sábado, 2 de marzo de 2013

LA OBRA DEL CABALISTA (INTRODUCCIÓN)

A continuación la Intoducción del libro llamado "La Obra del Cabalista" de Z'ev ben Shimon Halevi, extraida de una edición de Editorial Ibis  S.A., primera edición año 1990. Barcelona.

Aunque bastante resumida, esta introducción propone una visión clara de la transmisión de la tradición de la Cábala y como se enfrenta a nuevos problemas y decisiones en el mundo actual

Este es un libro esencialmente práctico: la razón de los rituales entre el Árbol de la Vida y la psicología profunda, junto aun gran número de ejercicios psicofisiológicos.


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El método del cabalista consiste en el arte práctico de entrar en los mundos superiores y participar de ellos. Sea por la acción, la devoción o la contemplación, su meta es siempre servir a Dios y ayudar en la gran Obra de la Unificación. Esta obra es la perfección de la Humanidad, de modo que Adán, la imagen de lo Divino, puede darse cuenta de que los universos exterior e interior son el reflejo de Dios que contempla a Dios.

Antes de este penúltimo estado de Ser, antes de la unión total con el Absoluto, el universo y la Humanidad tienen que pasar por muchas etapas. Según cierta concepción la raza humana en su conjunto no ha alcanzado todavía ni la mitad de su desarrollo. A decir verdad, la historia y los acontecimientos del presente siglo indican que la vasta mayoría de las almas humanas sobre la faz de la Tierra se encuentran a mitad de camino entre la infancia y la juventud. Al cabo de dos guerras totales, la posibilidad de una tercera sigue siendo algo del todo real mientras las naciones llamadas desarrolladas reaccionan todavía como pandillas de adolescentes que se disputan un territorio, mientras que el resto se pelea por las canicas del poder y la riqueza. Afortunadamente, siempre ha habido una proporción de la raza humana dotada de mayor madurez, aun cuando haya una minoría de almas infantiles en cada sociedad cuya visión de las cosas es primitiva. Esta avanzada punta de lanza de la Humanidad se da en todas partes del mundo y en todos los momentos de la Historia. Se la puede ver encarnada en las figuras mesiánicas, los grandes profetas y maestros, o en tradiciones de alto desarrollo espiritual. Puede atestiguarse su influencia indirecta en las religiones vivientes de la Humanidad, y en períodos de cultura avanzada cuando el impulso creativo de influjo cósmico se marida con un momento de florecimiento de una sociedad para producir una cultura como el Islam temprano o la antigua China. Estas grandes épocas, como el período de los constructores de catedrales de la Edad Media, no podían haber surgido sin la presencia de gente que conociera los mundos superiores, y tuviera la capacidad de coger su sustancia y poder y centrarla en las actividades de la Tierra. Como otras tradiciones espirituales, ésta es la obra de la Cábala. No obstante, antes de que un individuo, un grupo o una escuela puedan emprender esta tarea, hay todo un proceso de entrenamiento y comprensión de lo implicado en ella. Esto por fuerza debe ser así, de lo contrario la operación de la unificación no será más que un ejercicio mágico centrado en la inflación personal y los intereses privados, que por cierto son lo contrario de la meta de la Obra de Unificación, como se llama a veces la Cábala.

La Cábala constituye una de las muchas tradiciones que intervienen en esas actividades. Si consideramos su antiguo linaje, se verá que la Cábala, aunque no siempre se la conoció con ese nombre, se practicaba en muchos de los grandes centros culturales del Medio Oriente y el Occidente. Se la encontraba en el Israel anterior al exilio, en Babilonia, en el Egipto helenista y en la Judea ocupada por los romanos. Estaba presente en la Mesopotamia islámica antes de pasar a Provenza y España en la Edad Media, y se practicó en Flandes y Bohemia como también en Polonia, Italia y la Inglaterra isabelina, donde Shakespeare sin duda conocía a judíos que por entonces vivían secretamente en Londres. La Cábala se estudió en la Holanda del siglo XVII y la Alemania del siglo XVIII, como también en la Inglaterra victoriana, aunque el sistema practicado por este tiempo se emparentaba ya lejanamente con la línea judía, que se había continuado en la Europa oriental y el Asia occidental.

Como puede advertirse, el mero contacto con la teoría de una tradición espiritual no basta para transformar a un individuo, para no hablar ya de una sociedad. Es preciso actuar de acuerdo con la secuencia de los cuatro niveles de existencia. Querer, concebir, planear y llevar a cabo un proyecto espiritual o transmitir una influencia cósmica no sólo requiere comprensión de principios esotéricos, sino capacidad para aplicarlos. Este libro intenta exponer el proceso de la adquisición de ese conocimiento y las técnicas de su utilización para diferentes propósitos y en varios niveles. Recurrirá a un material tradicional con el fin de satisfacer condiciones contemporáneas, pues la Cábala siempre se adapta al presente. Si esto no hubiera sido así, hace ya mucho que la línea habría muerto en el antiguo Israel en lugar de estar viva todavía y ser practicada en todo el mundo en formas que se adecuan a cada uno de los períodos y lugares. Y empezamos así con lo Eterno y lo traducimos a nuestro propio tiempo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

INDIQUE LAS PRACTICAS Y ESTUDIOS DE LA CABALA COMPLETOS