jueves, 12 de diciembre de 2013

APUNTES SOBRE LA NAVIDAD



Antecedentes de su origen

El hecho de que la navidad o natividad (nacimiento de Jesucristo) se conmemore el 25 de Diciembre, no significa necesariamente que este hecho haya acontecido en esta fecha. Las modernas investigaciones históricas y filológicas sobre este evento parecen convenir que esta fecha no corresponde realmente al hecho en sí. Según parece todo apunta a que el nacimiento de Cristo se haya producido en realidad en Marzo o Abril, es decir en primavera en el hemisferio norte.

Entonces, ¿por qué se conmemora este magno acontecimiento el 25 de Diciembre? La Fe cristiana sostiene que Jesucristo fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, en el vientre de una santa virgen como era María. La Fecha de nacimiento de la concepción divina fue escogida per las autoridades eclesiásticas una vez que se instauró la Iglesia Católica como la religión oficial del Imperio Romano, es decir, unos 300 años después del supuesto acontecimiento. Esta fecha fue escogida, entre otras cosas porque el 25 de Marzo se supone no sólo el aniversario de la crucifixión, sino que también la anunciación de la Virgen, vale decir en esta fecha se produce la divina concepción en el vientre de María. Por lo tanto nueve meses después exactamente debía nacer el sagrado producto de esa unión, ya que este es el tiempo que corresponde a la gestación perfecta en el género humano.

 
Pero, cabe preguntarse ¿esta es la única razón para estas fechas? La verdad es que no. Existen razones muchos más trascendentes que aquellas que sólo nos llevan a un ajuste matemático con los ciclos biológicos de los seres humanes. El 21 de Marzo corresponde al equinoccio de primavera, momento en el cual renace la naturaleza, germinan las plantas, se expresa la fuerza creadora en el medio ambiente. Por otra parte el 21 de Diciembre corresponde al solsticio de invierno, fecha en la cual el sol, aparentemente, se ha alejado lo máximo de los hombres y comienza su camino de retorno, por lo tanto nace nuevamente la esperanza. Cabe destacar que las fechas citadas para estos estos dos eventos astronómicos corresponden al hemisferio norte. En el hemisferio sur,  las cosas son totalmente opuestas, sin embargo, el cristianismo se desarrolló en el hemisferio septentrional, por eso debemos ver las cosas desde esta perspectiva.

 Solsticios y Equinoccios en el Hemisferio Norte

Seguramente habrán notado la extrema cercanía entre las fechas de equinoccio y solsticio, y las fiestas de conmemoración religiosa católica de que hablábamos al principio. Todo esto no es pura coincidencia, ha sido planeado para que así sea. La concepción divina (Anunciación de la Virgen) se lleva a cabo en el equinoccio de primavera, es decir en el momento preciso en el cual se expresa la energía cósmica en la naturaleza.

Que mejor fecha para una Gran Germinación que la fecha en que comienza la primavera. Cabe hacer notar que el año nuevo se celebraba en el equinoccio de primavera, es decir el 21 de Marzo en el hemisferio norte. Es decir, en esta fecha se daban inicio las cosas en un nuevo ciclo que constituía un año. Sin embargo, posteriormente con las innovaciones del calendario llevadas a cabo fundamentalmente per Julio César y por Augusto César, esta fecha ha sido desplazada al 1 de Enero.

Por otro lado, no puede ser más propicia la fecha del nacimiento, a aquella que corresponde al retorno del sol. En el solsticio de invierno nace la esperanza, porque el sol físico comienza su camino de vuelta para alumbrarnos cada vez con más calor y mayor cantidad de luz y poco a poco sacarnos del periodo de oscuridad en el cual estamos inmersos. De esta misma forma el nacimiento de un Gran Redentor de la humanidad es la esperanza y la promesa de ese Gran Sol Espiritual que retorno para guiarnos en la luz de su Verdad y en el calor de su Bondad.

Estas verdades no son patrimonio de la fe cristiana, sino que fueron tomadas de las formas religiosas que existían con anterioridad. No obstante, era necesario un cambio en la forma, aunque la idea se mantenga, ya que es de trascendencia divina.

La historia del esoterismo nos plantea que el Ideal, el cual transfunde del Creador, es enseñado a les seres humanes, a fin de que estos cada vez más vuelvan a su origen celestial. Este Ideal es uno sólo, sin embargo se va desarrollando a través de las edades dentro de distintas formas. Para la evolución de la humanidad es necesario las formas religiosas y para otros el Ideal tal cual se enseña en las Escuelas de Iniciación Real. Pero sea de una manera u otra, a medida que el tiempo pasa y la humanidad evoluciona se hace indispensable cambiar los modelos de expresión. Por esta razón es que se establecen ritos, ceremonias, enseñanzas distintas a las religiones antiguas, porque es necesario cambiar de formas cuando las antiguas ya no sirven o han degenerado, como sucede con todas las manifestaciones formales. Sin embargo, la base fundamental de la nueva religión sostiene aquellas cosas que son trascendentes y universales, y solamente, les cambia nombre, manteniendo el mismo espíritu.

Avalando las opiniones de los esoteristas, se puede observar que históricamente las religiones y Escuelas de Desarrollo anteriores al cristianismo, celebraban fiestas muy especiales en las fechas cercanas al solsticio de invierno.

Para les creyentes de la religión del dios Mitra, el 25 de Diciembre era el aniversario del “Sol Invicto”, una fiesta en que se celebraba el nacimiento del Sol Invencible. Según su tradición, Mitra habría nacido de una roca el 25 de Diciembre. Cabe hacer notar que se consideraba a Mitra como un redentor de la humanidad y un intermediario entre les seres humanos y el Padre Creador.


Por otra parte el 25 de Diciembre era para les romanos el fin de las Saturnalias, siete días de fiestas paganas con que celebraban en solsticio de invierno, en honor a Saturno, que también era dios de la agricultura.

Los puebles nórdicos en el solsticio de invierno llamaban al sol, que había llegado al máximo de alejamiento, a través de antorchas que colocaban en los abetos y hogueras en los bosques. De aquí surge la tradición del árbol de pascua. La lógica en esto es que lo similar se atrae. Por ello es que el fuego de las antorchas era un llamado a su hermano mayor: el fuego del Sol.


Así como estos ejemples, existen muchos más que nos indican que la navidad es una fiesta que en esencia se arrastra mucho antes del cristianismo, la cual por contener verdades esenciales y cósmicas fue adoptada per la naciente religión cristiana como la fecha más apta para conmemorar la venida del Gran Redentor de la humanidad: Cristo.

El verdadero sentido de la navidad

Es una lástima que una fecha en la cual se celebra algo tan trascendente y universal haya perdido su verdadero significado, para caer en una fiesta en la cual combaten las ideas de Buena Voluntad, de Amor y Paz por un lado , y la del consumismo, el personalismo y egoísmo por el otro.

Actualmente la navidad es un indicativo de compras, regalos, compromisos, engalanamientos y adornos, etc. En esta época que debería ser la época del amor, unidad y fraternidad universal, las personas se han olvidado de lo superior, de su erigen celestial. Simplemente queda, en la mayoría de los casos, el compromiso de intercambio de bienes materiales. Sin embargo, cabe preguntarse ¿dónde está y cuál es el espíritu verdadero u original de la navidad?

Aún existen vestigios del ánimo original de la navidad. Por esta razón es que es la fiesta que inspira amor y paz; y es la más universal que existe en el planeta. Les distintos puebles, sean o no cristianos, en su mayor parte reservan un espacio de sus quehaceres a la meditación de la paz y de lo superior en el planeta.
Ne obstante, es necesario que nos preguntemos cada uno de nosotros en algún momento de quietud y soledad individual, ¿cómo contribuyo a la realización del Ideal Crístico en la tierra?

El nacimiento del Redentor debe acontecer siempre los 25 de Diciembre, no importa cuantas veces sea. Este nacimiento debe verificarse dentro de cada uno de nosotros. Cada uno en el silencio, la meditación y la oración podrá ser agraciado con el nacimiento interno del Cristo que mora dentro de sí.


Cada ser humano lleva en su interior la Chispa Divina, el Christos griego, y es responsabilidad nuestra permitir que nazca en nuestro seno. Recordemos esto esta natividad, y propongámonos dedicar, aunque sea un momento, nuestro ofrecimiento a lo superior. Procuremos convertirnos  en los reyes magos y regalémosle a nuestro Redentor (Yo superior), los mejores regalos que podamos obtener, es decir, nuestras virtudes y objetivos superiores y mejores, entre los que marchan a la vanguardia: la Fe, la Caridad y la Esperanza. 

ALV

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