Según mi opinión personal estamos en presencia de una enseñanza especial que nos puede proporcionar muchos elementos de luz para ir siguiendo en forma práctica (en nuestras vidas) por un verdadero camino de iniciación espiritual. Su lenguaje es directo y lejos de complicaciones literarias, pero su mensaje es muy profundo y es posible distinguir distintos niveles de comprensión.
Que lo disfruten.
__________________________________________
Debido
a que no nacemos maduros y sabios, sino que sufrimos todo un proceso psicoevolutivo
que nos lleva desde el nacimiento, pasando por la infancia, adolescencia,
adultez y ancianidad, vamos recibiendo durante la vida una enorme cantidad de experiencias.
Al ser la vida un proceso de aprendizaje, necesariamente cometemos muchos
errores antes de conseguir comportamientos adecuados. Estas experiencias quedan
registradas en el subconsciente y pueden constituir un estorbo, reflejado como
sentimientos de culpabilidad, inseguridad y miedos.
Adicionalmente,
es sabido que recibimos muchos condicionamientos, frases negativas o perturbadoras,
deterioro de la autoimagen, etc., que llevan a que nuestro fondo mental tenga
una serie de impulsos y tendencias inhibitorios de un desarrollo más exitoso y
acelerado.
Hay
también un fuerte lastre de ideas incorporadas por otras personas: por adultos
en nuestra niñez o por los medios de comunicación masiva en la vida adulta.
Esto hace creer a la persona que tiene ideas, ideales y convicciones propias, inherentes
a su ser, sin darse cuenta que fueron inculcados desde su más temprana infancia
y que no constituyen en realidad valores absolutos.
La
enorme información grabada en el subconsciente constituye un fuerte peso para
la vida actual y futura. Algunas programaciones son valiosas y positivas, pero
seguramente la mayoría es perturbadora, negativa e inhibitoria de un mejor
desarrollo. Es como intentar viajar por el mundo cargado de baúles y maletas. Esto
dificulta mucho la marcha y la disposición a vivir nuevas experiencias.
Para
alcanzar la sabiduría y llegar al conocimiento de la realidad más trascendente,
hay que volver a ser como niños, es decir, recuperar la pureza original en
cuanto a actitud mental, a capacidad de observación y asombro del mundo; tener
la mente abierta a nuevas ideas y a otros puntos de vista.
"Y
llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo,
que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los
cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en
el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como
este, a mí me recibe" (Mt. l8:2—5)
A
medida que van aumentando en edad, las personas suelen ser proclives a mirar
hacia el pasado, con pesadumbre, nostalgia y remordimiento. De esta manera
perduran tristes situaciones del pasado, impidiendo una vida libre, feliz, de
renovadas experiencias y aprendizajes. Esto ocurre por la ilusión de pensar que
la vida la conforman las formas y cosas externas. La mente tiende a aferrarse a
lo pasado al creer que la felicidad depende de lo físico. Incluso, al recordar
las alegrías de otros tiempos, se sufre pensando que ya no volverán.
En
cambio, el ser humano de espíritu se ocupa de hoy y del futuro, mira hacia
adelante esperando los cambios renovadores, no retardando su avance con apegos
del pasado. Lo que importa es que de hoy en adelante podemos ser diferentes.
Desde
1971 he atendido a miles de personas usando la terapia de hipnosis. Es
frecuente que la gente tenga la idea que, para superar un miedo o un trauma,
deben ser hipnotizadas para recordar vívidamente lo ocurrido cuando eran niños
y así sanarse. Muchos estuvieron con psicólogos o psiquiatras haciendo por
meses o años estas regresiones, obteniendo con ello más angustias y temores. El
recordar hechos tristes o angustiosos, lo único que hizo fue aumentarles su
depresión e inseguridad. He empleado con éxito impresionante el método de mirar
de hoy en adelante. No importa cómo y por qué ocurrieron las cosas. Lo que vale
es que frente a los estímulos que antes provocaron angustias, de hoy en
adelante se reaccione con serenidad y seguridad, Con mi método no escarbamos el
pasado, simplemente implantamos en la poderosa mente interior nuevas ideas,
nuevas conductas; una nueva manera de ser, libre, feliz y exitosa. A los pocos
días la vida les cambia maravillosamente. En algunos casos, con el tiempo, comienzan
a recordar la causa del sufrimiento que tenían. Esto, porque la mente al ir
realizando las instrucciones que se le dieron, derriba esas murallas lúgubres
que impedían la entrada de la luz. Pero este recuerdo ahora es estando en el
hoy o en el futuro, no volviendo a vivenciar el pasado; y es un observar con serenidad
y curiosidad cómo se era antes y qué distinto se es hoy.
Señor,
estoy dispuesto a servirte Cada día mejor, a Ti y a Tus criaturas. Por esto,
alejo de mí todo recuerdo triste y temeroso. Marcharé libre de cadenas para que
se haga Tu Voluntad en mí y pueda amar con alegría.
Quien
mira al pasado se está envejeciendo prematuramente, morirá pronto añorando su
juventud.
Hay
que eliminar los sentimientos de culpabilidad y fracaso. Asumir
responsablemente los errores cometidos, disponerse a no hacerlos en el futuro,
perdonarse y perdonar, y recomenzar la vida en paz.
"Porque
si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro
Padre os perdonará vuestras ofensas." (Mt. 6:14,15)
"Y
cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también
vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras
ofensas." (Mr. 11:25)
Incluso,
una persona puede estar muy temerosa a emprender nuevos caminos, debido a experiencias
de fracaso anteriores. Muchos de los recuerdos son incluso distorsionados con
el tiempo y hasta es posible que los hechos no ocurrieran como la mente los
percibió y como los recuerda ahora. No sean como un anciano que al contemplar
su vida observe lo mucho que ha sufrido temiendo hechos que jamás ocurrieron.
Un
elemento importante que dificulta el liberarse del pasado es el miedo. Nunca
habrá plena libertad e inteligencia si se está bajo la esclavitud de miedos. Se
puede tener angustias y temores por hechos ocurridos o por lo que se pueda
imaginar hacia el futuro. Hay miedos que se arraigan debido a malas influencias
o experiencias del pasado. Hay recelo por lo que pudiera ocurrir en el futuro.
Este modo de pensar no sólo es perjudicial, sino que es torpe e inútil. Aunque
hayamos tenido malas experiencias, éstas no tienen por qué seguir ocurriendo en
el futuro. Y el porvenir todavía no existe (el porvenir está ¡por venir!). ¿Cuánta
angustia puede haber en una persona, por días o meses, por hechos imaginados
que jamás ocurrieron? ¿Y cuántos temores por acontecimientos que, una vez
presentados, no eran tan terribles como se imaginaron? Es, pues, un desgaste
inútil de energía. Lo único que existe es el hoy, y hoy podemos liberarnos de
todo temor y angustia.
Cada
mañana, al mirarte al espejo, di: "Hoy no tendré miedos ni temores, hoy no
tendré angustias. Hoy alejaré de mí todo pensamiento triste. Seré feliz y
tendré éxito."
Los
miedos causan enfermedades orgánicas. Afectan en las posibilidades de éxito, en
la seguridad y confianza de sí, en la forma de hablar en público. Hay miedos a
pensar, miedo a la pobreza, a la muerte, a la opinión de los demás, a las capacidades
personales, etc. Hay miedos de decir lo que se piensa, miedo de plantearse
frente a ideas establecidas, miedo a ser diferente, miedo a aprender, temor al
ridículo. Todo esto es producto de experiencias del pasado. Pero, debes
madurar, crecer y rejuvenecer. Debes saber osar y osar saber. No permitas que
estos miedos permanezcan y que otros te peguen los suyos. Hay que combatir todo
lo que causa miedo. Imagínate valiente y capaz de afrontar toda dificultad. Visualiza
tus temores. Exagera las dificultades que puedan presentarse e imagínate
afrontándolas con resolución, firmeza y seguridad, sin temores ni angustias. Estas
imágenes se plasmarán en tu mente superior y te conducirán a que seas realmente
así, disipando para siempre las negras nubes de tormenta.
Si
el pasado de nuestra vida puede ser un lastre, es fácil imaginar lo terrible
que sería recordar temores, inseguridades y fracasos de vidas anteriores, si se
acepta la idea de la reencarnación. Es sabio que la Creación esté hecha de tal
modo que olvidemos esas experiencias. De alguna manera quedan registradas y
determinan nuestras vivencias futuras pero, al no recordarlas conscientemente,
evitan sentirnos culpables por muchos errores que seguramente habremos
cometido.
Para
entender cómo se da este proceso, debemos recordar la constitución septenaria
del ser humano. Tenemos cuatro vehículos o planos de la personalidad: físico,
etérico, emocional o astral y mental inferior. Y tres de la individualidad:
mental superior, intuicional o búdhico y espiritual o átmico. (Ver C.I.E. lecc.1
o C.R.C. lecc. 6)
Los
vehículos de la personalidad son particulares de cada existencia y al morir en
esta vida, se van disolviendo reintegrándose al todo. Los vehículos de la
individualidad permanecen vida tras vida hasta su reintegración definitiva a la
Primera Manifestación.
Los
sucesos de la vida quedan registrados en la conciencia cerebral,
correspondiendo al mental inferior. Por esto, al morir, estas formas mentales
se desintegran. Pero estas vivencias van registrándose en forma general y
global en el mental superior. Así, al volver a la vida de esta dimensión, la
individualidad se va revistiendo de nuevos vehículos de la personalidad y ésta,
no tiene recuerdo en su mental inferior de las vidas anteriores. Pero el mental
superior sí tiene este registro, aunque no se puede acceder sencillamente a él.
De tal forma, cada persona sigue en esta vida completando las experiencias que
necesita, conforme al camino ya recorrido, aunque no es consciente de esto. Hay
que ser agradecido de todo lo que nos presenta la vida, pues son experiencias
necesarias para nuestro desarrollo espiritual. Hay que aprender a enfrentar los
obstáculos con positividad, confianza y seguridad.
Cada
vez que venimos a este mundo, comenzamos una nueva vida. Y cada vez que eleves
tu comprensión, que amplíes tu conciencia, puedes comenzar una nueva existencia
en esta vida. La juventud no tiene relación con la edad. El cuerpo físico se
irá transformando y preparando para dejar libre tu espíritu. En tanto, tu mente
también se transforma, pero rejuveneciendo con nuevas ideas, nuevas experiencias
y más sabiduría. La evolución continúa con tu espíritu y éste nunca envejece.
Así se explica que tengamos jóvenes viejos y amargados; y ancianos magnéticos, jóvenes
y radiantes.
“Dios
no llora ni se arrepiente de nada jamás. Como es espíritu, el hombre está hecho
a Su imagen y semejanza. Dios es vida eterna, alegría eterna, serenidad eterna.
Mientras más cerca estamos del Espíritu infinito del bien, con mayor fidelidad
y brillantez se reflejan en nosotros esas divinas cualidades."(Prentice
Mulford[1])
Debe
cambiar también la actitud que el común tiene hacia las personas que fallecen y
dejan este mundo. Toda lamentación y añoranza nos roba parte de la vida y poco
a poco debe ser superada. El invocar a las personas que han dejado esta vida es
lamentable, pues las retiene en su natural camino evolutivo. Deben pasar pronto
a otras dimensiones.
Y
quienes se quedan lamentando la ausencia, se atan a experiencias pasadas que
nunca volverán y se privan de vivir el presente, que es lo único que existe.
Jamás se volverá a tener la oportunidad de vivir esos días, de vivir esta vida.
Es lógico recordar con cariño a los seres queridos, pero debemos superar con
madurez su ausencia lo más pronto posible. Sin duda, ellos si nos aman,
desearán que continuemos nuestra existencia sacándole el mejor provecho
posible.
Debes
comprender que somos seres espirituales, revestidos temporalmente de vehículos
más densos para vivir experiencias determinadas en este mundo. Pero, nuestra
vida continuará una vez que el físico se desintegre, pues no somos un ser
físico, somos de otra dimensión, nuestro reino no es de este mundo. Cuando una
persona fallece, su espíritu va a otras dimensiones, ya no permanece acá. Por
esto, visitar y llorar a los muertos en el cementerio es inútil y perjudicial.
Si ese ser espiritual está aún cerca, le hacemos un daño al no permitirle que
rápida y libremente continúe su existencia en otras dimensiones. Y cuando ya,
por fin, se haya liberado, estaremos orando ante huesos y cemento. Allí no
están nuestros seres amados. Huye de los cementerios, pues allí sólo existen
pensamientos del pasado, tristes y lamentosos, recuerdos de enfermedades y
angustias. Estas formas mentales se apegan a tu mente, trastornado tu vida. Tu
amigo no está muerto en el cementerio, está vivo en otra dimensión y debes
alegrarte por ello, recordándole con gozo y serenidad.
L.
era una estudiante joven, madre de dos hijos. Un varón de unos tres años y una
niña de unos cinco. Vivía con su familia en el sur del país, una hermosa región
de bellos lagos y bosques. Un asoleado día de verano, conducía su esposo su
vehículo en un camino rural, entre dos lagos. Toda la familia se disponía a pasar
una hermosa jornada. En el camino, ven venir a la distancia una máquina
trilladora en sentido contrario. Como era un camino de tierra, el polvo cubría
la escena. Con precaución, su marido baja la velocidad del vehículo y avanza
lentamente. De pronto, una camioneta adelanta velozmente a la trilladora por su
costado izquierdo, sin ver su conductor, debido a la nube de tierra, el auto en
que iba la familia de L. En el terrible impacto frontal, además de quedar
herida, muere instantáneamente su hijo que iba en asiento de atrás, estrellando
su cabecita contra el vidrio de la ventana.
Hace
más de un año de este suceso y L. conserva su tristeza y pena en la casa. La
pieza de su hijo está intacta, su camita, sus láminas de dibujo, sus juguetes,
triciclo, todo. Parece que en cualquier momento va a entrar corriendo del patio
a buscar otro juguete. Su hermanita no debe tocar nada. Todo tiene que estar allí.
L. no es feliz, no puede entregarse plenamente a la vida, no puede darle
esperanzas de una vida mejor a su hija. Está en el pasado. Sólo cuando le
enseño lo mal que le hace tener ese museo y que no es la mejor manera de recordar
a su hijo, se decide a transformar el dormitorio que era de su hijo. Comienza a
revivir. Pronto se cambia de ciudad e inicia una nueva vida. En su corazón
estará siempre su pequeño, pero ahora puede compartir con espiritualmente con
él la maravilla de la vida.
Tuve
la oportunidad de recorrer los bosques y selvas de un país cercano. Y es algo
raro encontrar cadáveres de animales o insectos en plena naturaleza. ¿Dónde
están sus cementerios, sus lápidas? La naturaleza se encarga de hacer
desaparecer rápidamente los despojos. Toda una cadena de otros seres vivientes
se encarga de comerlo, desintegrarlo y transformarlo.
Actuando
libres del pasado, viviendo el presente y construyendo el futuro, seremos
siempre jóvenes.
Los
pensamientos perturbadores son formas que son muy alimentadas por la gente,
varaderos seres que buscan nutrirse también con tu mente. No lo permitas,
Libérate de ellos, déjalos morir de inanición. No permitas que te roben tu
energía. Tu mirada hacia el futuro te volverá la juventud, las ganas de vivir y
de aprender y te conducirá hacia una conciencia superior. Has venido al mundo
para ser partícipe de la creación, de la Voluntad Superior, para ser creativo y
transformador. Para esto no hay que tener pensamientos melancólicos, hay que tener
la positividad constante de cambiar para aprender y mejorar. Tienes que mejorar
tú, mejorar lo que haces y ayudar a mejorar a la humanidad.
Los
errores y daños que se hayan provocado en el pasado ya no pueden ser
modificados ni reparados. Es una película que ya fue filmada. Para vivir en
paz, se debe efectuar una labor de redención que consiste en:
1.
Perdonar y perdonarse por las ofensas recibidas y por las que se hayan hecho.
2.
Pedir disculpas, si aún es tiempo.
3.
Evaluar los errores cometidos y hacerse la firme convicción de no volver a
cometerlos en el futuro.
4.
Desarrollar la voluntad al bien y la buena voluntad, para sembrar buenas
acciones las que compensarán los errores del pasado.
"No
juzgar jamás los actos de los demás, si no se desea ser juzgado; y no condenar
jamás a nuestros Semejantes. Todo ser espiritualista, por medio de las pruebas
y el sufrimiento y por una vida de abnegación puede hacer su propia felicidad y
salvación, cualquiera que fuese su iglesia o filosofía. Sea cristiano, judío,
musulmán, budista o libre pensador, todo ser humano posee las facultades
necesarias para evolucionar hacia el plano celeste. El juicio pertenece al
cielo y no a los humanos." (C.I.E., Círculos Martinistas, lecc. 10;
Círculos Rosacruces, lecc. 1)
Todos
los procesos de la vida significan un cambio constante. Permanecer inerte es
morir. Podemos tener consciencia en muchas dimensiones espaciales, pero la vida
tiene una sola vía en el tiempo: siempre se dirige al futuro. En la medida que
te prepares para enfrentar positivamente todos los cambios y, mejor aún, aprendas
a provocarlos, estarás realmente consciente de tu existencia, libre del pasado
que ya no existe y participando del proceso creativo. Encontrarás el gozo de
vivir plenamente, de asimilar cada día nuevas formas de pensar, nuevas
emociones, nuevas ideas, nuevas experiencias que te conducirán a ser cada jornada
un poco más sabio. (Ver C.E.E., lección 37)
Estoy
en permanente cambio y evolución. Hay mucha gente que dice conocerme, porque me
vio en el pasado o estuvo conmigo un tiempo alguna vez. Y dicen, sí yo conozco
a Serval, es así y asá, piensa de esta manera y actúa de esta otra. Cuando me
entero de esos comentarios, es como si hablaran de otra persona. Ellos se han quedado
apegados a formas del pasado que nada tienen que ver con mi realidad de hoy,
con mi vida actual. Y menos tienen que ver cómo será mi existencia futura.
Quién dice conocerme, se basa en lo que era hace unos meses atrás (¡o años!) y
en lo que él cree que era. Pero, no soy lo que era, ni menos lo que los demás
creen que era. ¿Te pasa a ti?
La
gente suele inclinarse a los recuerdos, a viejos esquemas y lugares. Cuando he
visitado a familiares que no veo hace un tiempo, acostumbran recordar los
viejos y buenos tiempos, lo que éramos. Y se muestran menos capaces de hablar
de los futuros tiempos, de lo hermoso que pueden ser nuestras futuras experiencias,
si lo planeamos. Ten cuidado cuando visites casas que habitaste, familiares que
no ves hace tiempo o la vieja casa paterna. No dejes que las formas mentales
del pasado se apoderen de ti nuevamente. Si te descuidas, volverás a pensar
como antes, renacerán tus viejos temores e inseguridades, tus depresiones e incapacidades.
En el pasado cometiste muchos errores, pues estabas aprendiendo. Las personas
de esa época te verán con los mismos defectos. Estuvieron muchos años contigo y
es fácil que resuenes otra vez con esas ideas. Tus viejos amigos probablemente te
ven como antes y te tratarán como eras. Y puedes volver a sentirte igual. No
quiero decir que no retornes a visitar a los viejos amigos o familiares. Te
digo que estés alerta y no permitas que el pasado se apodere de ti. Y si un
viejo amigo ya no vibra contigo, si ya tiene otros intereses, no te aferres a él.
Recuerda con alegría y gratitud los momentos vividos, no le reproches ni te
culpes por no vibrar como antes; busca nuevas amistades que compartan tu nueva
manera de ser y tus nuevos ideales.
Una
reunión de viejos compañeros de estudio puede ser entretenida. Pero, puede
revivir tu antigua personalidad, muy imperfecta comparada con la de ahora. Y
esto actualiza tus viejos errores y limitaciones, contaminando tu presente y
futuro.
Durante
mi vida he habitado numerosas casas, en diversas ciudades. Ha sido una
bendición, es maravilloso, pues he estado siempre preparado para el cambio y
siempre éstos han sido para mejor. Además, me he atrevido a cambiar muchas
veces de trabajo y en todos me ha ido bien. Ahora, hago lo que me gusta, dotado
de una enorme experiencia y visión mucho más amplia. Quien ha vivido toda su
vida en una misma casa no sabe lo que se pierde. Ignora cuán apegado está a los
objetos, a las formas, a la gente. Cuántos hay que por años tienen el mismo
trabajo, caminan por las mismas calles, conducen por las mismas avenidas, tienen
las mismas amistades, hábitos, conductas. Se les puede ver diez años después y
seguirán haciendo lo mismo. Son como muertos en vida, cerrados a nuevas
vivencias y experiencias, a nuevos horizontes, distintos paisajes o vecinos. Si
vives muchos años en una misma casa, sin renovar los amigos y las cosas, tu ser
espiritual se apega a las formas. Quedas estático con ellos. Si estás en este caso,
créeme, tu vida es mediocre y triste comparado con lo que puedes ser. Pero,
ánimo, sólo está en ti cambiarlo. Tú puedes hacerlo y debes ya realizarlo, sin
temores. La vida es cambio, no inercia.
Libérate
de tus viejos errores y creencias, ya que ellos inducen y contaminan tus nuevos
pensamientos, trayéndote el fracaso y la debilidad.
No
quiero decir que debemos borrar el pasado. Esto, por lo demás, no es posible
pues todo queda registrado en el subconsciente. Quiero decir que debes aprender
de tus errores, reflexionar y proponerte no volverlos a cometer. Perdonarte y
perdonar. (”Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros
deudores"). Atesora los momentos felices con pequeños recuerdos. Pero,
deja atrás los acontecimientos tristes, pues ahora eres diferente. Mira con fe
y esperanza hacia el futuro, vive con calidad el hoy, con amor; y tú futuro se
construirá con creciente felicidad y éxito. Marcha hacia el porvenir, como todo
el universo, y elévate a una conciencia trascendente, planetaria, holística.
"La
vida de cada persona constituye un caso único, aislado del caso de las otras
vidas, en un sentido auténticamente empírico. Nadie puede vivir la vida de
usted, experimentar lo que usted experimente, introducirse en su cuerpo y tener
las vivencias del mundo que usted tiene y tal como usted las tiene. Esta es la única
vida de que usted dispone y es demasiado preciosa para permitir que los demás
se aprovechen de ella. No deja de ser lógico que sea usted quien determina cómo
va a funcionar, y su funcionamiento debe aportarle la alegría y la satisfacción
de accionar sus propios mandos personales antes que el dolor y la desdicha de
ser víctima de la dictadura de terceros." (Wayne W. Dyer[2])
No
conceder más importancia a la opinión ajena que a la propia.
"Seguramente
ha notado muchas veces que no funcionan bien sus creencias, ética y valores. Muchas creencias actúan incluso en contra suya
y las sigue sosteniendo. Usted sigue con esas normas porque se ha acostumbrado
a hacer lo que los demás esperan que usted haga, a buscar ser aceptado por los
otros, a no introspeccionarse y descubrir las ideas que le inculcaron desde su
infancia y que realmente no le pertenecen. Así sigue atado al pasado, limitando
su preciosa existencia." (Wayne W. Dyer[3])
Para
comenzar su liberación, realice retrospecciones de sus años de vida. Hay que
comenzar a recordar los sucesos importantes del año pasado. Ocupar varios días
en tratar de recordarlos mes a mes, empezando desde diciembre gr retrocediendo
hasta enero. Después, seguir con el año anterior de manera análoga. Ocupar algunos
días hasta recordar un número razonable de eventos importantes o
significativos. Y así sucesivamente hasta donde pueda recordar.
Al
principio, los recuerdos serán pocos y difusos. Después de varios días en esta
labor, su mente subconsciente comenzará a ordenar los recuerdos y aparecerán en
grandes cantidades. Así se explicará por qué usted es como es, por qué piensa
como piensa y descubrirá cuáles son sus limitaciones. En seguida, podrá comenzar
a liberarse de ellas.
FORMULARIO DE
RESTROSPECCIÓN ANUAL
Frente
al mes correspondiente, anotar muy brevemente el o los estímulos importantes ocurridos,
Estos son hechos externos y objetivos. Al lado, anotar luego el comportamiento
que se tuvo frente a ese evento. Esto es algo subjetivo, refleja sus sentimientos,
emociones, pensamientos. En la columna evaluación, anotar brevemente si fue
positivo o negativo, correcto o incorrecto el comportamiento que usted tuvo
frente a este evento. (Ver C.E.E., lecc. 26).
AÑO
20__
MES
|
ESTIMULO
|
COMPORTAMIENTO
|
EVALUACION
|
Diciembre
|
|
|
|
Noviembre
|
|
|
|
Octubre,
etc.
|
|
|
|
RELACIÓN CON EL "ÁRBOL
DE LA VIDA"
Este
tema está relacionado con el sendero 33, la esfera de Daath. Esta no se
representa, simbolizando con esto el hecho que se encuentra en otra dimensión,
o mejor dicho, escapa a toda dimensión, es adimensional. Esta esfera que puede
traducirse por esfera "Conocimiento", nos permite trasladar nuestra
conciencia más allá del espacio y el tiempo. Permite que sin haber realizado todavía
la posibilidad, de encontrarse evolutivamente en una esfera, podamos percibirla
desde nuestra posición actual. La esfera de Daath nos conduce a otras
dimensiones, con este conocimiento trascendente producto de la intuición y
gracias a los profetas de la Nueva Era, podemos acercarnos a la percepción de
lo que debe ser la humanidad futura. Daath no es cualquier conocimiento, es
precisamente conocimiento holístico y de lo holístico,
La
vida continúa en otras formas en dirección siempre hacia adelante, nunca
volviendo sobre los pasos. La vida es cambio, nada es estático. Hay una fuerza
poderosa que lleva a toda la creación desde lo más denso (simbolizado en el Árbol
de la Vida por la Esfera de El Reino) hasta lo más superior, sutil y unitario
(simbolizado por la Esfera de La Corona). Esta fuerza que impulsa a la elevación
de la conciencia a través del conocimiento
de lo trascendente, se simboliza en la Esfera de Daath.
La
consciencia holística representa el estado más elevado de conocimiento que el
ser humano pueda alcanzar, Actualmente la poseen los maestros espirituales
reales y representan el estado que todos los seres humanos deben lograr. Este
nivel de percepción permite vivir más allá de las limitaciones del espacio y
del tiempo.
”Todos
sabemos, hablando en términos simples y generales, cómo son las etapas y niveles
«inferiores» de la psique: instintivos, impulsivos,
libidinosos, ídicos (tendencia al "id"), animalistas y simiescos,
También sabemos cómo son las etapas «medias»; socialmente adaptadas, mentalmente
ajustadas, egoicamente integradas, sintácticamente organizadas y
conceptualmente avanzadas. Pero, ¿cómo son las etapas superiores? ¿Constituye
el «ego integrado» o el «individuo
autónomo» la meta más elevada que la
consciencia humana es capaz de alcanzar? El ego individual es una unidad
maravillosa de orden superior, pero comparado con la Unidad del cosmos en su
conjunto, no es más que un triste fragmento de la realidad holística, ¿Es
concebible que la naturaleza se haya esforzado a lo largo de miles de millones
de años para limitarse a producir ese ratón egoico?
“El
problema con este tipo de preguntas consiste en hallar ejemplos de
personalidades de orden auténticamente superior y, de entrada, en decidir qué es
exactamente lo que constituye una personalidad de orden superior. En mi
opinión, con el progreso de la evolución colectiva de la humanidad, la decisión
llegará a ser muy fácil, ya que cada vez será mayor el número de personalidades
«ilustradas» en los grupos de población y los psicólogos,
en sus análisis estadísticos, se verán obligados a incluir perfiles de orden
superior en las etapas de desarrollo. Entretanto, el concepto de «orden superior»
o «alto desarrollo» sigue siendo bastante filosófico. No
obstante, las pocas almas superdotadas que se han tomado la molestia de
analizar este problema han sugerido que los grandes místicos y sabios representan
algunas de las etapas superiores, si no las más elevadas, del desarrollo humano.
Así lo han afirmado literalmente Bergson, Toynbee, Tolstoi, James, Schopenhauer,
Nietzche y Maslow... Además, la mayoría de los místicos-sabios han dejado informes
bastante detallados de las etapas y pasos de sus propias transformaciones hacia
los reinos superconscientes. Es decir, no sólo nos hablan del más alto nivel de
conciencia y de la superconciencia, sino de los niveles intermedios para llegar
al mismo." (Ken Wilber[4].
Este investigador es considerado como el especialista más importante de la
psicología transpersonal.)
La
esfera de Daath se mueve en el pilar del medio del Árbol de la Vida, a través
de las Esferas que representan estados de conciencia: El Reino o conciencia
física, El Fundamento o conciencia psíquica, La Belleza o conciencia crística y
La Corona o conciencia holística. El recorrido se hace pasando por el Sendero
32, Arcano XXII, conocimiento y desapego del mundo físico; Sendero 25, Arcano
XV, vida afectiva y desapego emocional; y Sendero 13, Arcano III, armonía-paz y
dominio de la vida como producto de la elevación de conciencia. Conviene
practicar especialmente esta semana el "Ejercicio de Desidentificación".
"La
verdadera libertad reside únicamente en la sabiduría y el entendimiento, porque
toda criatura es esclava de su propia ignorancia... A mayor entendimiento menos
temor; y, mientras menos se teme, más cerca se está de la libertad. En la ignorancia,
el hombre tiene temor por todo; en la sabiduría, ama todas las cosas". (Manly
P. Hall[5])
En
tanto nos acercamos a un mayor conocimiento, se produce una mayor libertad. Sin
embargo, paradojalmente para nuestra limitada mente, comprendemos que debemos limitar
nuestro pensar, sentir y actuar conforme a leyes superiores inmutables. En mi
caso personal, si me permiten decirlo, he tenido la libertad de someterme
completamente a la Voluntad Superior. Por otra parte, libertad no significa
indisciplina y transgresión a reglas establecidas por el bien común. La
libertad debe ir acompañada de un profundo respeto hacia todas las personas y
hacia todas las criaturas.
Dentro
de estos deslindes, se debe buscar la propia identidad, la autenticidad y
atreverse a tener sus propios ideales y convicciones. Esto permite salir de la
mediocridad y transformarse en un creativo. Esto implica también el desarrollo de
una conciencia superior, trascendente u holística. Pasa por un cuestionamiento
inicial de los valores que nos inculcan y de las normas que nos condicionan.
Por esto, prefiero al estudiante que cuestiona, observa y duda. Es mejor que
aquél que todo lo encuentra maravilloso y no reflexiona de las enseñanzas que
se le dan. Después de un tiempo, cuando su conciencia se amplíe, entonces ya no
es bueno dudar tanto, cuando se tenga una experiencia en el camino. Si la
enseñanza ha sido buena, tendremos la razonable convicción que si nos ha
servido hasta ahora, lo seguirá siendo en el futuro. Esta actitud receptiva es indispensable,
pues la enseñanza superior metafísica no es comprobable por la razón o la
inteligencia. La conciencia holística trasciende las limitaciones de la mente
común.
Si
quieres ser siempre joven, mira hacia adelante y marcha con la fuerza de la
creación, liberándote de formas del pasado, de viejas relaciones y viejos
lugares. Este es tu verdadero destino. Esta es, ni más ni menos, que el gran
secreto de la vida que te estoy revelando, el secreto de la eterna juventud.
Como todas las grandes verdades y las grandes riquezas, están junto a ti, al alcance
de tu mano. Tienes que tener los ojos entrenados para verlo.
Querido
lector o lectora. Recibe todo mi amor y agradecimiento por el tiempo dedicado a
este escrito.
"Sólo
es digno de la vida y de la libertad aquel que cada día vuelve a
conquistarla". (Goethe)
"La
aparente libertad y autoafirmación de nuestro ser personal, a la que estamos
tan profundamente ligados, esconde una muy lastimosa sujeción a millares de
sugestiones, impulsos y fuerzas, que hemos convertido en extrínsecas a nuestra
insignificante persona. Nuestro ego, que alardea de su libertad, es en todo momento
el esclavo, juguete y títere de incontables poderes, fuerzas e influencias de
la Naturaleza universal. La autoentrega del ego a lo Divino constituye el logro
de sí; su rendición a aquello que lo trasciende, su liberación de ataduras y
límites y su perfecta libertad". (Sri Aurobindo[6])
Serval,
Curacaví, Chile, 18 de marzo de 1994