lunes, 11 de septiembre de 2017

VISUALIZACIÓN CREATIVA

A continuación publicamos un breve artículo, cuya autoría es de Margaret Hargas, miembro de Consejo Internacional de Investigaciones de A.M.O.R.C. (Antigua y Mística Orden Rosa Cruz.)
 
En este documento se entrega información sobre la forma como puede utilizarse la visualización en los tratamientos de curación. Y aunque el tema es tratado en forma muy general, mucho de lo que aquí se expone puede aplicarse a los asuntos personales de cada lector(a).

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La visualización puede ser un instrumento significativo para enriquecer y crear armonía en muchos aspectos de la vida. La visualización puede ayudar a restaurar y a conservar la buena salud. La mente es extraordinariamente poderosa y flexible y, al combinar las facultades del intelecto, de la imaginación y de la intuición, damos dimensión y vitalidad a nuestros pensamientos. Nuestra manera de pensar impacta cada faceta de nuestra vida y la moldea.
La frase “Un hombre es según lo que piensa”, se refiere no sólo a los conceptos políticos o a las creencias religiosas, ni determina únicamente las cualidades de la personalidad tales como la bondad, la mente liberal y la confianza, sino que influye también en nuestro estado de salud y en el bienestar personal.
 Imaginemos por un momento a la persona que vive en un estado de constante ansiedad, preocupada por las deudas, los grados escolares, por los límites que le impone el tiempo o por no considerarse capaz de cumplir como lo esperan sus padres u otras personas allegadas; con toda seguridad esta persona sufrirá dolores de cabeza, insomnio, desórdenes digestivos o alergias.
Consideremos también a la persona impaciente -siempre apurada, con un pie fuera de la puerta- que nunca puede centrar firmemente su atención en el momento presente o en los asuntos inmediatos. Esta persona está propensa a que le suceda un accidente o puede sufrir de mala digestión, úlceras o de falta de memoria.
Podemos ver claramente que la forma de vida de esa persona y las consecuentes tensiones y cansancio, expresan los hábitos de su pensamiento. Así pues, si el comportamiento y la buena salud son la manifestación del pensamiento, es la naturaleza de éste la que debe ser influenciada para crear armonía personal. La visualización puede ser un medio excelente para efectuar tales cambios.
Para visualizar en forma efectiva es necesario dar ciertos pasos. Primero, hay que identificar la manifestación del problema. Segundo, se debe identificar la meta y la naturaleza de los obstáculos que podrían impedir alcanzarla y, por último, crear la visualización que cambie el pensamiento-hábito problema, por el pensamiento-hábito constructivo.
Consideremos como ejemplo que el primer paso está representado por una enfermedad relativamente común: un dolor en la parte inferior de la espalda. Nuestra meta es, obviamente, librarnos de la causa del dolor. A fin de lograrlo, debemos entender cual es la naturaleza del problema que causa físicamente ese dolor, la cual puede ser tan obvia como el hecho de levantar algo muy pesado en forma inapropiada o la costumbre de asumir posturas inadecuadas. Sin embargo, debemos entender que la parte inferior de la espalda es la base de la espina dorsal y que la molestia en esa área puede deberse a una reacción física a la creencia de que existe un sistema de apoyo insuficiente en nuestra vida, ya sea por un rompimiento en las relaciones con los amigos o la familia, o por apuros económicos. Es posible que nos sintamos irritados por pensar que “tenemos que hacer todo solos” o porque “nunca contamos con suficiente tiempo, dinero, energía, etc.” Por lo tanto, debemos analizar lo que nos ha sucedido recientemente para descubrir la causa por la que se manifiesta físicamente el dolor o la enfermedad, y determinar si está presente una relación semejante a la que hemos delineado.
El tercer paso es la visualización. La imaginación, sea simbólica o realista, puede tomar cualquier forma que guste a la persona. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, para que resulte más efectiva, el proceso de visualización ha de tener fundamento, hay que valerse de la concentración y ser honestos con nosotros mismos.
Respecto al dolor en la parte inferior de la espalda, tenemos que imaginar que estamos conectados con la Tierra, debemos vernos firmemente enraizados a ella. Esto servirá de fundamento al proceso de visualización y puede ser especialmente beneficioso cuando nos sentimos indispuestos o “desarmonizados”.

El segundo paso es concentrarnos enfocando la atención en el centro de la cabeza. Esto ayuda a la concentración, a “bajar el volumen” de los pensamientos que distraen y a liberarnos de estímulos externos.
El paso final es llenarnos de verdad acerca de nosotros mismos. Descubriremos con frecuencia que nos encontramos actuando en base a valores y opiniones que en realidad no son nuestros. Por ejemplo, cuando fuimos niños se nos enseñó lo que es un comportamiento aceptable y cual no lo es. A medida que maduramos, tenemos el deber de volver a examinar los valores en los que hemos basado nuestra vida y decidir cuales son convenientes para nosotros, para luego desechar o volver a moldear los que no lo son. Los conceptos sobre la bondad y el éxito personal son frecuentes áreas problemáticas, y nuestra satisfacción y la habilidad de hacer decisiones personales pueden verse obstaculizadas si hemos asumido las expectativas de otra persona. El agobio de vivir con la verdad de otra persona puede crear bastante confusión y conduce a que todos los niveles de la experiencia sean ineficientes.
De manera que, para deshacernos de un problema como el dolor en la parte inferior de la espalda, debemos decidir cuales son nuestras propias necesidades y capacidades; enseguida, debemos llenarnos con la idea de que tenemos a nuestra disposición todos los talentos y recursos necesarios, y que contamos también con apoyo y fundamento (recuérdese que esta es la función de la parte inferior de la espalda).
La visualización puede ser tan sencilla como imaginar que un Sol dorado, que representa nuestro conocimiento personal, ilumina nuestro cuerpo brindándole salud, o puede ser más sofisticada y detallada. Pero mientras más simple sea el proceso, más fácil será mantener en foco la concentración.
Al final del proceso, termine la visualización con la certeza de que la ha completado y ya se ha operado el cambio. Esta convicción impacta a la mente con la verdad acerca de uno mismo. Por último libere la imagen y retorne a sus actividades acostumbradas.
Este proceso es muy seguro y fácil de realizar. A fin de poder correlacionar la manifestación física del problema con el estado mental y la reciente experiencia emocional, es necesario considerarlo cuidadosamente. Además, se requiere un examen de conciencia sincero para descubrir dónde falla el conocimiento sobre la verdad personal; sin embargo, estas áreas ya fueron objetivadas por la indisposición y la falta de espontaneidad. Para empezar a obtener ese conocimiento sólo necesitamos considerar honestamente esos asuntos.
En términos de nuestro desarrollo, de la mejora en nuestro bienestar y del conocimiento de nosotros mismos, todos los resultados son beneficiosos y las habilidades que se necesitan para tener éxito en la visualización son ya de nuestro completo dominio.

Puntos de Reflexión:

  1. “Somos según lo que pensamos”. ¿Qué experiencias y emociones personales precedieron a su última enfermedad?
  2. ¿Cuáles son los pensamientos-hábito personales que traen alegría y realización a su vida?
  3.  Examine sus valores personales, especialmente los concernientes al éxito y a la bondad. ¿Son suyos esos valores por haberlos adquirido a través de la introspección y evaluación personal, o alguien más se los trasmitió? 
  4. El proceso de visualización es un paso importante para que se manifieste un cambio. Es importante liberar el proceso al final del ejercicio, con la certeza de que ya se ha operado el cambio.

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