Les entrego un artículo preparado en su oportunidad por Herbert Spencer Lewis, y publicado en la revista oficial de la organización A.M.O.R.C. llamada "El Rosacruz", en su número de Mayo de 1982.
La organización "Antiqua y Mística Orden Rosae Crucis" (A.M.O.R.C.), fue fundada por el mismo H. S. Lewis, en la primera mitad del siglo XX, en Estados Unidos. Reclamando esta persona haber recibido la cadena iniciática de antiguas y tradicionales fraternidades Rosacruces en Europa. Actualmente esta organización es una de las organizaciones Rosacruces más ampliamente difundidas en el mundo, seguramente gracias a la cobertura que realizan merced a su instrucción impartida por correspondencia.
Es muy frecuente que las personas asocien el término Rosacruz, con todo lo que pueda implicar, con esta organización, por el hecho de ser la más conocida; pero es necesario dejar bien en claro que "Rosacruz", es un nombre usado para designar a una línea trabajo iniciático y esotérico (fraternidad si se quiere), que es muy antiguo (varios siglos), y se transmite a través de cadenas iniciáticas ocultas de maestro a discípulo ; y dadas estas características es que hoy en día existen una variopinta variedad de organizaciones o agrupaciones que asumen ser los herederos legítimos de esta enseñanza, y toman su nombre. No es mi intención quién o quienes son "verdaderos" y quienes no. Estoy seguro que en toda esta gran gama de enseñanzas que de todas estas organizaciones derivan, se puede rescatar información válida para la persona que inicia un sendero de búsqueda espiritual.
Espcíficamente, en el número de la revista "El Rosacruz", del cual extraje este artículo, se publica el siguiente contenido: El misterio de la creación - El agua y la salud - Invitación a la vida - La mente, un radio humano - China - Hasta la vista - Procesos de aprendizaje y el desarrollo psíquico - Reflexiones sobre la evolución del hombre - Los sonámbulos - Actividades Rosacruces.
Espero que les sirva.
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Se dice mucho en la literatura oculta y mística acerca del poder del
pensamiento y de las radiaciones de la energía mental que, el estudiante con
frecuencia se despista en comprender precisamente como estas radiaciones se manifiestan
y cómo puede ser en verdad que existan radiaciones en modo alguno.
Para entender completamente el poder del pensamiento sin recurrir
exclusivamente a los principios de psicología, deberíamos dirigirnos primero a
la fisiología y comprender que cada energía nerviosa es eléctrica.
Este hecho abre inmediatamente la puerta de un campo amplio de
investigación e incidentalmente conlleva a un campo más extenso de
especulación. Muchos escritores en literatura oculta y mística, que no están
preparados adecuadamente en los principios verdaderos, cavan muy honda y
libremente en el campo de las especulaciones tomando en cuenta la naturaleza de
la energía nerviosa, y muy casual y superficialmente en el campo de la investigación.
En otras palabras, tales escritores o estudiantes están profundamente impresionados
con la declaración científica de que la energía nerviosa es eléctrica y con ese
hecho como una premisa o punto de partida empiezan a especular amplia e
ilógicamente, y por lo tanto llegan a todo tipo de conclusiones erróneas. Las
conclusiones verdaderas, que deberían ser el resultado de un razonamiento
adecuado, son mucho más interesantes y sorprendentes que las especulativas.
Los Experimentos de Mesmer
Fue Mesmer quien descubrió un
método para probar un antiguo principio místico de que toda energía nerviosa es
eléctrica. Hasta en su época este
principio había sido impartido en las enseñanzas Rosacruces, y Mesmer fue un estudiante
dedicado del trabajo Rosacruz en su país. Pero, mientras los Rosacruces en sus
laboratorios tenían maneras y medios de probar que un impulso nervioso era un
impulso eléctrico, Mesmer quería probar que ellos causaban u originaban en el
campo alrededor de ellos ciertas vibraciones de una naturaleza eléctrica o
magnética. Si Mesmer viviera hoy, no tendría que recurrir a los métodos complicados
que él usó para establecer el hecho de que cada impulso eléctrico origina un
campo eléctrico o magnético de radiaciones.
Hay miles de experimentos registrados en los anales de la ciencia de
la electricidad mostrando que en años recientes este hecho ha sido bien
establecido. Muchos dispositivos eléctricos, maravillosos, ahora en uso,
dependen enteramente del principio que un campo eléctrico rodea a un punto de
impulso eléctrico; y si esto no fuera así, no tendríamos teléfono, radio o
muchas otras cosas de uso común.
Sin embargo, en la época de Mesmer la ciencia de la electricidad no
estaba ampliamente avanzada excepto en los laboratorios del místico, el
alquimista y el investigador independiente que no estaba ligado por las
tradiciones o principios de la ciencia; por lo tanto, muchas cosas que ahora
son de conocimiento común en electricidad no eran conocidas.
Mesmer creyó que si el impulso nervioso en el cuerpo humano era
eléctrico en su naturaleza, entonces algo más que la pura manifestación
psicológica resultaría de tal impulso y allí se pondría en funcionamiento algún
impulso o radiación secundario del impulso original, el cual se movería fuera
del cuerpo humano. En otras palabras, él llegó a la conclusión de que si la
energía nerviosa en el cuerpo humano fuera dirigida y concentrada a puntos en
los dedos, entonces por añadidura el producir simplemente un efecto psicológico
dentro del dedo, un efecto secundario en la naturaleza de las radiaciones de
esa energía resultaría, v este efecto secundario tendría a irradiar o moverse
hacia afuera del punto o lugar del impulso original. Esto lo llevó a creer que
había radiaciones en los extremos de los dedos en la forma de ondas muy sutiles
de poder o energía que podrían ser detectadas por personas sensibles o quizás
por instrumentos sensibles.
No es mi intención repasar los experimentos de Mesmer,
aunque cada estudiante de misticismo los encontrará intensamente atrayentes,
especialmente en vista de que Mesmer fue grandemente malentendido por las
personas comunes de su época y absolutamente condenado como un impostor o una persona
que se engañó a sí misma, por los científicos y aquéllos que no estaban listos
a aceptar sus descubrimientos. Fue, verdaderamente, desafortunado que los
primeros experimentos de Mesmer, adoptaran la forma de tal prueba de estas
radiaciones como que sosegaban y calmaban los sistemas nerviosos de otras
personas, y que les provocaba sueño o se entregaban a una condición calmada,
apacible y relajada.
Poder Curativo
Sabemos hoy en día que tales condiciones como éstas
no sólo calman los nervios y provocan somnolencia, sino que tienden a remediar
los problemas nerviosos y establecen una condición de armonía en el cuerpo
donde la enfermedad y el dolor son disminuidos. Esa es la razón por la que los
así llamados curadores magnéticos han sido capaces de producir tales efectos
maravillosos por medio del uso de sus manos y esto explica por qué muchos de los
grandes Maestros en el pasado y especialmente los esenios fueron capaces de
llevar a cabo tal curación maravillosa, aplicando las manos.
Sin embargo el pueblo ignorante se volvió temeroso
de esta condición soñolienta y la compararon a algún coma extraño o condición
hipnótica que pudiera afectar al paciente. Ellos creyeron erróneamente que si
el "fluido magnético" que emanó de los extremos de los dedos de
Mesmer o de otras personas podía producir un sueño ligero o una condición serena,
entonces un poquito más de tal fluido o una continuación de tales tratamientos
podría causarles entrar en un sueño muy profundo o eterno. Tal conclusión era
absolutamente falsa y sin fundamento, como sabemos hoy en día, pero en la época
de Mesmer el miedo y las creencias supersticiosas, basados en la ignorancia de
los hechos, siempre se desarrollaban fácilmente en las mentes de las personas y
se aceptaban como verdades, sin investigación.
Por lo tanto, Mesmer fue acusado de haber inventado
un método de inducir un trance o sueño profundo. Esta condición fue llamada
mesmerismo, y más tarde fue relacionada al hipnotismo, mientras que de hecho no
había ninguna relación con el sueño hipnótico en ninguna cosa que Mesmer hizo
en realidad. Porque sus experimentos fueron llamados y considerados
erróneamente en esta manera, los mundos médico y científico lo ridiculizaron y
su trabajo tuvo que terminar con desgracia para él mismo y para las ideas que
trató de establecer.
Entonces la
verdad completa del asunto es que no sólo es la energía nerviosa en el cuerpo
humano eléctrica, sino que es como una energía eléctrica del tipo que conocemos
en relación con todas las otras manifestaciones eléctricas. En otras palabras,
se compone de una polaridad negativa y de una positiva, y es un resultado de la
relación de una tensión negativa y positiva tratando de coordinarse en un flujo
adecuado a través de un canal provisto, Por lo tanto, la manifestación de esta
energía nerviosa es una manifestación alterna, consistente en fases de descanso
y acción, o inactividad y actividad, causando un impulso ondulante de tan
rápido latido o a tal tasa de velocidad que aparenta ser un flujo continuo e ininterrumpido.
He dicho que la ciencia reconoce esta naturaleza eléctrica
de la energía nerviosa y aun así debo decir que tal reconocimiento es solamente
de una fecha reciente, y fue presentado a fondo sólo hace pocos años en algunos
libros de texto, muy completos, sobre psicología, escritos por autoridades
eminentes ' con motivo de eliminar toda duda de la validez de las declaraciones[1].
Hasta que este hecho de la naturaleza eléctrica de la energía nerviosa fue
establecido, nadie sabía científicamente lo que era; y los científicos, y los
médicos especialmente, no lo conocían y no parecía importarles, ya que ellos
estaban interesados principalmente en el flujo de la energía nerviosa y sus manifestaciones.
La relación de esta energía nerviosa con el pensamiento
es interesante. Sabemos que el cerebro es el tablero de control del sistema
nervioso humano, y es por lo tanto, el tablero de mando del sistema eléctrico
del cuerpo humano. Todos los impulsos que pasan por los nervios del cuerpo
humano lo hacen tan eléctricamente, como si pasaran por cables eléctricos.
Cuando colocamos nuestros dedos sobre algunas cosas, el contacto con una
substancia diferente, les causa recibir un contacto reflejo o eléctrico con la
materia que tiene una polaridad o potencialidad diferente de la del sistema
nervioso humano. El resultado es que ese contacto o impulso es transmitido
eléctricamente a lo largo del sistema nervioso hasta el cerebro humano, y allí
es transmutado o transformado en una impresión y tenemos consciencia de lo que
hemos tocado.
Es como el sistema de disco selector en el
teléfono; moviendo el disco de marcar y permitiéndole girar de vuelta a su
posición, hacemos que una rueda gire emitiendo cierto número de impulsos
eléctricos a medida que regresa a su posición de descanso. Estos impulsos, del
uno al nueve en número, son llevados consigo a un cable eléctrico para el tablero
de control del sistema de disco selector, que es como el tablero de control del
cerebro humano, en donde se registran haciendo el mismo número de impulsos que
tenían en el disco marcador. Los impulsos son transformados en acción, lo cual
pone en funcionamiento otros dispositivos eléctricos y así el circuito se
completa. En el sistema nervioso humano una función similar toma lugar. Cierto
número de vibraciones viajan por el sistema nervioso al cerebro y al
registrarse allí, crean impresiones o formas de pensamientos que son comprendidas
por la consciencia.
Vibraciones y Formas de
Pensamiento.
Ahora bien, vemos con esto que las ideas son formas
de pensamiento, y éstas a su vez, son impulsos eléctricos. Una nota en una
cuerda de violín está compuesta de un cierto número de vibraciones y la
diferencia entre una nota y otra es una diferencia en vibraciones. La
diferencia entre un color y otro es una diferencia en la tasa de vibraciones. Y
la diferencia entre la sensación de una substancia que es dura y una que es
suave es una diferencia en la tasa de vibraciones comenzada en las puntas de
nuestros dedos y transmutada en nuestro tablero de control del cerebro. Por lo
tanto, en los centros del cerebro humano los nervios de nuestro cuerpo están
grabando y registrando constantemente impulsos de diferentes tasas de
vibraciones, que a su vez producen formas de pensamiento.
impresiones por medio de la vista,
todas ellas son transmitidas por vibraciones a los centros del cerebro, donde
son transformadas en formas de pensamiento de imágenes. Escucho a mi propia voz
hablando y mi taquígrafa escucha mis palabras. Las palabras que pronuncio son
transmitidas, por medio de las vibraciones de una naturaleza eléctrica, a través
del espacio a los nervios ligados a los tímpanos de sus oídos, y allí a través
de los impulsos recibidos en el tímpano, despiden vibraciones nuevamente a lo largo
del sistema nervioso a los centros de su cerebro, donde tales vibraciones se
registran y crean formas de pensamiento que se convierten en sonidos.
Lo mismo es verdad con el gusto y el olfato. Cuando
nuestra consciencia está despierta a medida que nos movemos de acá para allá,
vemos, oímos, olemos, gustamos y sentimos, probablemente tenemos miles de
impresiones transmitidas a nuestro cerebro cada segundo, y éstas son
transformadas rápidamente en formas de pensamiento y comprendidas como tales
por el proceso de transformación de nuestra consciencia.
Estoy omitiendo los otros fenómenos del sistema nervioso
que se encargan de la transmisión de los impulsos de los centros cerebrales
hacia diferentes partes del cuerpo, como por ejemplo, cuando uno está
escribiendo, el cerebro despide vibraciones por los nervios a las manos y a los
dedos, lo cual causa pulsaciones de energía muscular, provocando a los músculos
contraerse y extenderse, y debido a eso mover la mano y los dedos en el proceso
de escribir. Lo mismo sucede con el proceso de caminar, respirar, comer y hacer
cualquiera de los cientos de cosas que resultan del funcionamiento de la
energía nerviosa en los músculos del cuerpo humano.
Sin embargo, volviendo nuevamente a las formas de
pensamiento producidas en la mente humana por medio de las radiaciones de los
impulsos eléctricos allí, debemos entender una manifestación adicional de estas
formas de pensamiento o impulsos que la ciencia general no toma en
consideración, porque está fuera de sus campos de experimentación e investigación.
El místico sostiene y demuestra, por medio de varias aplicaciones de la ley
natural, que cada vez que un impulso eléctrico y vibratorio en los centros del
cerebro causa que una forma de pensamiento sea creada, el impacto sobre la
consciencia de esa forma de pensamiento y el encauzamiento de las vibraciones
más altas de la consciencia hacia ésta, hacen que la forma de pensamiento
irradie vibraciones de sí misma hacia el exterior, en el espacio.
Estas vibraciones irradian como las vibraciones de
una antena de una estación transmisora. Ellas se irán al espacio y se chocarán
con los centros nerviosos de otros seres humanos que pueden o no estar conscientes
de la recepción. Así como una estación receptora o un equipo receptor debe
afinarse por medio de un balance adecuado y una armonía apropiada de su capacidad
e inducción, de modo que el cambio más leve de polaridad que lo afecta sea muy
patente, así la consciencia humana y el sistema nervioso deben armonizarse con
las vibraciones entrantes de pensamientos.
Esta es la razón por la que existen muchos experimentos en la labor de
las enseñanzas Rosacruces, dedicadas a ayudarnos a balancear y armonizar nuestro
sistema nervioso y especialmente la parte psíquica de éste, que tiene que
tratar con las tasas más altas de vibraciones como aquéllas emitidas por las
formas de pensamiento.
Esto me trae al punto importante y concluyente en relación
a la forma de pensamiento. Durante el proceso de transformación de las
vibraciones bajas de la energía nerviosa del sistema nervioso en el campo
humano a formas de pensamiento que serán reconocidas por la consciencia humana,
las vibraciones de estos impulsos nerviosos deber ser aumentadas o
intensificadas a las tasas más altas de modo que estén dentro de la escala de
vibraciones de la consciencia humana. Esta, es una parte de la energía del
alma, y la tasa vibratoria de esta energía es mucho más alta que las
vibraciones de la energía nerviosa, en consecuencia, estos dos grupos de
vibraciones están en niveles completamente diferentes en la escala de vibraciones.
La consciencia del alma vibra en las octavas más altas de la escala, mientras
que los impulsos nerviosos eléctricos del sistema nervioso, están en una de las
octavas más bajas de la escala.
El sistema nervioso humano está diseñado para reconocer
y sentir todos los impulsos de las octavas más bajas, pero son los nervios del
sistema nervioso simpático los que son sensibles a las vibraciones de las
octavas más altas. Es por eso que las ondas de pensamiento causan muy poca
impresión en nuestro sistema nervioso, si acaso causan alguna. Pero también es
la razón del porqué debemos desarrollar el sistema nervioso psíquico o
simpático en una percepción aguda de las vibraciones que no se han aprendido a
notar, o que mal entiende si éste las recibe en modo alguno.
Por lo tanto, el desarrollo psíquico en cierto
modo significa el desarrollo del sistema nervioso simpático a tan elevada
armonización que se vuelve más v más sensible a las tasas más altas de
vibraciones de dentro y fuera del cuerpo humano. Tan pronto como este desarrollo
está en camino, nos volvemos más y más sensibles a las impresiones externas de
toda clase, nos volvemos como un aparato de radio receptor que es susceptible a
una sintonización cercana y nítida, cubriendo una escala amplia de frecuencia.
Si nos permitimos estar conscientes de que la mente humana es siempre, aun
desde la niñez, una estación radial, potente de ideas y formas de pensamiento, seremos
más cuidadosos en lo que pensamos y qué formas de pensamiento permitiremos
desarrollar en nuestra consciencia de manera que podamos transmitir siempre, lo
que queramos siempre también recibir, sólo lo mejor, lo más amable y los pensamientos
más afectuosos.
Dr. H.
Spencer Lewis, F.R.C.
L.