019

EL CONTROL DE LA RESPIRACIÓN

Comparto un breve escrito realizado por el Dr, Edgar Wirt, perteneciente a la Antigua y Mística Orden de la Rosacruz (AMORC), el cual puede ser de utilidad.

Cabe mencionar que no incurro en transgresiòn alguna al divulgar este escrito, ya que la la Orden mencionada permite comunicar este a amigos o a las personas que lo requieran.

Disfruten de su lectura


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La respiración del ser humano es controlada en dos formas: una inconsciente o “natural”, y la otra voluntaria o deliberada. Lo mismo sucede con el parpadeo de nuestros ojos: se produce inconscientemente cada pocos segundos y con mayor rapidez cuando algo los irrita. Pero podemos controlar deliberadamente esta actividad natural, y parpadear más cada vez que lo deseemos. Si lo intentamos podemos dejar de parpadear, mas no por largo rato. La necesidad natural de parpadear provocará que lo hagamos aunque no lo deseemos.
Las dos formas de control de la respiración son un tanto más complejas. Tal como sucede con el parpadeo de los ojos, nuestros pulmones funcionan natural e inconscientemente, y el ritmo normal de la respiración crece o decrece de acuerdo con la necesidad que tenga el cuerpo de oxigeno. Sin embargo, en cualquier momento podemos controlar nuestra respiración valiéndonos de la respiración voluntaria o controlada, usualmente con el fin de respirar más profunda o más rápidamente de lo normal. Pero también podemos minimizar e incluso suspender la respiración. Los expertos en esta técnica pueden prolongar una inhalación o una exhalación hasta cuatro minutos.
La capacidad funcional de los pulmones puede medirse con la respiración voluntaria. La cantidad de aire que puede ser expelida vigorosamente al soplar un instrumento de medición y, más específicamente, en el lapso de un segundo, representa la medida normal de esta “capacidad vital”. Lograr que los pulmones funcionen a toda su capacidad cuando se practica un ejercicio vigoroso, tiende a aumentar la capacidad vital. La vida sedentaria o una infección en los pulmones, tienden a disminuirla. El tejido de los pulmones tiene muchísimas celdillas elásticas llamadas alvéolos, por donde entran las moléculas de oxigeno al torrente sanguíneo. La terapia para reactivar o para desarrollar los alveolos abarca la respiración voluntaria casi en la misma forma como se mide la capacidad vital, esto es, forzando a las celdillas a descargar por completo todo el aire viciado y los elementos contaminantes. Un método para lograrlo consiste en soplar una trompeta en forma vigorosa; otro es inflar tanto como sea posible un globo, en una sola y fuerte bocanada de aire; esto no debe hacerse solo una vez o dos, sino que tiene que ejercitarse diariamente.
Métodos para Contener la Respiración
Existen diferentes prescripciones para controlar la respiración, sea con fines de meditar o para el desarrollo psíquico. En la literatura oculta pueden encontrarse algunas técnicas inusuales, tal como respirar siete veces por una fosa nasal y luego siete veces por la otra, o exhalar tan suave y lentamente, que una delicada pluma puesta debajo de la nariz no se mueva. El método más común es la respiración profunda, haciendo caso omiso de otros sistemas o normas diferentes para controlarla. Muchos estudiantes Rosacruces hacen diariamente respiraciones profundas, conteniendo el aire en los pulmones el tiempo necesario sin sentirse incómodos.
Usted puede contener la respiración en distintas formas. Puede expandir y llenar los pulmones de aire y luego contener la respiración con el aire ADENTRO de estos, o puede contenerla una vez que ha EXPULSADO por completo el aire; algunas veces pueden alternarse ambos métodos, pero el efecto no es el mismo. De hecho, algunas veces los efectos son contrarios. Repitiendo varias veces el primer método mencionado, se logra que en el cuerpo predomine la energía positiva de la vida, a la que los Rosacruces llamamos Fuerza Vital, la cual abunda en la atmósfera y está un tanto relacionada con la luz del Sol. Los pulmones son los canales más efectivos para que esa energía entre al cuerpo conjuntamente con el oxigeno. Repetir varias veces el segundo método, permite que domine la energía negativa abundante en la Tierra, v la cual recibimos a través de los alimentos y el agua. Ambas energías son esenciales para la vida y la salud, pero en ciertas condiciones de inarmonía puede necesitarse más de una o de la otra.
En la curación Rosacruz por contacto encontramos que la mayoría de las enfermedades se curan más rápidamente si la persona que está dando el tratamiento respira en forma positiva y mentalmente enfatiza los elementos positivos, pero ciertas condiciones requieren del elemento negativo. Por ejemplo, algunas personas que sufren súbitamente dolores en el pecho se dan cuenta de que el dolor se alivia mas rápidamente si, además de suspender toda actividad física, vacían por completo sus pulmones exhalando mas aire del que expulsan normalmente, y contienen la respiración durante varios segundos con los pulmones VACÍOS. Repiten esto varias veces inhalando cada vez un poco de aire y forzándolo a salir rápidamente de los pulmones. Esta respiración es NEGATIVA. Por el contrario, contener la respiración con los pulmones llenos de aire, es la respiración POSITIVA.
Hay dos métodos para contener la respiración, ya sea con los pulmones LLENOS o VACÍOS de aire, o entre estos dos extremos. Un método es aislar el aire cerrando por completo las cuerdas vocales en la glotis. Para que usted se asegure de que puede identificar esta función de la glotis, pruebe el experimento siguiente. Si pronuncia la letra “k” suave y enfáticamente, se dará cuenta de que justo en medio de la pronunciación se cierran por completo los órganos bucales. En el análisis de los elementos lingüísticos, esta interrupción es llamada oclusión glótica. No entra ni sale absolutamente nada de aire de los pulmones, ni por la nariz ni por la boca. Usando esta oclusión glótica en forma intermitente, puede expeler el aire de los pulmones llenos en pequeños esfuerzos separados diciendo (o mejor todavía, susurrando) “k-k-k-k” más de cien veces, con solo una aspiración de aire. Los buzos y los nadadores controlan la respiración de esta manera para evitar que el agua entre a sus pulmones.
Si contiene deliberadamente la respiración con los pulmones vacios o llenos, trate de cerrar la glotis. Sin embargo, hay aún otra forma de contener la respiración. Si respiramos manteniendo voluntariamente un ciclo rítmico, podemos demorar o parar el ciclo en cualquier punto sin cerrar la glotis, suspendiendo la acción muscular en la misma forma que un cantante contendría la respiración para hacer una breve pausa en la melodía. Cuando olfateamos repetidamente, el aire que inhalamos entra a los pulmones en pequeñas cantidades que son controladas totalmente por la acción de estos, sin cerrar la glotis. De igual manera, cuando reímos el aire es expulsado en cantidades que son controladas solo por la acción muscular de los pulmones. En un sollozo también se expele cierta cantidad de aire, pero puede tener o no oclusiones glóticas. Se requiere mucha práctica para contener la respiración únicamente con el control de los pulmones, en especial si estos están llenos, pero cuando se controla voluntariamente la respiración en los momentos de meditación, pueden obtenerse diferentes resultados.
Respiración Voluntaria Instintiva.
Hemos hablado de la respiración voluntaria como si pudiéramos decidir conscientemente controlar la respiración natural. Sin embargo, en algunas circunstancias la respiración voluntaria ocurre en forma espontánea, es decir, algunas veces el cuerpo mismo hace uso de ésta. El aire puede entrar y salir de los pulmones sin un control deliberado. Por ejemplo, es difícil imitar la respiración normal mediante el control voluntario; el ritmo de la respiración podría cambiar, o bien, la atención consciente podría desviarse hacia otra cosa y la respiración volvería a ser instintiva. Para continuar conscientes de la respiración y controlarla voluntariamente, su ritmo debe ser diferente que cuando se respira en forma natural. No hay duda de que esto forma parte de la razón por la cual se prescriben normas para la respiración voluntaria.
La respiración normal puede reducirse o minimizarse durante la concentración mental y, en especial, cuando realizamos una tarea pesada estando sentados o cuando nos sentamos en una postura anormal. Entonces la necesidad acumulada de oxigeno provoca un suspiro, una respiración voluntaria, aunque se produzca espontáneamente. La tristeza o la depresión mental pueden disminuir seriamente la respiración, aun si la persona está dormida. Esta condición, a su vez, despertará abruptamente a la persona con un jadeo, lo que representa respiración instintiva. Las personas que padecen de enfisema o de asma sienten instintivamente que necesitan respirar, a fin de mantenerse respirando todo el tiempo. Es como si el mecanismo del cuerpo, cuando no puede realizar sus funciones en forma instintiva, recurriera a la mente consciente para que se haga cargo de ellas.
Una propuesta que merece la pena explorar y probar, es que la respiración se vuelve instintiva aún cuando estemos conscientes de ella. Es probable que, de vez en cuando, haya una necesidad psicológica normal para la respiración voluntaria. Por ejemplo, el hecho de fumar un cigarrillo implica la necesidad de la respiración voluntaria. Puede ser que la necesidad de respirar se convierta en la provocación para prender el cigarrillo. En tales ocasiones, respirar deliberadamente sin tener en los labios un cigarrillo, podría satisfacer esa necesidad.
A partir de esas consideraciones podemos llegar a tres deducciones importantes: la respiración voluntaria no es simplemente una intromisión en la respiración instintiva, sino que es una parte establecida en el mecanismo para vivir y sobrevivir. Además, en todos los ejercicios de respiración, sea cual fuere su prescripción, se requiere la respiración voluntaria, un hecho que muchas veces se pasa por alto. El aspecto voluntario mismo puede ser importante, ya que es un fin en sí mismo, así como también un medio para llegar a ese fin.
La Respiración en la Meditación

El método más simple para controlar la respiración cuando meditamos es contar nuestras respiraciones, lo cual nos permite por lo menos centrar toda nuestra atención en la respiración, a fin de que queden excluidos de la mente otros pensamientos. Así da comienzo la concentración y el relajamiento. Para relajarse en forma todavía más rápida, inhale profundamente y cierre la glotis. Ahora podrá mover la cabeza y los hombros sin perder aire. Conteniendo todavía la respiración, oscile la cabeza y los hombros, flexione los músculos de la espalda, y observe que obtendrá mayor relajamiento muscular, el que a su vez le facilitara mas concentrarse y meditar. Puede repetir esto de cuando en cuando, durante los subsiguientes ejercicios de respiración.
· Otra preparación preliminar para la respiración profunda es arrojar todo el aire de los pulmones dejándolos más vacios de lo normal, y luego inhalar. Esto ayuda a controlar por completo la respiración voluntaria. Los psicólogos hacen la misma recomendación basándose en el hecho de que los alvéolos no pueden llenarse de aire fresco ni de oxigeno, a menos que el aire viciado, pesado, con monóxido de carbono y humedad, sea expulsado primero. De lo contrario, en los pulmones habrá siempre una mezcla de aire fresco y aire viciado, lo cual limita el acceso de moléculas de oxigeno (y de Fuerza Vital) hacia los alvéolos.
Si en su meditación va a incluir afirmaciones, algunas veces la respiración voluntaria le ayudará a internar esas afirmaciones para que se graben en la mente subconsciente. Mientras inhala, PIENSE en las afirmaciones como si las absorbiera junto con el aire; mientras exhala, HABLE (o cante) suavemente la afirmación.
Otro de los propósitos de la respiración controlada y de la meditación, es establecer contacto Cósmico. Olfatear y oler están relacionados muy estrechamente con el sentido psíquico, como lo demuestran ciertos ejercicios Rosacruces. Sin embargo, olfatear y oler son también respiraciones que se controlan voluntariamente, y en este caso el aspecto voluntario puede ser también de mucha importancia. Con el propósito de lograr contacto psíquico, controlar la respiración sin cerrar la glotis puede resultar una nueva experiencia. Por ejemplo, establezca un ciclo completo de respiración voluntaria sin esfuerzo intenso, sino retardándola ligeramente. En el punto máximo de la aspiración profunda, retarde un poco más el ciclo v piense que se encuentra flotando sobre la cumbre de una montaña. Cuando aspire siéntase que flota a un lado de la montaña y al exhalar piense que se mueve lentamente hacia el otro lado; a medida que respira vaya suavemente de uno a otro lado, prolongando la sensación de que casi roza la cima de la montaña.
Este tipo de experiencia respiratoria, unida a los sentimientos de júbilo, gratitud, alabanza y adoración a Dios (el Todo, el Cósmico, el Origen), puede producir una percepción sumamente convincente de esa Presencia, luego, esto nos conducirá hacia el propósito más profundo de la meditación, hasta que perdemos conciencia del ser como un observador, como el agente de la conciencia, y nos mezclamos con esa Presencia, con esa conciencia total, no como observadores de esa Presencia, sino como parte de ella.
Los diferentes métodos para controlar voluntariamente la respiración, v los diferentes pensamientos y estados mentales durante la respiración voluntaria, desempeñan un papel muy importante para lograr una total meditación y alcanzar desarrollo psíquico. ¿No valdría acaso la pena que en este momento haga algunos experimentos para descubrir qué combinación funciona mejor para usted? Usted podría inventar y probar sus propios métodos de respiración voluntaria.

Dr. Edgar Wirt, F. R. C.

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